Hacer un análisis del interior del Range Rover Evoque puede llevar a errores graves por el tema de los equipamientos. Y es que debemos saber que todas las marcas matriculan como vehículos de prueba las versiones más equipadas con el lógico objetivo de hacer que los usuarios -es decir, los probadores- se lleven una sensación lo más favorable posible. Por supuesto que a nosotros nos toca posteriormente verificar el equipamiento básico de cada vehículo en concreto, pero lo que no podemos hacer por más que queramos es abstraernos de la sensación que se nos queda al probar la unidad en cuestión. El caso del Range Rover Evoque es un poco especial por el hecho de ser un automóvil que puede personalizarse casi hasta el extremo, resultando difícil así separar la realidad del coche de pruebas de la que se lleva un usuario al pasar por el concesionario. Por este motivo es importante para este vehículo revisar el post de Range Rover Evoque, análisis de precio y equipamiento.
Y ahora podemos dar paso al análisis de las plazas delanteras del Range Rover Evoque. Con el sistema de entrada y arranque sin llave (opcional, algo más de 1000 euros), el botón de arranque permite poner en marcha la mecánica sin necesidad de mantener dicho botón apretado. Una sola pulsación bastará para que el vehículo "nos de la bienvenida" encendiendo toda su parafernalia de luces del sistema de infotainment y, en el caso de la versión automática, subiendo automáticamente la rueda que maneja el cambio y que se ubica entre los asientos delanteros. Con los asientos regulables eléctricamente que son de serie en las versiones superiores, alcanzar la mejor posición de conducción sólo requiere un poco de tiempo, regalándonos posteriormente con un excelente confort de marcha.
Debemos felicitar a los ingenieros de la marca por haber creado un volante en el que, a pesar de poder manejar una gran cantidad de sistemas como el teléfono vía bluetooth, el control de crucero, la radio u otros elementos del infotainment, se consigue una gran sencillez de manejo. Cualidad que resulta aún más destacada cuando hablamos, como es el caso, de la versión dotada de cambio automático, en la que también existen levas ubicadas tras el volante. Por si fuera poco la ubicación y el tacto del volante también destacan de manera favorable.
La misma alabanza por la capacidad de unificar gran cantidad de tecnología y posibilidades con la sencillez de manejo hay que hacer a la zona central del salpicadero. Bajo la pantalla central tenemos los controles del climatizador -además del mando rotatorio del cambio- y unos pocos botones como el freno de mano, el de desconexión del control de estabilidad y el de conexión/desconexión del control de descenso de pendientes. Por detrás del cambio se sitúan las diferentes posibilidades ofrecidas por el Terrain Response.
El sistema de infotainment dispone de varias funciones que pueden manejarse tanto en la pantalla táctil como en varios botones ubicados en las zonas laterales exteriores de la misma o en el volante. Mientras existe un mando específico para la radio situado justo por encima de los mandos de climatización. Entre los asientos se encuentra un gran hueco con cortinilla en el que hay dos posavasos y el propio reposabrazos da acceso a una guantera central en la que hay toma USB y también toma auxiliar. En general el Evoque destaca por lo bien realizado que está en su conjunto, con mucha tecnología a disposición del conductor -aunque parte de ella hay que pagarla opcionalmente- pero arropado también con materiales de calidad y muy buenas terminaciones.
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