Los primeros resultados de la nueva GM

El que hasta hace poco tiempo era el primer fabricante mundial de automóviles, y que ahora se esfuerza por mantener la segunda posición del ránking, General Motors, acaba de presentar sus resultados económicos correspondientes al tercer trimestre del presente ejercicio (julio-septiembre) y que son los primeros desde que se declarara en suspensión de pagos y de que emergiera después de pasar cuarenta días en esta situación.

Como era de esperar, los datos no son demasiado positivos, vamos que ha perdido más de 1.150 millones de dólares (780 millones de euros) desde que saliera de la suspensión de pagos, el pasado 10 julio, hasta el 30 de septiembre o lo que es lo mismo, en los primeros 83 días como una nueva compañía que ha dejado, o eso dice, atrás los errores del pasado.

A pesar de que los resultados no han sido precisamente positivos parece que el optimismo reina en la sede de la compañía en Detroit, porque todos se aventuran a decir que lo peor ha pasado y que ya están tirando para arriba, puede ser cierto, pero quizá sea un poco pronto para hablar de ello. Una cosa que me ha sorprendido en el informe en el que aparecían los resultados de General Motors es que están adelantando los pagos de los préstamos públicos concedidos por los gobiernos de Estados Unidos, Canadá y Alemania.

La multinacional argumenta que la situación de la economía ha mejorado, que la crisis ya no es tan potente, y que poco a poco la confianza de los consumidores está aumentando, lo que repercute de forma positiva sobre las ventas de automóviles. Por ello, ha decidido devolver cuanto antes el dinero que le habían prestado. Que no es un montante pequeño. En la actualidad, la deuda que mantiene la compañía asciende a 17.00 millones de dólares (cerca de 12.000 millones de euros), de los que parte tendrán que ser reembolsados al Gobierno de Estados Unidos, otra porción a Alemania, y otra más pequeña a Canadá.