SEAT León: Análisis y pruebas realizadas al modelo SEAT León

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A fondo SEAT León X-Perience

Por David Ayala (periodistamotor)

Un León con apellido

La actual gama León tiene poco que ver con su predecesor, pues de ofrecer una carrocería única de cinco puertas ha pasado a ofertar versiones de tres y cinco puertas así como un familiar (el ST) que es la carrocería sobre la que se basa el X-Perience y a la que añade otro buen puñado de elementos para ser un vehículo diferente.

Dado que en la gama León ya existe una versión de cuatro ruedas motrices, para el X-Perience se han añadido todos esos elementos que permiten a un vehículo autodenominarse todocamino, y en este caso no hablamos de mera estética. La inclusión de un protector de cárter en aluminio es ya un buen indicativo de que el León X-perience está pensado para quienes de verdad buscan un automóvil capaz de alejarse del asfalto. En la misma dirección se sitúa la mayor altura al suelo (2,7 centímetros) con respecto al ST, mientras que otros elementos como los embellecedores de las ruedas o de los paragolpes pueden resultar útiles para evitar ciertos rayones, pero en general responden más a una cuestión estética que a una necesidad real, aunque a nuestro juicio le quedan bien.

Las barras de techo, útiles para un buen número de usuarios activos (a los que se supone que va dirigido el vehículo) también son de serie en el X-perience. Un par de elementos sin embargo no nos han gustado; por un lado tenemos los neumáticos, que con medidas de 205/55R 17 y especialmente las 225/45R 18 dependiendo de las versiones, son cualquier cosa menos adecuadas a una conducción off-road. Con un perfil bajo y un dibujo específico de carretera, los neumáticos serán el primer punto débil del León X-Perience en cualquier aventura off-road que queramos realizar, y que esta debilidad sea compartida con otros modelos como el Skoda Scout (primo hermano del León) no la hace más pasable. Por otra parte resulta curioso que desde SEAT presuman de la posibilidad de abatir el asiento delantero derecho para cargar objetos de hasta 2,5 metros y, curiosamente, nuestro vehículo de pruebas no incorporaba dicho elemento. O bien es un opcional y no nos lo han comunicado o es un error y no incorpora dichos asientos.

Afortunadamente lo que sí existe es un maletero capaz de ofrecer nada menos que 587 litros de capacidad máxima, permitiendo además una separación del habitáculo con una red que facilita así aprovechar más allá de dicha capacidad con gran seguridad, pues la carga hasta el techo no implicará una disminución de la seguridad pasiva aunque sí activa (limitará la visibilidad). El separador, no obstante, es un opcional que está disponible por unos 180 euros y resulta incompatible con el techo panorámico.

Autor: David Ayala