Ford Focus RS (Salón de Ginebra 2009)

Una máquina seria 

"Ésta es una máquina seria, con las prestaciones, tracción y precisión necesarias para rivalizar con coches deportivos mucho más exóticos. La marca RS no es algo que se aplique con ligereza y creo que este coche lo demuestra”. Son palabras de Jost Capito, Director de Desarrollo Global de Vehículos deportivos y de competición de Ford.

El último RS dejó de fabricarse hace ahora seis años. Aquella máquina desarrollaba 215 CV con un cuatro cilindros de 2.000 cm3. Hoy, los 2,5 litros de su motor, también turboalimentado, consiguen ofrecer 305 CV de potencia. Esta cifra lo convierte en el deportivo de tracción delantera más potente del mundo.

 (Vídeo con imágenes dinámicas)

Respecto a la versión ST de 225 CV, el RS utiliza junta de culata y pistones revisados, camisas de cilindro atomizadas, distintos perfiles de árbol de levas, bielas específicas y, sobre todo, nuevos sistemas de admisión y escape y un turbo diferente. El turbo Borg Warner K16 ofrece una presión máxima de 1,4 bares, siendo así el doble de la que se consigue en el ST.

El cambio manual de seis marchas está basado en el del ST pero mejorado, ofreciendo las mismas relaciones. Para transmitir toda la potencia a las ruedas se recurre, como en el RS del 2002, al diferencial Quaife, que ha sido revisado para esta nueva edición. Mientras, se ha añadido el sistema RevoKnuckle con la intención de evitar transferencias de potencia entre las ruedas delanteras. Por ello, el Focus RS es el único Focus de serie que no incorpora suspensión McPherson en el eje delantero.

Las prestaciones del RS hablan por sí solas; alcanza 263 km/h de velocidad máxima y llega a los 100 km/h en sólo 5,9 segundos.