Nikki Jeffreys y su SEAT Altea

SEAT nos ha enviado a la prensa un comunicado en el que nos cuenta la historia de una mujer del suroeste de Inglaterra llamada Nikki Jeffreys. Al parecer, esta mujer se dirigía a su trabajo como cada mañana circulando a unos 100 km/h cuando un vehículo choco contra su SEAT Altea. “Me vi en la cuneta con cuatro o cinco personas alrededor mío diciendo que no me moviera. Podía sentir mis pies, mis manos, así que pensé que no me había pasado nada grave, pero me dolía todo, lo veía todo borroso y estaba muy confusa”.

 

 

 

Su marido, sin todavía saber lo que había ocurrido, debía recorrer el mismo tramo de carretera donde Nikki había sufrido el accidente. Vio las retenciones en el tráfico y por la posibilidad de que su mujer podía estar involucrada decidió llamarla por teléfono sin. Al no contestar a sus llamadas se acercó como pudo hasta el lugar de los hechos, viendo en un primer momento el automóvil totalmente destrozado. “Cuando vi la cara de mi marido fue cuando me di cuenta de que realmente estaba grave. Su cara lo delataba”; y así era. Sufrió fracturas en dos costillas y un colapso pulmonar además de múltiples cortes y traumatismos. Los agentes de policía que se desplazaron hasta allí para agilizar las tareas de traslado de esta mujer inglesa, le dijeron “tu coche te ha salvado” y afirmaban que normalmente un choque de ese tipo suele terminar con víctimas mortales.

 

Días después Nikki no paraba de pensar en el accidente y en la suerte que había tenido por haber sobrevivido, por lo que decidió contactar con SEAT a través de Facebook y relatarles su historia, agradeciendo el trabajo realizado en la seguridad del monovolumen. La marca española se sorprendió y decidió devolver el mensaje invitando a Nikki y a toda su familia a las instalaciones de Martorell. Allí pudieron comprobar de primera mano el tipo de pruebas que los automóviles deben pasar para reducir al máximo las lesiones a los ocupantes en caso de accidente y a los peatones en caso de atropello.

 

“Antes cuando tenía que escoger un coche me guiaba más por su diseño pero ahora tengo clarísimo que lo más importante es la seguridad. Nunca caes en ello, pero tras mi experiencia veo que es crucial que esté ahí cuando la necesitas” afirmó Nikki, asegurando posteriormente: “Ahora valoro mucho más lo que tengo, mis hijos, mi marido, mi familia, todo”.

 

 

 

Realmente no sabemos si esta mujer salvó su vida realmente por la seguridad de su vehículo o si fue pura suerte. Lo que sí es cierto es que la seguridad en los automóviles mejora día a día y que no sólo debemos comprar un coche por su estética o por su potencia, no debiendo dejar pasar nunca por alto la seguridad activa y pasiva del mismo.