El benjamín de los modelos sedán de Lexus estrena en el Salón de Pekín imagen tal y como nos adelantaba el propio fabricante nipón mediante un escueto teaser, muy en la línea -en cuanto a lo escueto- de lo que podemos ver en el vehículo en sí, que recibe unos cambios muy tímidos.
Empezando por uno de los detalles que ya podíamos intuir con el teaser, las ópticas, debemos decir que tanto las delanteras como las traseras cambian de imagen. Las delanteras adoptan una forma más irregular en la parte superior, mientras que en el caso de las traseras la alteración es de colores, ganando terreno el rojo.
Otra de las conclusiones que sacábamos del adelanto era la llegada de un nuevo paragolpes, como así ha sucedido. La característica parrilla frontal, marca de la casa, gana terreno, como también lo hacen las tomas de aire de los laterales del paragolpes, logrando un aspecto mucho más radical y netamente deportivo.
El resto de los cambios que recibe pasan por la llegada de nuevos colores exteriores o nuevas llantas. En el interior hay que destacar la presencia de una mayor pantalla para su sistema de infotainment, siendo ahora de 10,3” pulgadas frente a las 7 que tenía la actual. También se ha simplificado el manejo de dicho sistema con mejoras en los controles.
El apartado mecánico, como se suponía, se ha mantenido intacto. Por tanto, en el mercado español continuará estando disponible tan solo el Lexus IS 300h, un híbrido de 223 CV de potencia.