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Peugeot 308, prueba dinámica

El antiguo Peugeot 308 era una clara continuación del Peugeot 307. Lanzado al mercado en el año 2001 el 307 tenía una batalla de 2,61 metros con una longitud de 4,20 metros, 1,51 metros de alto y una anchura de 1,75 metros, mientras que el maletero se situaba en 340 litros. Su continuador mantuvo la misma distancia entre ejes pero aumentó la anchura hasta 1,82 metros reduciendo algo la altura, 1,5 metros justos, pudiendo ofrecer un maletero de 350 litros para una longitud que alcanzaba los 4,28 metros. El nuevo Peugeot 308 es otra historia en todos los sentidos. La distancia entre ejes es sólo algo mayor (2,62 metros) pero la altura se ha reducido hasta 1,46 metros mientras que el largo también ha mermado, situándose en 4,25 metros, quedando la anchura total en 1,81 metros. Es decir, que estamos ante un coche prácticamente igual de ancho pero más bajo y con mayor distancia entre ejes, lo que hace que su silueta quede mucho más estilizada y alejada de esa imagen tan familiar de sus predecesores. Curiosamente en Peugeot han sabido unir esta situación a un maletero que se sitúa en unos buenos 420 litros.
 
Peugeot 308
 
A esta clara variación se une un puesto de conducción en el que se hereda la reinterpretación del Peugeot 208 en cuanto a volante e instrumentación, es decir, que se vuelve a recurrir a un volante de muy pequeñas dimensiones y a una instrumentación que se ve por encima del mismo. Si bien en el 208 dicha postura no fue de nuestro agrado hemos de reconocer que en el 308 nos ha parecido mucho más funcional, probablemente debido a que no hemos tenido que variar nuestra postura de conducción habitual para ver toda la instrumentación. Sí hemos de realizar una crítica con respecto al cuentavueltas, pues en esta situación de rediseño interior en Peugeot han optado por hacer que el cuentavueltas gire en sentido inverso a las agujas del reloj, siendo algo inhabitual en cualquier otro coche y resultando confuso para el conductor. 
 
Peugeot 308
 
En favor del coche hemos de decir que tanto por sensaciones como por tacto de conducción estamos ante un vehículo mucho más satisfactorio para los conductores que buscan algo más que un medio de transporte. Disfrutar de la conducción parece uno de los objetivos buscados en la ingeniería adoptada en este vehículo. Un volante de pequeño diámetro pero buen grosor en el que la forma achatada inferior (que habitualmente no nos gusta) no estorba en exceso, una ubicación con respecto al cambio que permite encontrar la palanca sin problemas, unos asientos bien realizados tanto por confort como por sujeción y, sobre todo, un comportamiento en carretera que aúna buen aplomo en carreteras amplias con una estabilidad intachable al afrontar curvas enlazadas en vías de segundo orden ponen todos los ingredientes para decir que el nuevo Peugeot 308 se disfruta, sobre todo, al volante.
 
 
 
En MotorGiga hemos tenido la oportunidad de probar el motor 1.6 turbo de gasolina con 156 CV de potencia y el archiconocido 1.6 diésel de 115 CV. En ambos casos hemos comprobado que el desarrollo del cambio es algo largo. Así, por ejemplo, en el motor de gasolina el desarrollo en quinta y sexta se sitúa en algo más de 42 y 50 km/h respectivamente, mientras que para el diésel dichas cifras son de casi 50 y 60 km/h (que se quedan en 47 y 56 con llanta 15 en vez de 16) Así, ambos modelos disponen de una sexta de desahogo que busca encontrar consumos contenidos y no apurar las prestaciones. Con respecto a esta situación hemos de alabar los buenos resultados obtenidos con el motor de gasolina en cuanto a consumo, pudiendo situarse sin problemas en el entorno de los 7 o 7,5 litros que, considerando sus capacidades prestacionales, son cifras más que satisfactorias. El diésel es claramente menos sediento, pero los seis litros de consumo que obtiene son poco espectaculares al compararlos con la competencia y también menos reseñables considerando su nivel prestacional.
 
Como resumen general del vehículo diríamos que el Peugeot 308 ha cambiado radicalmente en su espíritu lo que no ha hecho en su nombre; ofrece un comportamiento dinámico reseñable, unas mecánicas de buena respuesta y contenido consumo y, sobre todo, una sensación de dinamismo inexistente en sus predecesores. No se trata de un nuevo Peugeot 308, se trata de un modelo completamente distinto que mantiene el nombre de su predecesor. 
 
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Publicado el: 22/04/2014
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