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Fiat Grande Punto

Razones objetivas

Hay automóviles que, por motivos subjetivos más que objetivos, no terminan de despegar en las listas de ventas. El Grande Punto, quizás porque pertenece a una marca no tan valorada como las de procedencia alemana o japonesa, forma parte de ese grupo de vehículos que, objetivamente, merece mayores éxitos comerciales.

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El tradicional nombre Punto de la gama Fiat dio paso al de Grande Punto con la entrada en acción del modelo que traemos a nuestras páginas. Se podría pensar, no sin motivo, que se trata de una lógica denominación para un automóvil que pasa de medir los 3,87 metros del anterior Punto a los 4,03 que mide la actual carrocería del que viene a ser su sustituto comercial. Ahora bien, el claro aumento de tamaño esconde una intención mucho más ambiciosa; la de convertirse en un automóvil con mayor énfasis en el confort, la seguridad, la tecnología y el equipamiento. El Grande Punto quiere marcar diferencias con sus predecesores, y ése es el motivo por el que se ha mantenido parte del nombre pero añadiendo un adjetivo calificativo que aclare su nuevo posicionamiento en el mercado ¿Habrá conseguido Fiat su objetivo?


Resulta casi demasiado común que las sucesivas “reencarnaciones” de los modelos vayan aumentando paulatinamente en tamaño, pero no por ello podemos dejar pasar la ocasión de comentar dichos aumentos de una manera práctica para ser conscientes de estos cambios. El tamaño del nuevo Grande Punto lo ubica claramente entre los nuevos integrantes de su categoría, un segmento que sólo hace unos quince años se mantenía en el entorno de los 3,8 metros y que ha acabado por “engullir” la parcela de los cuatro metros. Una medida esta última que, no lo olvidemos, venía a ser incluso la denominación del segmento de los compactos (Citroën Xsara, Fiat Tipo, Renault 11 o Volkswagen Golf -2ª generación- entre otros).

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Tenemos por tanto que el Fiat Grande Punto mide siete centímetros más de largo que el Fiat Tipo, un automóvil lanzado en 1988 para competir en el segmento de los compactos y que se quedaba en 3,96 metros de largo por 1,7 de ancho y 1,45 de alto con una batalla (distancia entre el eje delantero y el trasero) de 2,54 metros. Comparando estos datos con los del Grande Punto encontramos que este último cuenta con mayor longitud y altura pero resulta un centímetro menos ancho y tiene tres centímetros menos de batalla. La explicación a todo ello, como veremos, se debe a dos características importantes: la preocupación por la habitabilidad y la inclusión de elementos de seguridad pasiva.


El Fiat Tipo supuso en su día toda una revolución porque conseguía de un modo extraordinario el objetivo buscado por la mayoría de sus competidores; ofrecer el máximo espacio interior en una carrocería relativamente contenida. Destacaba así entre sus características una parte trasera en la que, por primera vez en el segmento, se ofrecía espacio suficiente para tres adultos. Ahora bien, no esperéis encontrar el mismo espacio, ni similar, en el Grande Punto, pues los poco menos de dos centímetros de diferencia en anchura exterior se encogen muchísimo en el interior del habitáculo. Y es que aquí es donde entra en consideración la seguridad pasiva.


Los nuevos requerimientos de seguridad exigidos a los automóviles modernos han supuesto un importante lastre tanto para el peso como para el tamaño. Cada vez más equipados con todo tipo de elementos (airbags, sensores de todo tipo, barras de refuerzo…) y debiendo contar con zonas de deformación suficientemente amplias como para limitar al máximo los daños ante cualquier tipo de colisión, los nuevos vehículos han “robado” al espacio interior los centímetros necesarios para conseguir los objetivos comentados. Mientras, el aumento de la estatura media de los ocupantes y la necesidad de crear automóviles aptos para un amplio abanico de compradores también ha llevado al aumento de altura de las carrocerías.


Todo lo comentado viene a explicar así las grandes diferencias en dimensiones del nuevo Grande Punto respecto a su predecesor. El nuevo modelo se adentra por tanto sin complejos en la nueva categoría de los automóviles “pequeños”: vehículos de unos cuatro metros dotados de la última tecnología en mecánicas, equipamientos y, por supuesto, seguridad. Sin embargo, el Grande Punto cumple con una característica extra realmente importante, ofrece todo lo anterior manteniéndose en unos niveles de precio bastante contenidos. Pero veamos todo ello de una manera pormenorizada analizando toda su gama.

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En los escalones más bajos del grupo encontramos las motorizaciones de gasolina de 1,2 y 1,4 litros de cilindrada con sólo dos válvulas por cilindro y potencias de 65 y 77 CV. Estos vehículos, siendo los más económicos, se quedan por debajo de las expectativas a poco que deseemos movernos con soltura por el tráfico rodado fuera del entorno urbano. Sobre todo en el caso del 65 CV, pues cuenta con apenas 100 Nm para mover una masa superior a los 1000 kg. Además tienen a su mayor enemigo en casa, pues basta con añadir 905 euros a la factura final del más económico para acceder al 1.4 16V de 95 CV. Un motor que se muestra no sólo más capaz que sus hermanos de gama, sino incluso brillante en su comportamiento abstrayéndonos de la existencia de otras mecánicas bajo el capó del Grande Punto.


Tenemos así que el precio de partida aconsejable de la gama empieza en unos económicos 12.200 euros (12.700 en la carrocería de cinco puertas) si se trata del acabado Active, pasando a 13.150 si se trata de Dynamic. Por esta módica cantidad de dinero (hablando de coches, claro) obtenemos un motor muy satisfactorio en todo tipo de terrenos. No diremos que no se echa en falta algo de potencia en determinadas circunstancias tales como adelantamientos apurados o la subida de ciertos repechos, pero lo cierto es que el suave funcionamiento del 1.4 ofrece al conductor la oportunidad de disfrutar de la conducción sin tener la sensación de que se ha comprado un coche escaso de motor.


Pero “no sólo del motor vive el coche”, y el equipamiento de serie que encontramos en el acabado Active se queda muy corto para la mayoría de compradores. De una parte tenemos que el control de estabilidad no está disponible ni siquiera opcionalmente mientras que, por otra, debemos pagar nada menos que 1100 euros por el aire acondicionado. En nuestra opinión, los elementos disponibles en esta versión por los que merece la pena aumentar la factura final son los airbag laterales (305 euros) y el comentado aire acondicionado, con lo que el precio final todavía se queda en unos moderados 13.605 euros.


Claro que muchos de vosotros estaréis pensando que se trata de una mecánica de gasolina y que vuestra primera opción es un diésel. Si es así podéis estar tranquilos, existe un motor JTD con tecnología Multijet y 75 CV por unos 700 euros más. Dicha mecánica, protagonista de nuestro análisis individual, será más que satisfactoria para todos aquellos que busquen aunar suficiente potencia con consumos contenidos y un módico precio de adquisición. Sin embargo, tiene la desventaja de no estar disponible en el acabado Sport (que sí lo está en el 1.4 16V), con lo que no pueden montarse elementos como los faros antiniebla o el control de crucero.


Y llegamos así a una versión que debió haber sido la más deseada de toda la gama pero que tuvo un comienzo difícil debido a la inadecuada elección de la transmisión. Desde Nextcar siempre hemos hablado de la importancia que tiene un cambio en el comportamiento general de cualquier vehículo, y el caso del Grande Punto dotado del 1.3 JTD de 90 CV es un claro ejemplo de dicha afirmación. Nacido con una transmisión de seis relaciones, la poco acertada elección de los desarrollos y un funcionamiento impreciso del cambio resultaban argumentos negativos demasiado importantes como para compensar el buen comportamiento de la mecánica. Tanto era así que incluso la versión de 75 CV de la misma mecánica aportaba mejores sensaciones de conducción.


Desde Fiat han sabido reaccionar rápido ante esta situación y, a pesar del poco tiempo que lleva en el mercado, se ha cambiado la antigua transmisión de seis relaciones por un cambio de cinco marchas con mejor funcionamiento y, sobre todo, con unos desarrollos más acordes al funcionamiento de la mecánica. Si en el número tres de Nextcar hablábamos de un automóvil en el que “el cambio es algo impreciso y su respuesta lenta” hoy podemos afirmar que el Grande Punto de 90 CV ha mejorado muchos enteros en este importante elemento mecánico.

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Otra ventaja del motor diésel de 90 CV está en la disponibilidad del acabado Sport, en el que encontramos de serie prácticamente todos los elementos que podemos desear en un automóvil de este segmento. Destacando así elementos tan importantes como el climatizador, los mandos en el volante del equipo de sonido y del teléfono, los airbag laterales y de cortina o el control de estabilidad. Además, podemos optar también por la versión Dynamic y montar opcionalmente los elementos que más satisfagan nuestras necesidades.


Como colofón a la gama del Grande Punto se sitúan dos versiones del motor 1.9 de gasóleo con potencias y acabados diferenciados: el 1.9 JTD de 120 CV en acabado Emotion y el mismo 1.9 JTD pero en versión de 130 CV y acabado Sport. Ambos motores serán del agrado de los conductores más activos, destacando por un funcionamiento bastante suave para ser de gasóleo y con una sensación de fuerza que comienza por encima de las 1.600 rpm y no acaba hasta algo por encima de las 4.000 rpm.
La gran diferencia entre ambos no se encuentra por tanto en el comportamiento mecánico. Ni siquiera existen elementos importantes del equipamiento que hagan diferir a uno del otro. Se trata más bien de una opción estética diferenciada en la que el Emotion se destina a conductores más enfocados al confort y el Sport hacia los más deportivos. Estéticamente el Sport cuenta con unos unos acabados diferenciados para aportar una imagen mucho más dinámica y juvenil, mientras que el Emotion cuenta con prácticamente todo lo necesario para hacer más cómoda y elegante la vida a bordo.

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La igualdad en lo que ofrecen ambos acabados es tal que incluso hemos podido ahorrarnos la tabla comparativa de los datos de equipamiento de seguridad porque, simplemente, el Emotion coincide en dicho apartado con el Sport, siendo prácticamente igual en el caso de la tabla de confort. En esta última la única variación se encuentra en la rueda de repuesto, ya que el Sport cuenta con unas llantas de mayor diámetro que obligan a prescindir de la rueda de repuesto convencional y sustituirla por un kit antipinchazos.
 En definitiva, a la gama del Grande Punto puede achacársele falta de versiones de gasolina de carácter deportivo así como la existencia de motores de entrada poco satisfactorios también con dicho combustible. Sin embargo, no debemos olvidar que el gran volumen de ventas del segmento se sitúa en las motorizaciones de gasóleo, mientras que los motores de gasolina más demandados están en el entorno del 1.4 16V del Grande Punto. Así, este modelo de Fiat se encuentra en el centro justo de la demanda comercial y, además, lo hace con unos precios realmente atractivos. En nuestra opinión se trata de uno de esos modelos que cuentan con un éxito de ventas inferior al merecido objetivamente considerando lo mucho que aporta.

Etiquetas: diésel, fiat, gama, gasolina
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Publicado el: 01/12/2006
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