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SsangYong Kyron

Por Chimo Ortega

"Dime de qué presumes y te diré de qué careces", este paradigma de  la sabiduría popular debería aplicarse, pero a la inversa, en el caso del Kyron, ya que esta gama, que ahora se ve sustancialmente renovada, se presenta como SUV, un todocamino, pese a incorporar elementos como su reductora con una desmultiplicación de 2,483:1 que le permite afrontar situaciones complicadas y abordar con garantías dunas como las de su presentación en Túnez.

Parece pronto para un lavado de cara a un modelo que se lanzó en España en diciembre de 2005, más si se tiene en cuenta que se trata de un coche que estaba funcionando de forma óptima en el mercado. Sin embargo, el kyron lanzó casi un año antes el Corea  y los responsables de la firma han querido aprovechar la incorporación de una nueva motorización para realizar los cambios.
Porque si estéticamente el coche ha mejorado de forma sustancial, especialmente en su parte posterior, pese a haber perdido algo de su peculiar personalidad, la mayor novedad se centra en el aspecto mecánico. Además del nuevo propulsor de 2.7 litros, hay que destacar la disponibilidad absoluta del cambio automático, con mandos en el volante, para cualquier versión y con ambos motores, y la incorporación de ESP, de serie en toda la gama y desconectable mediante un interruptor en el salpicadero para cuando rodamos por terrenos extremos. Sin embargo, no debemos olvidar que el Kyron monta en todas sus versiones una caja reductora con suficiente desmultiplicación para hacerle superar el ámbito de los todocamino situándolo dentro del de los todoterreno.
Lo más llamativo de la gama es que una de sus versiones, la alta de gama, asociada a la caja de cambios automática secuencial, incorpora en el eje trasero un sistema de suspensión independiente con ocho puntos de anclaje a diferencia del resto de los modelos Kyron que siguen montando un eje rígido posterior. No es la única novedad exclusiva de esta versión, ya que su dirección de cremallera incorpora asistencia de endurecimiento progresivo.
En general, la gama ha recibido modificaciones que mejoran el comportamiento y el confort de la primera generación. La gran novedad de la gama es la incorporación del propulsor de 2.696 c.c. que genera una potencia máxima de 165 CV a un régimen de 4.000 rpm. Otro punto a destacar de este motor es su par de 340 Nm que se alcanza de forma estable entre 1.800 y 3.250 rpm, y que dota al modelo, además de una fuerza considerable, de una elasticidad que hace muy cómodo su uso tanto fuera de carretera como en tráfico urbano.
A esto se le suma la caja de cambios automática de origen Mercedes y tipo secuencial, con mandos en el volante y cinco velocidades que presenta unos desarrollos algo más cortos que en el modelo manual en las tres primeras velocidades y la marcha atrás, y una quinta más larga ideal para los viajes por vías rápidas.
A estas novedades se suma la tracción 4x4 y la reductora conectable mediante un pulsador situado en la consola central. Accionándolo mientras se circula a una velocidad inferior a 70 km/h se puede optar por tracción a dos o a cuatro ruedas. En este caso el reparto de fuerza es constante e idéntico entre ambos ejes, del 50%. Las marchas cortas se conectan mediante el mismo interruptor. En los modelos de caja de cambios automática es necesario situar la palanca en la posición de neutro, mientras, en los de caja de cambios manual ha de pisarse el embrague para realizar la operación hasta que la luz indicadora del cuadro permanezca constante.
En la presentación del modelo en las dunas tunecinas, pudimos comprobar el funcionamiento más que correcto de este auténtico todoterreno, por mucho que por imagen y por demanda de los clientes se presente comercialmente como un SUV. Esto, unido a otros sistemas que aportan seguridad (y un bosque de siglas) como el control de descenso de pendientes, HDC, el sistema de antiblocaje de frenos, ABS, de última generación con repartidor de frenada, EBD, el control dinámico de estabilidad ESP, de serie en toda la gama y el control de tracción TCS. Estos últimos, desconectables mediante un interruptor, para pder afrontar las situaciones más extremas en el uso off road.
El precio está acorde con las mejoras ofrecidas por el coche. De hecho, con el motor 2.0 litros no ha existido incremento, mientras que el 2.7 se sitúa 1.800 euros por encima del motor de 2.0 litros, en torno a 1.500 corresponden a la diferencia del 5% existente en el impuesto de matriculación por su mayor cilindrada. En este contexto, los responsables de SsangYong esperan que las ventas se repartan al 50% entre ambas motorizaciones.

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Publicado el: 20/09/2007
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