Al observar el exterior del Freemont cualquier conocedor del mundo del automóvil no podrá por menos que extrañarse al ver el símbolo de Fiat en su frontal, y es que hasta hace poco tiempo la estética del modelo se correspondía con otro nombre; el Dodge Journey. La actual situación de ambas compañías (Fiat y el grupo Chrysler) ha llevado a una estrategia diferenciada en la que algunos modelos procedentes del otro lado del charco se presentan bajo marca europea al igual que modelos nacidos en Europa se comercializan en Estados Unidos bajo marcas americanas. Todo ello se realiza sin embargo con algunas variaciones, y en el caso del Freemont éstas afectan, y mucho, a su interior.
El Fiat Freemont mantiene muchas de las enormes virtudes del Journey, incluyendo su buena habitabilidad, y añade además una sensación de calidad por encima de las buenas sensaciones que ya aportaba el modelo de Dodge que, por cierto, fue uno de los primeros que probamos en MotorGiga (puedes ver el vídeo más abajo).
Vídeo de análisis de interiores del Dodge Journey
En este nuevo vehículo podemos encontrar, dependiendo de acabados y versiones, un sistema de entrada y arranque sin llave, pero también existen muchos elementos de infotainment de Fiat como el control por voz o el sistema bluetooth para el teléfono, y aunque resulta algo pequeña para lo que se estila actualmente y carece de navegador es, sin embargo, táctil. La buena sensación de calidad que comentamos al principio viene además acompañada de una sensación de espacio corroborada por el espacio real disponible tanto para conductor como para acompañante. Con un voltante regulable en altura y en profundidad así como las posibilidades de reglaje de asientos y cinturón (regulable en altura) será complicado que no encontremos una buena postura de conducción independientemente de nuestra talla, y todo ello se realizará con mayor confort si, como ocurría con nuestra unidad, contamos con reglaje automático de los asientos que incluye reglaje lumbar de altura y longitudinal.
Vídeo análisis plazas delanteras Fiat Freemont
Pero donde destaca sobremanera este vehículo es en los mismos aspectos en los que el Journey ya se mostraba por encima de su posible competencia, y es en el del aprovechamiento del habitáculo y los muchos detalles de equipamiento destinados a mejorar la vida a bordo, afirmación ésta que aplica sobre todo a la parte trasera pero que también cuenta con algunos detalles en la delantera. Los sujetavasos ya son habituales a uno y otro lado del Atlántico, tenemos también un pequeño hueco por delante de la palanca del cambio y otro bajo el sistema de infotainment, contando además con los espacios de la guantera y el reposabrazos, aunque en ambos casos los huecos disponibles no son tan amplios como nos esperábamos. Lo que sí sorprende para bien es el hueco que encontramos bajo el asiento del acompañante, un lugar perfecto para dejar impedimenta que queramos dejar oculta a la vista de posibles amantes de lo ajeno.
Los mandos en el volante permiten controlar tanto la información del sistema de infotainment, incluyendo el completo ordenador de a bordo visible en una pantalla frente al conductor, como elementos de conducción del tipo control de crucero, teniendo todos ellos un diseño bastante sencillo e intuitivo, con lo que bastará un pequeño tiempo de adaptación para controlarlo todo sin problemas. En la consola central se encuentran los mandos para un climatizador que no sólo cuenta con posibilidad de ofrecer temperaturas diferenciadas para conductor y acompañante sino que dispone en la parte trasera de mandos independientes e incluso salidas de aire específicas para la tercera fila de asientos. Otro detalle que agradecerán los padres de familia será la existencia de un portagafas en el que se incluye un espejo panorámico para controlar las plazas posteriores.
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