La belleza de la conducción pura
Ya hace un par de meses que Mazda presentó en Barcelona el modelo más icónico de su gama, el Mazda MX-5. Se trata sin duda de un automóvil de culto que va ya por su cuarta generación y que encuentra su razón de ser en la imagen de marca mucho más que en el volumen de ventas, aunque no hay que desdeñar las posibilidades de este modelo a nivel mundial.
A pesar de los duros momentos que ha estado viviendo nuestro mercado, o quizás incluso por ello, Mazda está viviendo un momento dulce en el que puede presumir de haber aumentado sus ventas en más de un 50% (cifras acumuladas 2015 hasta agosto) cuando el mercado total hizo lo propio pero en un 22%. De hecho, las ventas de Mazda se situaron en más de 15.000 unidades hasta dicho mes cuando en el 2012 no llegaban a las 5.000.
La acogida del Mazda CX-3 está siendo muy buena
Pero todo este baile de números se debe principalmente a la buena acogida de los Mazda CX-3 y Mazda CX-5, que suponen ellos más de la mitad de las ventas de Mazda, mientras que el especial MX-5 añadió unas escuetas 190 unidades al monto total de la marca. La nueva generación se presenta para mejorar estas cifras, pero no con expectativas de convertirse en un best-seller, sino con el objetivo puesto en mantener su tradicional posición de coche de culto.
Las expectativas de Mazda para el primer año de ventas del Mazda MX-5 no son espectaculares, teniendo como objetivo 250 unidades de las que un 40% serán con el motor más potente frente al 60% de la versión de entrada.