Aunque hace muy poco tiempo se ha anunciado en Estados Unidos una versión de gasolina sobrealimentada por turbo del Chevrolet Sonic (Aveo en Europa) para España la motorización más potente es el 1.6 de 115 CV de potencia. No obstante, ya desde la marca (entrevista jefe de producto del Chevrolet Aveo) opinan que será la motorización 1.2 de 86 CV la que aglutine la mayor proporción de ventas, y en esta prueba que hemos realizado constatamos que, efectivamente, este motor puede presumir de ser una más que digna opción cuando se trata de circular por ciudad o recorridos interurbanos no demasiado largos.
En este modelo los equipamientos de las versiones más básicas incluyen diversos elementos de seguridad pasiva -como hasta seis airbag- y de seguridad activa -como el control de estabilidad- aunque lamentablemente no dispone de serie de algo tan básico como el aire acondicionado, que además de ser un elemento de confort también lo es de seguridad, pues el conductor podrá mantener mejor y durante más tiempo su concentración al volante.
Volviendo a la mecánica, los 1.206 centímetros cúbicos de esta mecánica aportan mayor empuje de lo esperado pero también buenas dosis de confort y de frugalidad a la hora del repostaje. Aunque en consumo urbano las cifras puedan ser más elevadas hay que reconocer el mérito de obtener con relativa facilidad medias por debajo de los 7 litros en consumo por carretera, ofreciendo además un tacto agradable al volante.
La experiencia de conducción del antiguo Aveo, todavía basado en un modelo procedente de Daewoo, nos hacía presagiar un funcionamiento del cambio manual no excesivamente bueno, y afortunadamente dicho presagio se quedó en nada, pues el manejo del cambio es una de las características favorables del actual Chevrolet Aveo tanto por la inserción de las marchas como, incluso, por el propio tacto de la palanca.
Aunque hemos constatado la buena voluntad de la mecánica no debemos confundirnos pensando que los casi 90 CV de potencia máxima de este modelo pueden permitir veleidades al volante. Con una cilindrada relativamente baja y sin la ayuda de la sobrealimentación el par motor de este motor no es tampoco para echar cohetes, consiguiendo su potencia máxima a base de aumentar el régimen de giro, por lo que resulta necesario manejar bien el cambio para situar el motor en su zona de buena respuesta (por encima de 4.000 rpm). En estas circunstancias el silencio de marcha que reina en el habitáculo al circular a bajas vueltas queda en segundo plano debido a la mayor sonoridad mecánica, aunque dado que el Aveo está pensado para circular en ciudad y no para ir rápido por carreteras viradas el confort sonoro sigue siendo una de sus buenas virtudes.
La estabilidad del nuevo Chevrolet Aveo parece incluso haber estado por encima del confort al definir las suspensiones, consiguiendo así un coche que, siendo suficientemente cómodo, no desentona un ápice en cuanto a capacidad para circular con total seguridad por carreteras viradas.
Otro punto donde encontraremos buena realización y cuidado en el detalle es en el interior, donde todos los mandos ofrecen un tacto muy agradable y una sensación de acabado muy por encima del antiguo Aveo, que de repente se ha quedado al menos dos generaciones por detrás de su sucesor tanto en estética como en calidad de realización percibida y también real.
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