Todo el mundo coincide en señalar que el Audi A5 es uno de los vehículos más atractivos de los últimos años. Si a su escultural figura añadimos la exclusividad de un techo de lona, el resultado no puede ser más espectacular. El nuevo Audi A5 Cabrio ya está disponible en el mercado, con un precio que parte desde los 54.500 euros y con importantes novedades que le convierten en uno de los modelos más deseados del momento. Nosotros ya hemos tenido ocasión de probarlo.
Viajamos a Jerez de la Frontera para encontrarnos con nuestro protagonista. A escasos metros de la pista del aeropuerto, y perfectamente alineados, nos esperaba una representación variada del A5 Cabrio. Nuestra primera impresión es positiva. Ha ganado presencia y músculo. Resulta más dinámico y deportivo, pero sin perder elegancia. Ahora mide 4,67 metros de longitud, es decir, ha crecido 47 milímetros con respecto a la generación anterior. Y como las comparaciones son odiosas, seguimos: es 8 milímetros más estrecho (1,85 metros), mantiene la altura del conjunto (1,38 metros) y estira 14 milímetros la distancia entre ejes.
Muchos cambios, incluida una nueva plataforma modular longitudinal desde la que nace, pero su personalidad sigue marcada por el tradicional techo de lona al que Audi sigue siendo fiel. Es 19 centímetros más largo que antes y necesita menos espacio para 'guardarse'. Se trata de un techo acústico de mayor calidad, que consta de tres capas y presume de un confort, tanto térmico como a la hora de reducir decibelios, notable. Ya existía antes, pero ahora se ofrece como elemento de serie, reduciendo las diferencias acústicas en el interior con respecto a la versión A5 Coupé. Podemos elegir entre cuatro colores diferentes de lona.
El mecanismo sigue siendo eléctrico y necesita 15 segundos para replegarse y 18 para cubrir de nuevo el habitáculo. La novedad reside en que incorpora una función pulsacional muy práctica. Lo normal es tener que mantener pulsado el mando hasta que se completa la operación. En este caso basta con dar un sólo toque al correspondiente mando y el mecanismo se completa por sí solo, acción muy práctica porque nos permite situar las dos manos en el volante mientras el techo completa su sinfonía de movimiento. Esta función se puede realizar en marcha entre los 6 y los 50 km/h.
Ya hemos comentado que parte desde una nueva plataforma. Todo son ventajas. El trabajo realizado por los ingenieros ha permitido que esta nueva generación sea un 40 por ciento más rígida, y aunque es algo más grande y está mejor equipado, se ha conseguido reducir el peso en 40 kilos con respecto al modelo anterior. Los refuerzos propios de un cabrio y los mecanismos del techo implican un sobrepeso de 150 kilos respecto al mencionado A5 Coupé. El tren trasero multibrazo es completamente nuevo y se contempla una suspensión adaptativa. Los más exigentes pueden optar a un eficaz diferencial trasero deportivo.
Pasamos al interior y en este caso nada nuevo en aspectos como la calidad Premium a la que Audi parece estar abonada. Todo está en su sitio por algo y se cuida hasta el más mínimo detalle.
Sus nuevas medidas han traído consigo una mayor habitabilidad, siendo 26 milímetros más generoso en la cota de anchura en las plazas delanteras y registrando hasta 18 milímetros más de espacio para las piernas en las traseras. Lo cierto es que se nota.
Las butacas delanteras son de nueva factura. En la carta de opciones podemos disfrutar de múltiples reglajes eléctricos, de una nueva función de masaje
neumático y de
un sistema de calefacción a la altura del cuello que nos permite circular sin problemas descapotados aunque la temperatura exterior no acompañe. Y si nos pilla de imprevisto la lluvia, no hay problema porque en la dotación de serie los cuatro asientos se rematan con una piel que repele el agua.
También hay mejoras de calado, como un práctico automatismo que nos acerca los cinturones de seguridad para no tener que 'volvernos'. Y ahora una casi de ciencia ficción. En los cinturones delanteros se han instalado unos micrófonos (tres en cada lado) con el fin de mejorar la calidad del sonido cuando activamos la función manos libres del teléfono, o que las órdenes por control de voz sean más nítidas, vital cuando el techo está replegado y el aire es protagonista.
Detrás las plazas también resultan más holgadas, aunque el confort es inferior.
Los respaldos se puede abatir en dos partes (50/50), incluso desde la zona del maletero. Este es un pequeño hándicap respecto al Coupé (además de ofrecer cuatro plazas frente a cinco), ya que éste último lo puede hacer en configuración 40/20/40. En este caso, por ejemplo, podemos introducir unos esquís en el centro y desplazarnos cuatro personas, algo que no se puede hacer en el Cabrio.
El maletero ofrece 380 litros con el techo montado, y 320 si vamos descapotados. La bandeja de seguridad sube y baja automáticamente, por lo tanto siempre dispondremos de la máxima capacidad. La tapa del maletero se puede abrir con un control gestual del pie, tras moverlo por debajo del paragolpes.
Bajo el capó disponemos de una amplia oferta de motorizaciones. Ya están disponibles las versiones de
gasolina 2.0 TFSI con 252
CV y el poderoso 3.0 TFSI que monta la versión S5 y que eroga 354 CV; en diésel se ofrece un 2.0 TDI con 190 CV, un 3.0 TDI con 218 CV y en septiembre llegará el potente 3.0 TDI con 286 CV. También se incorporará más adelante un 2.0 TFSI con 190 CV. Dependiendo de la versión, el cambio es manual de seis relaciones,
S tronic de siete o Tiptronic de ocho para las dos variantes más potentes en gasolina y diésel. El motivo de apostar por un
convertidor de par en los dos modelos más potentes es su elevado
par motor.
La eficaz tracción total quattro está disponible en toda la gama, salvo en la versión de acceso en gasolina. Se trata de la 'tradicional' que se gestiona mediante un diferencial central autoblocante que reparte el par un 60 por ciento a las ruedas traseras y un 40 por ciento a las delanteras de inicio. Como es lógico esa proporción varía en función de las circunstancias. Posteriormente al lanzamiento, la versión 2.0 TFSI de 252 CV incorporará la nueva tracción total quattro ultra, más eficiente ya que
actúa sobre las ruedas delanteras y en caso de que se detecte una pérdida de adherencia, en milésimas de segundo envía motricidad al eje trasero mediante un embrague multidisco tipo Haldex. De esta manera se ahorra
combustible, puesto que la mayor parte del tiempo no habrá pérdidas por arrastre al desconectarse totalmente el eje posterior.
Comenzamos nuestra prueba y lo hacemo fuerte porque debutamos con el fascinante S5 Cabrio sobre un recorrido en el que, salvo conducción urbana, tenía un poco de todo. En autopista activamos los modos Efficiency y Comfort en el asistente Audi drive select que se monta de serie. No hay grandes diferencias entre ellos, pero el primero cuenta con la función de navegación a vela que detiene el funcionamiento del motor al levantar el pie del acelerador.
Circulamos a 120 km/h con el techo replegado, los cristales laterales elevados y el cortavientos montado, elemento de serie que no permite utilizar las plazas traseras al usarlo. En es escenario podemos mantener una conversación sin esfuerzo o escuchar el equipo de sonido con claridad. A partir de ese momento, si incrementamos la velocidad la acción del viento sí que se deja notar. Por cierto, en un día nublado y con 16 grados de temperatura ambiente, activamos la calefacción en el cuello y en el asiento y no pasamos un ápice de frío.
Afrontamos un tramo más entretenido, con una zona de curvas y lo cierto es que no parece que vayamos en un cabrio. La dirección dinámica (opcional) reduce el trabajo sobre el volante porque todo resulta más directo y por donde se le ordena, pasa. Cambios de apoyo, zonas bacheadas, curvas cerradas... da igual porque enlaza giros con total normalidad y sin balanceos. Antes hemos
activado el modo Dynamic que cambia la personalidad del vehículo al variar el mapa de los amortiguadores, la dirección, el motor y el cambio Tiptronic de ocho relaciones que gestiona los 354 caballos. Sube de vueltas hasta las 6.600
rpm en un suspiro y nos dicen que la velocidad está limitada a 250 km/h y que acelera de 0 a 100 km/h en 5,1 segundos. Lo comprobaremos más adelante, cuando lo examinemos a fondo en nuestro circuito de pruebas, pero es cierto que acelera que da 'miedo' y adelantar vehículos se convierten en un juego de niños. El consumo medio registrado fue de 10,5 litros, aunque homologa 7,7 de media.
Cambiamos de montura. Del sonido espectacular del S5 Cabrio pasamos al 'engañoso'
3.0 TDI de 286 CV, Engañoso porque hay que ser adivino para certificar su naturaleza diésel. Su capacidad de recuperación asombra, mantiene velocidades de crucero inconfesables y el consumo se reduce hasta los 8,0 litros (todavía carece del homologado). Este
propulsor de seis cilindros ha sido totalmente renovado para una mayor eficiencia y todo el sistema de escape es nuevo, aunque, lógicamente, no goza del sonido ni el 'petardeo' del mencionado S5. Esta versión es una auténtica devoradora de kilómetros y combina consumo y prestaciones como pocos modelos similares.
Para entonces no echaremos en falta demasiados
asistentes a la conducción, ya que el A5 Cabrio presenta más de 30 en su dotación. Destacamos un control de velocidad adaptativo con función de conducción en atascos, un asistente predictivo de eficiencia que recoge información del
GPS y nos ayuda a ahorrar combustible, una alerta de tráfico cruzado en la zaga, un asistente de salida de aparcamiento, otro de
reconocimiento de señales de tráfico, una alerta de cambio involuntario de carril, detector del ángulo muerto...
También se ha mejorado drásticamente la oferta en materia de infoentretenimiento. Por ejemplo, incorpora la tecnología Car-to-x, que utiliza la red del teléfono para comunicar y enviar a la 'nube' datos sobre los límites de velocidad, averías, estado de la carretera... con el fin de compartirlos con otros conductores que vayan en un Audi y que circulen cerca. Además, podemos disfrutar de los servicios del Audi connect sin coste los tres primeros años, con conexión 4G y wi-fi.
La gama Audi A5 Cabrio se estructura en tres niveles. Comienza por un acabado Basic que ya contempla un completo equipamiento de serie, le sigue el Advanced que por 3.050 euros añade elementos como el
navegador MMI, llantas de 18 pulgadas, APS trasero, retrovisor interior antideslumbramiento, retrovisores exteriores plegables eléctricameente, Audi smartphone interface, el Audi parking system trasero y los servicios del Audi Connect Safety&Service.
Un escalón por arriba el acabado S line añade faros led, el paquete exterior e interior S line de corte deportivo, llantas de 19 y el sistema de aparcamiento plus, todo por 1.510 euros más.
PRECIOS
A5 Cabrio 2.0 TFSI 252 CV quattro S tronic 58.750 euros
S5 Cabrio 3.0 TFSI 354 CV quattro tiptronic 86.900 euros
A5 Cabrio 2.0 TDI 190 CV S tronic 54.500 euros