Hacía ya tiempo que en el sector del automóvil no hablábamos de una alianza entre dos grandes fabricantes. Han tenido que llegar Fiat y Chrysler para romper esta inercia, ya que últimamente estábamos más acostumbrados a las operaciones orientadas a desprenderse de compañías, tal y como ha hecho Ford con sus antiguas filiales británicas Aston Martin, Land Rover y Jaguar, o como hizo Daimler, que se desprendió de Chrysler, y puso fin, de esta forma, a una de las uniones más sonadas de los últimos tiempos. Fiat y Chrysler han anunciado que han firmado una carta de intenciones para formar una alianza y a través de la que la Marca transalpina se hará con un 35% del capital de la norteamericana, mientras que ésta sacará partido mediante el uso de la tecnología de Fiat.
Esta vez ha sido Fiat, capitaneada por Sergio Marchionne, quién ha puesto en su punto de mira al debilitado Fabricante estadounidense Chrysler, al que como se suele decir, le ha tocado la lotería, con esta alianza, ya que la corporación italiana se mantiene fuerte a pesar de la crisis económica y es una de las pocas compañías del sector que registrará beneficio en 2008 y además sus ventas mundiales correspondientes al año pasado no se vieron afectadas en exceso por la debacle económica, con un leve retroceso del 3,6%. De esta forma, la compañía italiana, que presentó ayer sus resultados económicos de 2008, logró un beneficio neto de más de 1.700 millones de euros y matriculó 2,15 millones de vehículos en todo el mundo durante el pasado año.
En mi opinión, la principal beneficiada de este acuerdo será la empresa estadounidense, ya que en estos momentos está atravesando un duro bache, provocado por la caída de las ventas, dado que sus coches tienen un consumo demasiado elevado, entre otras razones. Esta situación ha provocado que el Gobierno de Estados Unidos le haya tenido que conceder un crédito para mejorar su liquidez y evitar la temida bancarrota. Si lo recogido en la carta de intenciones firmada por ambas empresas se cumple, el Fabricante con sede en Michigan, en la ciudad de Auburn Hills, utilizará las plataformas de vehículos compactos de Fiat, lo que le servirá para ampliar su cartera de productos hacia coches más eficientes. Además, también tendrá acceso a la tecnología de los motores de la ‘azzurra’ que tienen un consumo infinitamente inferior que los suyos.
Además de en esos dos aspectos, que son los de mayor relevancia, Fiat servirá de puente de acceso a Chrysler en mercados en crecimiento fuera de Norteamérica, en los que no está presente, y también se beneficiará del apoyo de la empresa presidida por Luca Cordero di Montezemolo para lograr cumplir con el plan de viabilidad de su negocio que está llevando a cabo Chrysler.
Hasta aquí lo que logra la estadounidense de este acuerdo, pero Fiat también saca tajada de esta operación, porque además de contar con un 35% de esta empresa, tendrá acceso a su tecnología y en especial a todo lo relacionado con los 4x4, campo en el que Chrysler es especialista y donde Fiat tiene un largo camino por recorrer, puesto que entraría en un Segmento de mercado en el que hasta el momento no estaba presente. Además, la firma europea podrá acceder al mercado estadounidense del automóvil, el mayor del mundo, en el que no estaba presente de forma activa hasta el momento.