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BMW Serie 1, análisis asientos delanteros

La unidad de pruebas del BMW Serie 1 contaba con el sistema de apertura y arranque sin llave lo que permite que, con sólo colocar la mano sobre la maneta de la puerta y siempre que llevemos la llave encima, se desbloquee el cierre centralizado. Hay que matizar aquí que este sistema funciona en este BMW únicamente sobre las puertas delanteras, mientras que en las traseras tendremos que recurrir al mando del coche para desbloquearlo. Pero lo verdaderamente llamativo del nuevo Serie 1 es el avance en calidad percibida de los materiales utilizados. Esto podría parecer algo obvio tratándose de un BMW, pero si algo no nos gustaba de la primera generación era el aspecto de los plásticos utilizados. Independientemente de si su calidad era más o menos buena, la sensación que aportaba el interior del primer Serie 1 estaba a nuestro gusto alejada de lo que se espera de un vehículo de su marca y precio, y tal demérito ha sido completamente eliminado en esta nueva generación.

BMW Serie 1, salpicadero

 
Mejorado igualmente ha sido el espacio general que encontramos en el habitáculo, mientras que la posición de conducción se mantiene en los ya excelentes niveles de la generación precedente, con todos los reglajes necesarios para que los usuarios de las más diversas tallas puedan encontrarse a gusto y realizar un montón de kilómetros con absoluto control de todos los mandos y equipamientos del vehículo. Si, como ocurría en nuestra unidad, contamos además con asientos deportivos con de reglaje eléctrico, la situación mejora aún más, obteniendo no sólo el confort de los automatismos sino también de un excelente agarre que se complementa incluso con la existencia de una banqueta regulable longitudinalmente.
 
El sistema start stop fue una de las grandes novedades en la primera generación del Serie 1, siendo uno de los primeros vehículos que lo montaba. Lo que en un principio nos pareció una excelente idea se fue convirtiendo con la aparición de rivales más evolucionados en un mecanismo que no terminaba de funcionar a nuestro gusto, con arranques bruscos y demasiado intrusivo en la conducción, por lo que era muy de agradecer la existencia del botón que permite desconectarlo y que todavía podemos encontrar por encima del botón de arranque de la mecánica. Sin embargo hemos de destacar que también en el start/stop se ha mejorado en el nuevo Serie 1, siendo actualmente mucho más confortable en su funcionamiento.
 
 

 
Para la transmisión pudimos probar en Motorgiga el cambio automático, que mantiene su condición de cambio automático tradicional mediante convertidor de par pero que dispone en la actualidad de ocho relaciones frente a las seis de su predecesor. Lo que no ha variado es el uso manual del mismo en la palanca de cambios, en la que BMW se mantiene fiel a las reducciones hacia delante y el aumento de marchas hacia atrás, una herencia de las primeras generaciones de estos cambios y, sobre todo, del mundo de la competición, lo que a nuestro juicio es todo un acierto en una marca que presume de ofrecer vehículos para aquellos a los que les gusta conducir. El desbloqueo de la palanca para pasar de una a otra posición (marcha atrás, neutro o marcha adelante) se realiza mediante un botón ubicado en el lateral del pomo. Mientras, para utilizarlo manualmente habrá que situar la palanca en el carril izquierdo en el que podremos, mediante cortos toques a la palanca, aumentar o disminuir marchas a nuestro parecer.
 
Entre otras posibilidades de equipamiento del nuevo Serie 1 se encuentra también la suspensión regulable, que se ofrece con la posibilidad de sport, confort, ecopro y sport +, en esta última se puede llegar incluso a desconectar el control de tracción del coche además del control de estabilidad, aunque esta particularidad será solamente aprovechable si somos unos verdaderos sibaritas del volante, pues se trata de elementos de seguridad activa sin los que el control del coche al límite requiere de unos conocimientos de conducción a niveles cercanos a la competición, y siempre sobre carreteras cerradas al tráfico o en circuitos.
 
Para la zona izquierda del volante quedan los mandos del control de crucero así como de algunos otros elementos del sistema infotainment que, además, pueden controlarse mediante el mando rotatorio que existe entre los asientos delanteros. El primer antecedente de este mando apareció hace ya alguna generación del BMW Serie 7 y tuvo muchos detractores -yo entre ellos- por lo engorroso de su uso, pero los ingenieros de la marca tomaron buena nota de ello y actualmente es mucho más fácil e intuitivo, además de haber constituido el ejemplo a seguir por la mayoría de los fabricantes para el control de sus sistemas de entretenimiento a bordo.
 
 
 

 

 
Otros contenidos de la prueba del BMW Serie 1:
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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Publicado el: 18/05/2012
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