Prueba Mercedes-Benz V250 Bluetec: introducción, diseño y equipamiento

 

Mercedes-Benz siempre ha sido históricamente el referente cuando hablamos de turismos de lujo. En cambio sí nos pasamos al ámbito de los vehículos comerciales la opinión está dividida entre la marca de la estrella y la del coche del pueblo, Volkswagen. En enero tuvimos la oportunidad de probar la alternativa más selecta de Volkswagen a los clásicos monovolúmenes o vehículos familiares, la Volkswagen Multivan Premium.

 

Tras esa prueba y ver el alto nivel que presentaba ese monovolumen derivado de comercial nos quedamos con ganas de saberque habría preparado Mercedes con su modelo equivalente, la Clase V. El resultado ha sido bastante contundente a favor de la estrella, pero también hay que reconocer que aún no hemos tenido oportunidad de probar la VW T6, con la que comparación generacional sería más justa, ya que Mercedes lanzó un año antes la Clase V que Volkswagen la T6.

 

 

Antes de comenzar a analizar el vehículo es momento de hacer las presentaciones. Ante nosotros tenemos a la Mercedes V250 Bluetec Avantgarde, o lo que es lo mismo, la mecánica más alta de la gama Clase V con el acabado más exclusivo. Por si fuera poco la unidad de la que hemos podido disponer para la prueba era auténticamente full equipe, con casi la totalidad de los extras del catálogo, por lo que hemos podido conocer al detalle toda la tecnología que ofrece Mercedes-Benz en este gran vehículo para la familia y el ocio. 

 

 

Su aspecto exterior ha sufrido una importante evolución en comparación con la antigua Viano. Su diseño resulta más dinámico y agradable a la vista, especialmente el frontal que pierde pendiente, acercándose a ángulos similares los que podemos encontrar más en un monovolumen. Acaban de dar carácter a su imagen frontal las ópticas LED Inteligent Light System.

 

 

La imagen lateral resulta fina y elegante gracias a su relativa poca altura y a unas llantas de 18” pulgadas. Todo ello a pesar de encontrarnos ante una unidad de batalla larga, con 5,14 metros de longitud, que en ningún momento, pese a su longitud da la impresión de ser excesivamente alargada como ocurre con otros vehículos similares. Quizá sea la zaga su parte menos favorecida con una gran superficie acristalada limitada por un listón transversal cromado, que hace las veces de marco del portón acristalado abatible.

 

 

El interior es para enmarcar; quizá es en lo que más se fija la gente que ve la V 250 estacionada, o cuando llegas a un semáforo en rojo. Mercedes-Benz cuida los detalles, y este modelo no es una excepción. Su interior es digno de cualquiera de sus berlinas de representación, no falta de nada, y todo cuidado al extremo. Nuestra unidad de pruebas contaba con una configuración de asientos 2+2+3, una de las más acertadas para este modelo y con la que tendremos espacio suficiente para 7 adultos con su correspondiente equipaje, ya que a pesar de la tercera fila de asientos, aún queda tras ella un más que suficiente espacio para maletero.

 

 

La ergonomía de las plazas es altísima, pudiendo regular individualmente la situación de 4 plazas (las 3 restantes pertenecen a un banco corrido) además los 7 asientos tienen respaldo abatible para mayor comodidad y anclajes isofix. En caso de que no necesitemos de la totalidad de asientos siempre pueden plegarse de una forma sencilla, aumentando el espacio de carga. Aunque hay que matizar que no es un vehículo predestinado al transporte de mercancías, de dársele un uso profesional el ideal sería el mismo que muchas empresas le dan a su predecesora la Viano: el transporte de pasajeros tipo shuttle.

 

 

Sí hay algo que aporta un importante grano de arena al espectacular interior del Clase V, ese elemento es el equipamiento, y en este V 250, ya sea de serie u opcional es gigantesco, y como ya os comentábamos nuestra unidad lo tenía casi al completo. Sin duda lo más llamativo es que casi no exista limitación en cuánto a la tecnología disponible en este gran monovolumen. Mientras otras marcas reservan ciertos sistemas para sus modelos más representativos, Mercedes-Benz ha dejado la puerta abierta a que en el Clase V podamos montar prácticamente todo lo que podríamos disponer en un Clase C o en un Clase E.

 

 

Nada más montarnos nos sumergimos en un universo de lujo y tecnología. Tomamos asiento en una de sus confortables y amplías plazas con tapicería de cuero beige, y nos disponemos a disfrutar de una auténtica experiencia en viajes, tanto si hacemos las veces de conductor como de pasajero.

 

El conductor dispone de una gran variedad de prácticos sistemas de ayuda a la conducción que facilitan y hacen más liviana la tarea de comandar el vehículo. Durante el camino podremos hacer uso, entre ocas cosas, del completo sistema de infoentretenimientoCommand Online con navegación en 3D, del LED Intelligent Light System que nos proporcionará una gran iluminación en cualquier situación, o del control de velocidad adaptativoDistronic plus.

 

 

 

Los pasajeros disfrutaran del plus de visibilidad que supone viajar en un vehículo algo más alto, mientras tienen su propio microclima, gracias al clima bizona, pudiendo controlar ellos mismos la temperatura y flujo de aire de su zona.

 

 

Puedes seguir leyendo la segunda parte de la prueba, en la que analizaremos el apartado mecánico, su conducción, y daremos nuestra propia valoración a este gran modelo de la estrella. Haz clic aquí.