Todavía recuerdo cuando comencé con mi blog y lo que me costó ir consiguiendo colaboradores. Pero no me refiero a gente que redacte algo de vez en cuando, si no a empresas que de una forma u otra ayudarán a generar contenido y a lograr un blog atractivo. No fue fácil y fueron muchos email y muchas llamadas las que tuve que hacer, pero conseguí algunos que me han dado muchas satisfacciones. Echando la vista atrás, ahora como redactor de MotorGiga, estoy contento del trabajo que hice. Podría haber sido mejor, no lo dudo, pero estoy muy contento.
Igual de complicado o más es que esos colaboradores sigan al pie del cañón durante mucho tiempo, hay que estar pendiente continuamente, llamarles, escribirles y en definitiva, recordarles que sigues ahí. No obstante, en ocasiones te encuentras con lo contrario, con aquellos que están pendientes de ti y siempre que hay algo interesante te avisan. Precisamente lo que me ocurrió el pasado miércoles día 13 de abril, cuando me llegó un correo que hizo que me subiera la moral a límites obscenos (siempre gusta que se acuerden de uno). ‘Buenas tardes Javi, ¿como estas? Llamame cuando puedas’. Se trataba de Álvaro, responsable de marketing y CRM de Movilnorte, un colaborador que lleva conmigo varios años y cuyas llamadas siempre auguran momentazos.
Como cabe esperar, no tardé ni 10 segundos en responder al correo y 15 minutos después estaba frotándome las manos sabiendo lo que estaba por venir: ‘No hagas planes el domingo que te vas a la bMW xDrive Experience que se celebra en Madrid’.
Las BMW xDrive Experience son un conjunto de actividades donde la firma bávara no sólo te permite conocer y disfrutar de la tecnología y sistemas de tracción total de sus coches en condiciones complicadas, sino que también son pequeños cursos de conducción donde se aprende más de lo que parece, y lo digo por experiencia pues no es la primera ‘experience’ a la que Movilnorte me invita, aunque esta vez estaba el atractivo del ‘off road’, modalidad que tengo muy abandonada. Reconozco que el mayor acercamiento al off road que he tenido fueron algunas cruzadas y charcos más o menos hondos con un Ford Ranger, así que ganas tenía y cada día que pasaba iban creciendo ya que no paraba de llover y el domingo prometía barro, mucho barro, aunque la verdad que hubo mucho más de los que me esperaba. También tenía la curiosidad morbosa de comprobar si un SUV, por muy BMW que fuera, sería capaz de salir bien parado de una situación como la que se estaba planteando, dudas que aumentaron exponencialmente cuando llegue el domingo a La Granjilla, en el Escorial, Madrid. Aquello era un lodazal por el que apenas si se podía andar, era de ese tipo de barro en el que te quedas pegado y además, resbalaba cosa mala.
Tras realizar el pertinente checking no pude evitar acercarme a ver las máquinas que BMW tenía preparadas para la jornada y allí estaba limpita y reluciente toda la gama SUV de la marca, desde el X1 hasta el X6, pasando por el X3, el X4 y el X5. Mientras los iba repasando iba pensando lo mal que lo iban a pasar con esos neumáticos de asfalto tan anchos, sobre todo algunas versiones con el acabado M, aunque adelanto que nada más lejos de la realidad. Así que con esto en la cabeza pasamos al briefing, donde nos contaron las actividades que nos esperaban a lo largo de la mañana y las bondades del sistema xDrive de BMW y posteriormente, nos subimos al primer coche para realizar la primera de las actividades, lo que ellos llaman ‘BMW xRamps’, una serie de obstáculos artificiales ( 4 en total) que reproducen situaciones extremas de conducción. El primero de todos era una rampa especialmente inclinada, cuya subida no planteaba mayor problema que enfilar bien el coche y que llegando un punto, solo ves el cielo, pero la caída, hay amigo la caída… aquí la idea es hacer uso del control de descenso y dejar que el coche trabaje por su cuenta y al principio cuesta no pisar el freno, hasta que te das cuenta de la sensación de seguridad y confianza que ofrece el sistema, muy llamativo y desde luego, tranquilizador. Es muy suave en su funcionamiento y se puede regular desde el volante entre 4 y 25 km/h.
El segundo obstáculo era prácticamente una pared inclinada por la que teníamos que pasar comprobando la tracción y la capacidad de inclinación de los coches, con un ángulo superior a los 45º. Decir que no fui capaz de realizar bien la operación pues entre que el barro dificultaba la colocación del coche y que las ruedas resbalaban en la estructura metálica, no conseguía ‘trepar’ lo suficiente como para poder comprobar nada de nada. En mi defensa, decir que el monitor tampoco fue capaz de realizar la maniobra…
La tercera construccion me parecio un mero trámite, pues la mayor complicación era colocar las ruedas rectas. Era una estructura en V por la que supuestamente, el coche demostraría su rigidez y capacidad de tracción incluso con una sola rueda con adherencia, ejercicio que pasamos como si fuéramos en línea recta sin más, pues según el monitor, con las condiciones reinantes era muy complicado hacer la maniobra. Si lo dice él, será verdad. Así que pasamos al último de los cuatro obstáculos artificiales que BMW había montado en La Granjilla. Simulaba la típica zona donde se producen cruces de ejes (foto de arriba desde dentro), muy espectaculares cuando ves pruebas de todo terreno extremo y que volvía a poner de manifiesto la capacidad de tracción del coche, en nuestro caso un BMW X4, que incluso con varias ruedas en el aire es capaz de traccionar. Sentir como se mueve y cómo se inclinaba el coche sin aparente control me puso un poco nervioso, pero el X4 parecía ir de paseo y lo superó sin aparentes problemas.
Me quedé sin realizar una de las pruebas que prometía ser muy divertida, una de aceleración donde se competía con un xDrive contra un modelo de propulsión, pero el estado del terreno, que ya os he contado, impide realizarla porque el modelo propulsión directamente ni se movía. Perdía tracción continuamente y apenas avanzaba unos metros. Así que fuimos directamente a la última, una de las más divertidas, tanto, que si me dejaran aún seguiría allí dando vueltas sin parar. Lo llaman BMW xDriving y consiste en un circuito donde comprobar cómo los SUV de BMW, totalmente de serie, pueden enfrentar condiciones bastante complicadas. Cierto es que lo visto el domingo no era realmente lo que había planeado la organización pues las lluvias continuas y en abundancia, habían convertido la pradera donde estaba el circuito en un auténtico barrizal, un lodazal completamente resbaladizo donde nuestra unidad, un BMW X1, se comportó muy dignamente y eso que no se podía ni andar por allí. No había charcos, pero era una plasta de color marrón por donde nunca me hubiera metido con un coche como el X1, pero fue realmente divertido y el comportamiento del coche mucho mejor de lo que me esperaba.
No desconectamos en ningún momento los controles al completo, sino parcialmente ya que la idea de la organización era poner a prueba los sistemas del coche y la tracción total xDrive. Si alguna vez tenéis la oportunidad de probarlo, no lo dudéis porque sorprende lo bien que funcionan. No íbamos ni medianamente rápido, era totalmente imposible pisar a fondo el acelerador porque el coche no avanzaba, pero a base de ir regulado con el pedal, podías marcarte unas cruzadas de órdago mientras el coche avanzaba completamente de lado. Era necesario trabajar con el volante, pero mejor os dejo el un video que pude grabar para que lo veais. Decir que era mi primera vez en una situación semejante, pero repito sin dudarlo.
Rematamos el día con una pequeña ruta a los mandos de otro modelo de BMW con tracción total, pero eso os lo cuento en otro apartado.