Puede parece un a contradicción, y de hecho lo es, pero bendita contradicción. En una época en la que la industria del automóvil centra sus esfuerzos en cumplir con las expectativas de un cliente medio cada vez más preocupado por los consumos y las emisiones, influenciado por unas cada vez más estrictas normativas medioambientales, existe un pequeño sector poblacional que no se deja seducir por estas tendencias.
Un pequeño sector que busca disfrutar de la conducción y de la exclusividad, apostando por BMW M y BMW M Performance, los representantes de la máxima expresión de deportividad en BMW. Concretamente son ya
368 los afortunados conductores españoles que han podido estrenar algún modelo de estas 2 familias durante la primera mitad del año.
Un registro muy satisfactorio ya que casi alcanza al acumulado al cierre de 2016, un año en el que se vendieron un total de 398 BMW M y M Performance.
A la espera del nuevo BMW M5, el M550i se presenta como el más deporitvo de los nuevos Serie 5
Si echamos la vista por el retrovisor, veremos como la tendencia alcista en las ventas de estos modelos es ya imparable. En apenas 4 años las ventas de los BMW más prestacionales en nuestro país han crecido más de un 200%, pasando de 152 unidades en 2013 a 398 en 2016, y todo ello sin valorar el gran auge que están experimentando en este año en curso.
La creciente oferta de radicales M, compuesta actualmente por M2, M3, M4 Cabrio, M6, M6 Cabrio, M6 Gran Coupé, X5 M y X6 M, unida a la gran familia de modelos M Performance, que ofrecen también diversión asegurada, combinada con unos consumos y unas potencias algo más racionales, hacen que ambas familias sedeuzcan cada vez más a ese pequeña parte de la población española –entre los que nos incluimos- que no está dispuesta a aparcar la pasión.