Los SUV continúan con su imparable escalada en ventas, con una expansión hacia cualquier categoría donde no estén presentes, ocupando las carreteras, los garajes, las revistas y sí, también las pantallas de los ordenadores. Y no hace falta que estés visitando un sitio especializado en motor como MotorGiga, fijate en la publicidad de muchas páginas, te vas a sorprender, ¡¡están en todas partes!! El mercado manda y los fabricantes obedecen, es así de sencillo, si no te lo crees, sigue leyendo porque el nuevo Audi SQ7 TDI no es nada más que el resultado de cómo evoluciona el mercado y de los gustos de los consumidores, para quienes un SUV de entre 400 y 550 CV que solo puede ir por asfalto tiene todo el sentido del mundo. No me mal interpreteis, no digo que sean malos, ni mucho menos, digo que no son deportivos y que un vehículo con el centro de gravedad tan elevado y un peso a juego (por elevado) no son los más adecuados para rodar a más de 250 km/h. Seguramente ya os habréis dado cuenta que me pierde un poco el tema de los SUV pero no por malos vehículos o poco prácticos, sino por cansinos. A este paso se van a convertir en los pantalones pitillo de los coches, no importa que no te gusten o te sienten como una patada, solo podrás comprarte esos pantalones, y no exagero, al paso que vamos, solo tendremos SUV y crossover en las tiendas y sino, fijaos en Renault y sus experimentos de cruce entre monovolumen y SUV… Pero en fin, que vamos a lo que nos ocupa, el nuevo Audi SQ7 TDI, la variante más deportiva y potente del descomunal SUV de Audi. La llegada de este nuevo trasatlántico me ha hecho recordar aquel brutal Audi Q7 V12 TDI, cuyo motor de 6.000 centímetros cúbicos rendía 500 CV, la época de las locuras de Volkswagen y que también vio nacer al Touareg V10 TDI de 313 CV cierto tiempo antes. Este nuevo SQ7 TDI, sin llegar a ser tan bestia, si que disfruta de cilindros, cubicaje y potencia, pues bajo el capó se esconde un V8 de 4.000 centímetros cúbicos capaz de entregar 435 CV, aunque en esta ocasión, la tecnología y los avances dejan un poco en entredicho los anteriores propulsores. Por ejemplo, este nuevo motor de Audi cuenta con un sistema de sobrealimentación muy llamativo y avanzado, por un lado tiene dos turbos convencionales de toda la vida que funcionan de forma secuencial, es decir, hay un turbo pequeño que gracias a su baja inercia funciona mejor a bajas revoluciones y hay otro más grande y cuya inercia es mayor, que entra en funcionamiento a grandes regímenes aportando más empuje y potencia en alta. Pero además, cuenta con compresor volumétrico de funcionamiento eléctrico que complementa el trabajo de los dos turbos. Es sencillo, el compresor funciona siempre el primero y a muy bajas vueltas, el turbo pequeño es el siguiente en entrar en funcionamiento. dejando el trabajo al turbo grande cuando las cosas se ponen más serias; es un funcionamiento escalonado, no funcionan a la vez nunca, siempre por separado y cada uno en un momento en concreto. Audi llevaba tiempo trabajando en esta tecnología de compresor eléctrico y parece ser que finalmente han conseguido ponerlo a punto, porque puede parecer fácil ponerle un motor eléctrico a un compresor, pero es realmente complicado y hay mucho trabajo de por medio. De esta manera, el Audi SQ7 TDI se convierte en el primer modelo de Audi y en el primer coche de producción, en usar un sistema de sobrealimentación eléctrico. Con ese compresor eléctrico lo que buscaba la firma alemana no era solo potencia, sino inmediatez de respuesta eliminando por completo el conocido lag del turbo, que pasa a ser una mera leyenda que sobrevive en modelos de antaño, ahora, el compresor es capaz de responder en 250 milisegundos, haciendo que el motor alcance los mencionado 435 CV, unos respetables 900 Nm entre 1.000 y 3.250 rpm y acelere de 0 a 100 en 4,8 segundos. Es el más deportivo de la gama Q7, así que evidentemente, la puesta a punto general del bastidor es más firme en busca de mayor precisión, toda la que se puede conseguir de un monstruo como este. Tiene unas barras estabilizadoras activas que funcionan mediante unos motores eléctricos que compensan los balanceos de la carrocería de manera independiente, las llantas son de 20 pulgadas (en opción de 22) y puede equipar hasta frenos de cerámica.
Ya sabes que cuando veas uno como éste en el espejo, es mejor que te quites de enmedio, aunque eso sí, la anterior generación sigue siendo mucho más bonita.
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