Es momento para arrancar el Niro y emprender camino. Para ello presionaremos el botón de start y, aunque inicialmente no percibiremos sonido alguno, ya estaremos en disposición de iniciar la marcha. Esto es debido a que arranca siempre en modo eléctrico, sin necesidad de accionar el motor térmico.
Salvada esta interesante particularidad, deberemos de engranar D en la palanca selectora del cambio. Un cambio bastante diferente al de otros híbridos rivales, al ser un cambio manual robotizado de doble embrague y 6 velocidades, similar al conocido DSG de Volkswagen. Una diferencia más importante de lo que puede parecer, pero que permite una conducción mucho más dinámica, disponiendo incluso de 3 modos de funcionamiento: D, S y secuencial.
Prueba dinámica en vídeo
Un buen reparto de peso y un esquema de suspensión muy correcto permiten que podamos sacarle un gran partido a este sistema híbrido de 141 CV de potencia conjunta. Una situación en la que también tiene mucho que decir la mencionada transmisión de doble embrague, pudiendo llegar a alcanzar incluso ciertas sensaciones de deportividad.
Hasta 3 modos de funcionamiento: D, S y secuencial
El consumo homologado por la versión que pudimos testar se sitúa en los 4,4 litros en régimen mixto. Durante la prueba, realizando un tipo de conducción normal el consumo se situó en el entorno de los 7 litros. Una cifra que, como siempre decimos, es fácilmente mejorable al no ir practicando una conducción especialmente económica. Es por ello que hablamos de unas cifras muy razonables para un vehículo de estas características.
Para concluir
En resumen, podemos decir que el nuevo Kia Niro resulta muy agradable en todos los sentidos. Cuenta con capacidad para realizar una conducción económica cuando sea necesario a la vez que ofrece un potencial más que suficiente para una conducción más ágil. Tampoco le falta confort ni tecnología, así que nos encontramos ante un vehículo muy recomendable.