Audi y Mercedes acaban de lanzar al mercado unos modelos destinados a competir entre ellos y marcados por ambas marcas como coches diferentes a todo lo realizado hasta la fecha. Sedanes compactos del segmento premium, creo que los denominan. Con 4,68 metros de largo para el CLA y 4,46 en el caso del Audi, estos automóviles pueden presumir de ofrecer la máxima tecnología de ambas marcas a pesar de situarse como los sedán más pequeños de sus respectivas gamas (bueno, en el caso del CLA no es del todo cierto, pues el Clase C actual es algo más corto aunque supongo que el sustituto sí será más largo)
Pero lo importante no es la longitud general de cada uno de los modelos, sino la sensación que tienen los compradores cuando se acercan a estos automóviles que, por supuesto, son completamente nuevos y no sustituyen a ningún otro modelo de la marca… o sí. Porque tanto en un caso como en otro estamos ante los modelos que buscan hacer más accesibles sus marcas a los clientes actuales, unos clientes que han interiorizado la situación actual de control de gastos y que no desean hacer tremendos desembolsos. Mientras las marcas generalistas han ido aumentando su tamaño en todos los segmentos para ofrecer tanto, o puede que más, que las marcas premium, éstas últimas han tenido que evolucionar igualmente, pero con la particularidad de verse limitadas por la existencia de otros dos segmentos superiores por encima a los que no debían canibalizar. Aun así, nobleza obliga, y los Clase C y Audi A4 mantienen un sobreprecio por encima de sus rivales de menor prestigio.
Y así nos encontramos con el nuevo CLA y el Audi A3 sedán que, estando ambos definidos por todo lo comentado anteriormente, en realidad no puedo dejar de pensar que son, ni más ni menos, que la reencarnación del Audi 80 y del Mercedes Benz 190, modelos ambos destinados a luchar con las marcas generalistas y ser el primer escalón de entrada a los sedán premium… aunque el Audi 80 fuera un dos volúmenes "y medio". Lo sé, muchos de vosotros estáis pensando ahora mismo que se me ha "ido la pelota" y que estoy diciendo sandeces, y por ello os comentaré un par de datos. El Audi 80 salió al mercado en 1986, diferenciándose del Audi 90 en las motorizaciones, pues este último era básicamente el mismo modelo pero con motores más potentes. Se trataba de un automóvil de 4,40 metros, con una batalla de 2,54 metros y era, por supuesto, el Audi más pequeño de su época. El 190 de Mercedes es anterior, comenzando su comercialización en 1982. Los 4,45 metros de longitud del modelo suponían convertirlo igualmente en el escalón de acceso a la marca, ofreciéndose con una batalla de 2,66 metros.
Los años ochenta, justo después de la gran crisis de los setenta, fue por tanto el caldo de cultivo para la creación de unos automóviles "completamente inéditos" que abrían las puertas de estas marcas de prestigio a los usuarios menos adinerados. Hoy, con el CLA y el Audi A3 Sedan, la estrategia sigue siendo la misma; hacer que los usuarios de marcas generalistas cambien su perspectiva y tengan en su punto de mira unas marcas que se habían alejado en exceso de la capacidad de sus bolsillos. Está clarísimo que las estrategias no son completamente iguales, pues, por ejemplo, un CLA ofrece un excelente equipamiento frente a la cicatería del primer 190, por no hablar de la tracción delantera en una marca anclada habitualmente en la propulsión posterior. Pero me ha parecido interesante hacer estas reflexiones para no perder de vista la perspectiva del tiempo, pues no hay nada como mirar hacia atrás para comprender mejor los movimientos que veremos en el presente y, porqué no, en el futuro.