La marca vuelve a utilizar un tricilíndrico de 1.4 litros
Audi volverá a equipar un motor de tres cilindros y 1.4 litros de cubicaje en sus modelos más pequeños aunque de momento no indica en cuáles será. Hace unos años ya utilizó un motor con el mismo número de cilindros y centímetros cúbicos en el descatalogado A2, aunque las marcas del Grupo Volkswagen que más lo utilizaron fueron Volkswagen, SEAT y Skoda.
Hoy la marca de los cuatro aros nos presenta este propulsor concebido por el sistema modular diésel MDB del Grupo. Según afirma Audi rinde una potencia máxima de 90 CV y 230 Nm de par motor entre 1.500 y 2.500 revoluciones por minuto. Como novedad, utiliza un cárter de alta resistencia realizado en aleación de aluminio y silicio que reduce su peso en 12 kilos respecto al anterior de fundición situando ahora la cifra en sólo 17 kilos. Tanto los pistones como las bielas han sufrido una reducción de peso. Gracias a toda “la dieta”, se ha logrado que el motor pese un total de 132 kilos.
Como medidas para reducir la fricción y, por tanto, mejorar el rendimiento y la eficiencia de este 1.4 TDI encontramos segmentos mejorados, bomba de aceite variable con tres niveles de presión, doble circuito de refrigerante separando por un lado la culata y por otro el bloque y árbol de levas de alta rigidez y contenido peso. Además equipa un eje que gira en sentido contrario al cigüeñal con el objetivo conseguir un mayor equilibrio del mismo.
El sistema de alimentación de combustible es de tipo raíl común inyectando a una presión de 2.000 bares a través de los siete orificios de los inyectores que están comandados por electroválvulas. Gracias a la elevada presión de inyección se consigue una pulverización de gasoil óptima que mejora notoriamente la combustión por lo que se logran unas reducidas emisiones contaminantes que, por cierto, cumplen con la normativa Euro 6.
Como no podía ser de otra forma, el 1.4 TDI recibe sobrealimentación a través de turbo. También incluye una válvula de recirculación de gases EGR que reduce considerablemente las emisiones contaminantes de óxidos de nitrógeno con el motor a temperatura de funcionamiento en determinadas circunstancias, mientras que cuando el propulsor aún no ha alcanzado la temperatura óptima ayuda a que ésta se consiga más rápidamente.