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Hyundai i40, análisis asientos delanteros

Al adentrarnos en el mundo del Hyundai i40 en la zona del conductor lo primero que puede llamar la atención es el cuidado diseño de todo el conjunto. Esta primera impresión será de absoluta sorpresa si el último Hyundai al que hubiéramos subido fuera de hace dos generaciones, pues los actuales modelos de la marca nada tienen que ver con aquellos vehículos que, sin estar mal realizados, eran algo espartanos con respecto a la competencia y dejaban ver materiales de no demasiada calidad. 

Salpicadero Hyundai i40

 
En la versión más equipada del i40 comercializado en nuestro país se ofrecen cinturones con regulación en altura en las plazas delanteras y asiento del conductor regulable eléctricamente en longitud, altura y lumbar, contando además con un acabado en piel para todos los asientos. Por cierto, que la piel actual deja en muy mal lugar aquellos símil piel que se ofrecían en la propia marca -y en otras supuestamente de mayor empaque- hace unos años.
 
Según las versiones y equipamiento podremos tener también un sistema de entrada y arranque sin llave con el que procederemos a pulsar el botón de la consola para arrancar el vehículo. Al ponerse en marcha la mecánica el salpicadero también "cobra vida", mostrando varias luces muy llamativas. Curiosamente, al apagar el motor el vehículo parece decirnos adiós mediante una melodía que acompaña al apagado total de todas las luces.
 
El buen diseño general es otro de los puntos favorables del conjunto. Simétricamente pensado entre las zonas izquierda y derecha, toda la información con la que se encuentra el usuario está plasmada con pictogramas llamativos y visibles, además de un volante con mandos para manejar prácticametne todas las opciones del infotainment, del ordenador de a bordo y del control de crucero, con lo que se facilita su utilización y aporta buen confort de uso y mayor seguridad activa. Sin duda igualmente positivo es la buena cantidad de huecos que encontramos en todo el habitáculo para dejar impedimenta, como también es favorable la existencia de conexiones usb o de toma auxiliar, aunque esto es algo que encontramos ya en prácticamente cualquier automóvil actual.
 
 

 
Uno de los huecos presentes se sitúa entre los asientos delanteros, cubierto con una persiana de buen tacto que da acceso a una zona que se nos antoja ideal para dejar llaves o teléfonos, aunque es igualmente el lugar donde se aloja el cenicero y los ya tradicionales reposavasos. Por detrás del comentado hueco el reposabrazos también da acceso a un cajón bastante amplio. Lamentablemente el reposabrazos no dispone de regulación por lo que, si no está en la zona que deseamos, no hay modo de variarlo.
 
Entre los aspectos menos favorables podemos comentar la ausencia de regulación del reposacabezas en longitud para acercarlo o alejarlo de la cabeza y, al menos en la unidad de pruebas, un sistema de anclaje de los cinturones de seguridad algo caprichoso con el que deberemos abrocharnos muy bien si queremos que se mantenga en su sitio. Algo que tampoco parece haber mejorado en los nuevos modelos, no sólo de Hyundai sino de prácticamente todas las marcas, es la utilización de manuales "mastodónticos". En el caso del i40 el manual del navegador es tan grande que prácticamente ocupa toda la guantera, limitando así la capacidad de la misma. Cierto que se puede dejar en casa pero... ¿y si de repente tenemos un problema? La solución de BMW de ofrecer un sistema de información en el propio infotainment nos parece que debe ser el camino a seguir en el futuro por el resto de fabricantes.
 
Algunas curiosidades que dejan claro el cuidado al detalle en el i40 son, por ejemplo, la existencia de un portagafas en el techo que, efectivamente, tiene hueco suficiente para dejar gafas normales -lo que es mucho menos habitual de lo que pudiera parecer-, el aprovechamiento de todos los espacios, incluyendo pequeños huecos en los laterales de la zona central del salpicadero, redes para dejar impedimenta e incluso la posibilidad de cerrar la guantera con llave, lo que cada vez es menos habitual.
 
 
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Publicado el: 14/05/2012
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