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Mercedes Clase E Cabrio 2017, prueba express

Por Gregorio Arroyo

Mercedes Clase E Cabrio 2017, foto delantera

Hace unos meses acudimos a la presentación del nuevo Mercedes Clase E Coupé. Ahora repetimos experiencia para rodar los primeros kilómetros con el Mercedes Clase E Cabrio, el quinto elemento de una gama que se completa con la berlina, la versión familiar Estate y el All-Terrain, la variante que se viste y presume de aptitudes camperas. No hay duda de que el Cabrio es la variante más exclusiva gracias a su condición de descapatoble y todavía habrá que esperar hasta septiembre para disfrutarlo en propiedad, mes en el que iniciará su comercialización.

 
No es un capricho porque sí. Mercedes-Benz tiene una gran experiencia a la hora de poner en juego modelos descapotables. Y desde 1992 se mantiene fiel con esta cita en la Clase E. Dicen que las comparaciones son odiosas, pero si lo hacemos con respecto al modelo que sustituye, sencillamente no hay color porque crece en todos los aspectos. El primero, en tamaño. Es 12,3 centímetros más largo (mide 4,83 metros), 7,4 más ancho (1,86), aumenta el ancho de vías y, sobre todo, estira la distancia entre ejes 11,3 centímetros, con el fin de ofrecer dos plazas traseras con un mayor espacio para las piernas, algo criticable en la generación anterior. Detalles como las puertas sin marco, la ausencia de un montante central y las cuatro ventanillas escamoteables potencian una silueta elegante y deportiva a la vez.
 
Mercedes Clase E Cabrio 2017, foto trasera
 
Comparte buena parte de sus rasgos y tecnología con el Coupé, pero en nuestro protagonista la personalidad la marca el techo de lona eléctrico. Disponible con cuatro colores diferentes, está construido con una estructura multicapa e insonorizante que permite aislar el habitáculo con una calidad que no tiene mucho que envidiar a la de un techo duro, tanto por ruido como por climatización. Quizás haya partidarios de los techos duros retráctiles, pero lo genuino es la lona. Con este material, en este vehículo, se ahorran hasta ocho kilos de peso en esa zona. Aun así, los mecanismos eléctricos y los refuerzos de la carrocería introducidos incrementan en unos 95 kilos el peso total respecto al Coupé.
 
Mercedes Clase E Cabrio 2017, foto del techo
 
El techo eléctrico necesita 20 segundos para abrir o replegar la lona con un movimiento marcial, operación que se puede realizar en marcha hasta los 50 km/h. Esta circunstancia resulta muy útil ya que la maniobra se puede completar, por ejemplo, cuando el semáforo se pone verde antes de lo que esperábamos o como nos ocurrió en nuestra toma de contacto. Atravesamos el largo túnel del Mont Blanc, con sol por la parte francesa pero con una traicionera tormenta a la salida en la zona italiana. Y sin necesidad de detenernos (lógicamente está prohibido) nos dio tiempo a cerrar el techo sin mojarnos. 
 
La aerodinámica es vital en un cabrio porque se trata de que el viento sea amigo y no moleste. Tuvimos ocasión de rodar por carreteras y autovías descapotados y lo cierto es que en las plazas delanteras el viento y la rumorosidad apenas molestan. Para ello cuenta en su dotación de serie con el denominado Aircap, un paravientos eléctrico que se despliega en el montante del parabrisas y que funciona en 'coalición' y perfecta armonía con un segundo que se despliega por detrás de los reposacabezas traseros. Opcionalmente se ofrece un tercer paravientos desmontable que se instala en las plazas de atrás y nos priva de poder utilizarlas. 
 
Mercedes Clase E Cabrio 2017, foto interior
 
Lógicamente un cabrio necesita de una buena climatología para disfrutarlo. Dicen los que más experiencia tienen en este tipo de vehículos que la primavera y el otoño son las dos mejores estaciones para ello. Sin embargo, la intención de los que han desarrollado la Clase E Cabrio es que su propietario pueda circular descapotado la mayor parte del año posible. Por eso se incorporan aliados como unos asientos calefactados o el sistema Airscarf, que hace las veces de una bufanda virtual al contar con unas salidas que expulsan aire caliente en la zona del cuello en las butacas delanteras. Así podemos conducir sin techo aunque la temperatura exterior no acompañe demasiado. No fue el caso porque con 36 grados tuvimos que activar la refrigeración en los asientos delanteros, pero lo cierto es que la efectividad del sistema tardó más de lo que esperábamos.
 
 
Cuando nos acomodamos en el interior, el habitáculo comparte los rigores de calidad y estéticos de la variante Coupé, más aún si contamos con el opcional widescreen, formado por dos pantallas de alta resolución que se funden bajo una misma cubierta de cristal. Delante estaremos como en casa; detrás tampoco se va nada mal en las dos plazas que ofrece, y pese a las facilidades que brindan los asientos delanteros eléctricos para retirarse hacia adelante, el acceso con el techo montado es algo incómodo.
 
Mercedes Clase E Cabrio 2017, foto interior
 
El respaldo se puede abatir en dos secciones iguales (50/50) con el fin de ampliar si es necesario la capacidad del maletero, que oscila en condiciones normales entre los 385 litros y los 310 si el techo se repliega. Además, en ese compartimento se monta un estor móvil de seguridad que reconoce si hay equipaje a la hora de descapotar el vehículo, acción muy práctica porque nos evitará tener que bajarnos para colocarlo, como pasaba hasta ahora. Si encuentra algún obstáculo, por seguridad detiene la operación para no aplastarlo.
 
El chasis recurra a las mismas soluciones técnicas que el Coupé. De serie la Clase E Cabrio monta el tren de rodaje Agility Control, que rebaja la altura del chasis 15 milímetros con respecto a la berlina. Sin embargo, en este caso no se ofrece la suspensión 'intermedia' Dynamic Body Control con amortiguación regulable, aunque sí que se puede optar por la sofisticada suspensión neumática Air Body Control.
 
El abanico de motorizaciones contempla cuatro opciones repartidas entre gasolina y diésel. En este caso no se comercializa la variante de acceso en gasolina E200 de 184 CV, por lo tanto la oferta se limita al E300 de 245 CV y al E400 de 333 CV, el más potente ya un V6. En ciclo turbodiésel las variantes son el E220d de 194 CV y el E350d de 258, este último también V6. Los dos más potentes presumen de un sistema de tracción total 4Matic y todos los motores están gestionados por una transmisión automática 9G-Tronic.
 
Mercedes Clase E Cabrio 2017, foto delantera
 
Tuvimos ocasión de rodar con la versión E220d, sin duda la que más éxito tendrá a nivel de ventas en nuestro mercado. El conjunto pesa 1.830 kilos pero su rendimiento es francamente bueno y desde muy bajo régimen empuja con fuerza gracias a los 40,8 mkg de par máximo que ya están disponibles desde 1.600 rpm. Acelera de 0 a 100 km/h en 7,7 segundos, alcanza los 237 km/h de velocidad máxima y homologa un consumo medio de 4,3 litros, aunque durante nuestro trayecto, con dos personas, descapotados y con la climatización funcionando a pleno rendimiento, no conseguimos bajar de los 6,6 litros. El cambio 9G-Tronic es una delicia por su rapidez de respuesta y suavidad en el salto entre marchas, y lo podemos gestionar desde las levas del volante. 
 
Sin techo y con los paravientos de serie desplegados se puede circular a velocidades de autopista (130 km/h en las francesas) sin ningún temor a que nos moleste el aire o los remolinos de viento. Incluso se escucha el equipo de sonido sin tener que forzar el volumen. Con la lona montada parece un milagro que la sonoridad en el interior sea tan baja, aunque lógicamente es superior a la que se registra en la versión Coupé. Y dinámicamente es sobresaliente el equilibrio del que hace gala entre confort y eficacia. Además, con el asistente Dynamic Select podemos variar la personalidad del vehículo gracias a los cinco programas de conducción diferentes que ofrece, Comfort, Eco, Sport, Sport+ e Individual, variando las características del cambio automático, del acelerador, de la función de parada y arranque, de la suspensión...
 
Mercedes Clase E Cabrio 2017, foto dynamic select
 
Antes de entrar de lleno con el equipamiento, destacar un detalle que nos ha llamado la atención. El sistema del limpiaparabrisas inteligente Magic Vision Control, que cuenta con un brazo con eyectores de agua climatizados a ambos lados, incluye una función que reconoce si el techo está replegado, reduciendo en ese caso la cantidad de agua y activando los eyectores cuando el barrido es descendente para evitar que salpique a los ocupantes. Genial.
 
Otro punto a favor es la tecnología en materia de seguridad y conectividad, convirtiéndose en uno de los vehículos más avanzados del momento. Destacamos el asistente Distronic, que es capaz de seguir automáticamente al vehículo que llevamos delante hasta los 210 km/h, manteniendo la distancia de seguridad seleccionada, y con el piloto automático de dirección es capaz, incluso, de afrontar curvas moderadas por sí mismo. También añade una función de reanudación de la marcha en atascos. Por lo tanto estamos un pasito más cerca en cuanto a conducción autónoma se refiere.
 
Mercedes Clase E Cabrio 2017, foto panel táctil touchpad
 
En la dotación de serie la nueva Clase E Cabrio incorpora elementos como los faros LED High Performance, un servofreno de emergencia activo, el sistema Remote Online (conectividad con el vehículo mediante Mercede me), llantas de aleación de 18 pulgadas, una consola central rematada en madera de fresno negro, el piloto de aparcamiento con cámara de marcha atrás o el sofisticado panel táctil Touchpad. En los próximos días os comunicaremos los precios que Mercedes todavía no ha desvelado.
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Publicado el: 01/07/2017
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