Con una herencia de más de 40 años, el Honda Civic es el modelo más reconocido de la marca. Piedra angular en el desarrollo de la firma japonesa, llega ahora la décima generación, un modelo completamente nuevo que ofrece un diseño más deportivo y agresivo, una habitabilidad sobresaliente, estrena unos eficientes motores de gasolina y se rodea de una tecnología y un equipamiento mucho más avanzados.
Basta sólo con echar un vistazo para comprobar que el nuevo vehículo tiene más presencia. Nace desde una nueva plataforma desarrollada para la ocasión y distribuye las líneas de su atlética carrocería de otra manera.
Es 130 milímetros más largo (4,52 metros), 30 mm más ancho (1,80) y 20 mm más bajo (1,43). También la distancia entre ejes se incrementa hasta los 2,70 metros. Si a esta nueva 'planta' añadimos una reintepretación de su diseño, un considerable ahorro de peso (desde 1.350 kilos en orden de marcha) y una aerodinámica récord, no cabe duda de que su desarrollo se ha realizado desde una hoja en blanco.
También el interior nos ha sorprendido. Se abandona el 'galáctico' cuadro de mandos del modelo anterior y se apuesta por uno más comedido con una esfera central digital que acumula gran parte de la información.
La sensación de calidad es mucho más evidente, con detalles como una pantalla táctil de siete pulgadas presidiendo el
salpicadero. En la consola central hay una especie de 'cueva' para dejar objetos que no se cubre en su totalidad.
El puesto de conducción se ha rebajado 35 milímetros para contribuir a un
centro de gravedad más bajo del conjunto y la
visibilidad se ha mejorado gracias a unos pilares A (delanteros) más estrechos.
La habitabilidad es más generosa y resulta más palpable en las plazas traseras, en las que se han ganado 20 mm a nivel de los hombros y hasta 45 mm en el espacio para las rodillas. Tampoco es un problema la altura, a pesar de la pronunciada caída del techo, y lo peor de la plaza central es el voluminoso túnel que nos encontramos, ya que el mullido de la banqueta y del respaldo es blando. Eso sí, la nueva plataforma impide seguir contando con la función Magic
Seat que permitía elevar la banqueta para introducir objetos largos en vertical.
El maletero también se sitúa en el grupo de los privilegiados gracias a los 478 litros de capacidad. Las versiones con acabado Sport y Sport Plus reducen esa capacidad en 58 litros debido a que no presentan el amplio hueco disponible bajo el piso. El llamativo doble escape con salida central lo impide. En cualquier caso hace gala de un espacio muy diáfano y aprovechable. Nos ha llamado la atención el estor cubre-equipaje, que se repliega de manera transversal (a lo ancho) en lugar de hacerlo hacia el respaldo. En cualquier caso es algo endeble.
El chasis recurre a un esquema McPherson en el eje delantero, aunque la novedad reside en la incorporación de una solución multibrazo detrás, tecnología más sofisticada que el eje de torsión que montaba hasta ahora. Además de ahorrar hasta 8 kilos de peso en el conjunto de la suspensión, se ha mejorado la resistencia al
balanceo hasta en un 32 por ciento. Además presume de unos amortiguadores controlados electrónicamente asociados al motor de gasolina más potente que permiten elegir entre dos tarados diferentes: Normal y Dinámico. Es una evolución del sistema que monta el actual Civic Tourer en el eje trasero.
Bajo el capó todo son estrenos. Los de peso llegan de la mano de la gasolina, pero también en diésel anuncia novedades. Los primeros corresponden a dos versiones VTEC turboalimentadas y con inyección directa;
la de acceso es un tricilíndrico de un litro que rinde 129 caballos y 200 Nm de par máximo, mientras que la más potente nace desde un bloque 1.5 de cuatro cilindros que eroga 182 CV y 240 Nm. Ambas motorizaciones se asocian a una caja de cambios manual de seis relaciones, aunque en ambos casos también se ofrece la posibilidad de montar una transmisión automática CVT con variador continuo y un mapa de siete velocidades simuladas. Si elegimos esta opción el
par motor se reduce en 20 Nm en los dos motores.
Se ha trabajado a conciencia en la eficacia del
turbo, la refrigeración, la fricción interna y en la inyección para desarrollar estos nuevos motores.
También es así en el caso del diésel. Sabemos que será el mismo bloque de 1.6 litros y que llegará a finales de año, pero todavía no se han revelado datos de potencia, prestaciones o consumos. Estaremos atentos.
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En nuestra toma de contacto debutamos con la versión 1.0 VTEC asociada a la caja CVT. No es mala opción, ni mucho menos, pero ha sido la que menos nos ha convencido. Los 129 caballos son gestionados de una manera suave y muy eficiente por el variador continuo, una solución perfecta si nos movemos por el entorno urbano o por carretera sin 'prisas'. Si incrementamos el ritmo ya es otra cosa. La rumorosidad del motor se dispara y el desagradable efecto de 'patinamiento' se acentúa. Si actuamos sobre las levas del volante y apostamos por el programa deportivo que nos ofrece la caja, el efecto se reduce un tanto, pero sigue sin convencernos del todo. No queremos decir que sea una mala solución, sólo comentar que está enfocada a conductores y condiciones de uso de perfil digamos que muy sosegado.
Posteriormente nos ponemos al volante del mismo motor con el cambio manual. Sinceramente no parece que hablamos del mismo bloque de tres cilindros. Suena cuando le forzamos, pero incluso el sonido parece más deportivo.
El tacto de la palanca, con un guiado preciso y corto, invita a cambiar constantemente. La rumorosidad se reduce considerablemente y la respuesta es más rápida. Sube hasta las 5.600
rpm sin desfallecer (en ese instante se produce el corte de la inyección), y recupera con ganas desde bajo régimen, gracias al trabajo y poca
inercia del pequeño turbocompresor. El consumo medio homologado es de 5,1 litros. Nuestro contacto se produjo en una zona de montaña, con climatología adversa y sin hacer mucho caso a la eficiencia, por eso se disparó hasta los 8,3 litros. Cuando tengamos el vehículo en 'casa' daremos las cifras de consumo con mayor rigurosidad.
Y para el final, la guinda. La versión manual 2.0 de 182 caballos de potencia ya son palabras mayores. El sonido del motor es más 'redondo' y la respuesta al acelerador mucho más rápida. Es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 8,2 segundos y, a la vez, recuperar desde 1.900 rpm casi como un diésel. Es una delicia comprobar como sube hasta las 6.500 vueltas. Sus prestaciones convencen, pero lo que más nos gusta es el tacto general de la dirección, directa y precisa, del cambio y su compromiso en marcha. Apenas balancea, su rodar es suave y filtrado, y marcha por donde se le indica. Agil y divertido en curva, también resulta confortable y estable en un rodar más tranquilo por autopista gracias a la pisada más generosa de la que hace gala este nuevo modelo. En este caso también se ofrece la caja CVT, opción que incrementa el precio en 1.300 euros.
Por último, destacar el esfuerzo realizado en materia de seguridad y conectividad.
De serie en toda la gama se ofrece el denominado Honda SENSING, tecnología que combina el trabajo de un rádar y una cámara situados en el frontal. Incluye un sistema de prevención y mitigación de impactos, un aviso de colisión frontal, una alerta de cambio involuntario de carril con corrección de la trayectoria actuando con pequeñas correcciones sobre la dirección, un control de velocidad de crucero adaptativo, un sistema de reconocimiento de señales de tráfico o un control de velocidad inteligente en función de los límites de velocidad. La dotación se completa con otros elementos, como un control del ángulo muerto, una alerta de tráfico cruzado en la zaga, un control de la presión de los neumáticos o una cámara de visión trasera.
Además se han mejorado las prestaciones y servicios del sistema Honda Connect gracias a la nueva pantalla táctil y a una integración más completa e intuitiva del smartphone con el vehículo.
El nuevo Civic cinco puertas llegará al mercado en marzo. Lo hará con siete niveles de acabado, cuatro para la versión 1.0 VTEC, que parte desde los 22.140 euros, y tres asociadas al motor 2.0 VTEC, cuyo precio oscila entre los 26.880 y los 31.120 euros. En mayo debutará el Civic sedán, mientras que la variante Coupé no se contempla finalmente para Europa. La garantía es de cinco años sin límite de kilometraje.