Audi sabe hacer coches, no hay duda. Si queremos algo más de picante la gama S nos ofrece un plus en este sentido; y si lo que deseamos es prácticamente un vehículo de carreras, entonces hay que pasar por
las instalaciones de RS, el departamento de alto rendimiento de la marca alemana que transforma un Audi en un auténtico pura sangre. Es el caso de nuestro protagonista, el RS 3 Sportback.
El trabajo se centra en la dinámica y en las prestaciones, pero también hay que desmarcarse con más músculo estético, firmando detalles propios en la parrilla, los paragolpes, el difusor trasero, las salidas ovaladas del escape o en un interior en el que se respira deportividad por los cuatro costados. Eso sí, el éxito pasa por disfrutar de un mísil capaz de alcanzar los 280 km/h (si pagamos la opción que acaba con la limitación a 250 km/h que trae de serie) y, a la vez, movernos en un vehículo ‘saludable’ a nivel de confort y sentido práctico en el día a día.
El RS 3 Sportback rebaja 25 milímetros la altura respecto al resto de la gama y amplía en 20 el ancho de la vía delantera. Se ve y se nota. Sin embargo, es el prodigioso motor 2.5 TFSI de cinco cilindros en línea el verdadero protagonista del vehículo. Presume de
inyección dual (directa o indirecta en función de la carga del motor), ahora está construido íntegramente en aluminio (ahorra 26 kilos de peso) e incrementa su potencia hasta los 400 CV (33 más que su precedesor). Además ofrece un par de 480 Nm disponibles desde 1.700
rpm. Ningún compacto llega actualmente a esa cifra.
Cuando arrancamos esta fiera el sonido que mana bajo el capó y por el escape ya nos avisa de sus intenciones, al conductor y a todo aquel que pase cerca de allí.
Toda esa potencia se gestiona por medio de una transmisión automática de doble embrague S tronic de siete velocidades, que contempla un modo estándart y un programa deportivo, y de la sofisticada tracción total quattro.
Iniciamos los primeros instantes por ciudad y sus alrededores. Lógicamente, en el asistente de conducción dinámica Audi drive select seleccionamos los
modos comfort y auto para suavizar las reacciones del cambio, del motor, de la dirección, del sonido del propulsor y de la tracción quattro (también lo haría sobre la suspensión adaptativa magnética que contempla en opción).
Dejamos el lado ‘amable’ de este vehículo, que nos convence, para pasar a su faceta más salvaje. En este caso aplicamos el
programa Dynamic (también podemos jugar a ser piloto y realizar los ajustes en el modo Individual) y la cosa cambia. Todo resulta más rápido e inmediato. Si activamos el asistente Launch Control para protagonizar una aceleración óptima desde parado, en 4,1 segundos habremos alcanzado los 100 km/h y en 22,3 segundos cubriremos el primer kilómetro desde parado, firmando ya 236 km/h. Tampoco será un problema realizar adelantamientos. Supongamos que tenemos que pasar a un 'incómodo' camión en carretera; pasar de 70 a 110 km/h se traduce en 2,4 segundos y sólo necesitaríamos 62 metros de pista libre, es decir, un suspiro.
En ese escenario de máxima exigencia el propulsor nos permite apurar hasta las 7.000 rpm, aunque ya desde 1.500 vueltas empuja como un poseso.
Las levas del cambio nos permiten cambiar de manera secuencial a toda ‘pastilla’ y según sea nuestro grado de destreza al volante, podemos calibrar en dos fases el control de estabilidad para que sea más o menos intrusivo (también se puede desconectar por completo).
La tracción total quattro actúa preferentemente sobre el eje delantero, pero en modo sport pasa motricidad a las ruedas traseras más rápidamente, simulando en ocasiones ser un vehículo a propulsión (en momentos puntuales prácticamente puede pasar el cien por cien de la tracción al eje trasero). Además cuenta con un eficaz control selectivo de par para cada rueda, acción que suma puntos a la hora de analizar su agilidad. Lo cierto es que es una gozada enlazar curvas a toda velocidad porque la dirección es superdirecta (2,1 vueltas entre topes), los balanceos de la carrocería son insignificantes y traza por donde se le dice sin rechistar.
Nuestra unidad cuenta, además, con dos detalles que incrementan la diversión al volante y la eficacia dinámica. De serie el RS 3 Sportback monta neumáticos 235/35 R19, pero nuestra unidad ‘instala’ en las ruedas delanteras unos 255/30 R19, más goma con el fin de que el morro ‘entre’ mejor y la zaga sea más viva.
El segundo guiño racing es apostar por unos sofisticados frenos carbocerámicos en el tren delantero, un capricho que incrementa el precio del vehículo en 5.905 euros y enfocado a ‘zurrar’ sin piedad a este vehículo en un circuito. Por cierto, nuestro protagonista es capaz de detenerser en 51,2 metros desde los 120 km/h. Y todo esto se ‘endulza’ con un sonido que no da tregua e invita a correr, con detalles como un espectacular efecto punta-tacón electrónico que nos hace ‘más piloto’ sin serlo. En cualquier caso, un regalo para los oídos.
Con este nivel de potencia y un peso en orden de marcha que acaricia los 1.600 kilos es complicado hablar de un modelo eficiente, aunque el consumo medio durante nuestra prueba ha sido de 9,5 litros. En este caso cuenta con el sistema Start/Stop y una frenada regenerativa como aliados. Es posible rodar por debajo de los 7,0 litros en carretera a velocidades legales constantes, pero también aparecen los 17 litros en el
ordenador de viaje si nos ponemos nerviosos y pisamos el acelerador con ganas.
Prestaciones, sensaciones, dinámica... y ¿qué pasa en el día a día?. Pues pasa que nos recibe con más confort del que imaginamos, más si porta las espectaculares butacas deportivas opcionales de nuestra unidad, que además de mimo sujetan de verdad.
El habitáculo conserva las cinco plazas y el maletero ofrece un volumen de 335 litros. Destacar el cuadro de mandos Audi virtual cockpit con display de 12,3 pulgadas con tres modos de visualización y el intuitivo manejo del sistema MMI que refleja la información en la pantalla de 7 pulgadas del
salpicadero.
Todo el conjunto se remata con calidad ‘Audi’ y el equipamiento de serie es generoso. Como muestra un botón: cuadro de mandos Audi virtual cockpit, tapicería de cuero en asientos, faros led con intermitentes dinámicos, sensores de aparcamiento delanteros y traseros Audi Parking System Plus, suspensión deportiva RS, equipo de sonido Audi Sound System,
navegador con MMI touch, asistente de programas de conducción Audi drive select, control de velocidad de crucero Tempomat, sensores de luz y lluvia,
llantas de aleación de 19 pulgadas, Audi Connect con SIM integrada tres años, retrovisores plegables eléctricamente, asistente de arranque en rampa,
climatizador bizona...
A pesar de todo presenta algunas lagunas referentes a asistentes de seguridad. Nos explicamos. Después de pagar 63.460 euros, entendemos que no porte de serie, por ejemplo, los sofisticados faros Matrix led, pero parece un despropósito que tengamos que pagar aparte una alerta de cambio de carril o un control del ángulo muerto, elementos que vemos con frecuencia en modelos generalistas como dotación estándar. En cualquier caso, si tenemos fondo de bolsillo disponemos de una carta de opciones que abruma, un atractivo extra a un modelo nacido para correr.