¿Por qué hay marcas más fiables que otras? ¿Cómo es posible que los vehículos de hoy en día tarden tan “poco tiempo” en desarrollarse? Una de las razones que da respuesta a ambas preguntas la tenemos en la noticia que nos llega hoy desde Ingolstadt, lugar donde Audi tiene su sede central.
Y es que la marca de los cuatro aros ha anunciado que acaba de realizar su test tipo INKA número 100. ¿Su testo tipo “qué”? INKA son las iniciales ingles de Test Integral en las instalaciones de Karsltein. Se trata de una prueba realizada por Audi Quality Assurance para comprobar la corrosión y el envejecimiento de determinados componentes del vehículo.
El fin último es simular los doce primeros años de vida de un vehículo normal en tan solo 19 semanas, permitiendo sacar valiosas conclusiones. El ensayo de resistencia comprende cinco fases.
Para empezar, el coche recibe una ‘niebla’ de agua salina en una cámara climática a 35 grados centígrados. A continuación se expone a un clima tropical de hasta 50 grados y con una humedad máxima del aire del cien por cien. En la tercera fase, 80 lámparas de alta potencia cada una con una intensidad de 1.200 vatios calientan la carrocería hasta un máximo de 90 grados centígrados. En todo este proceso, los materiales del interior han de mantener su color y no deben quedar quebradizos.
La cuarta fase simula condiciones invernales en el círculo polar. A 35 grados centígrados bajo cero, una máquina con cuatro postes hidráulicos mueve el coche para simular la torsión y tensión de la carrocería y los apoyos del motor que los vehículos soportan al circular en carreteras muy bacheadas.
En paralelo –la fase cinco– los probadores conducen repetidamente los coches sobre pistas especiales al aire libre. Se recorren un total de 12.000 kilómetros con cada unidad, incluyendo las zonas de barro y con medio salino. Al final del ensayo, los inspectores de calidad diseccionan enteramente el coche en unos 600 componentes individuales, revisándolos en busca de posibles puntos débiles.
Audi Quality Assurance realizó el primer test INKA en 2002, si bien el departamento de Desarrollo Técnico ha estado realizando comprobaciones con similares métodos en unidades pre-serie desde hace 40 años.
Las cifras que dejan los 100 test tipo INKA son espectaculares: 322.500 horas de pruebas, más de un millón de kilómetros recorridos, 2.800 ensayos en barro y 1.900 en medio salino.