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Prueba express nuevo Mazda3

Por Gregorio Arroyo

imagen trasera mazda3 sportsedan

El Mazda3 siempre ha sido un modelo de peso para la marca en España, aunque el empuje de los SUV Mazda CX-5 y Mazda CX-3 le han restado protagonismo y relegado al tercer puesto en las ventas. El modelo compacto se actualiza ahora con numerosos cambios y mejoras, muchos sí, pero nada radicales para seguir con una línea muy continuista, la misma que en su día afrontó el Mazda6.

El compacto 3 siempre ha gozado de un tacto general de coche 'grande'. No hay que olvidar que comparte plataforma con el 6 y el CX-5. Ahora gana puntos con la introducción de novedades en dinámica, confort y equipamiento. También se renueva con sutiles cambios de aspecto que salpican a la parrilla frontal, los faros delanteros o los retrovisores, que ahora incorporan luz de intermitencia. La carrocería con cinco puertas también modifica el paragolpes trasero. Hay que tener en cuenta que este modelo se comercializa con dos tipos de carrocería, cinco puertas y SportSedan. Ambos comparten la misma distancia entre ejes, pero el último crece hasta los 4,58 metros (es 11 centímetros más largo) y ofrece 419 litros de maletero, 55 más que el hatchback.
 
imagen salpicadero Mazda3
 
También cuando nos acomodamos en el interior comprobamos que hay pequeñas diferencias, de las que se ven y de las que se sienten. Las butacas delanteras gozan de una mayor sensación envolvente y sujetan lateralmente de manera más progresiva. Por su parte, el volante presenta unos radios más delgados y una mejor ergonomía de los mandos que gestionan el control de crucero, el teléfono, el equipo de sonido o el ordenador de viaje. También presume de una mejor sensación de agarre y ahora está calefactado, aunque las unidades que llegarán a España no contemplarán finalmente esta opción.
 
imagen head up display mazda3
 
Se ha mejorado la calidad de los acabados, revisado la grafía del cuadro de mandos y el Head up Display situado por encima goza ahora de una mayor definición, ya es en color e introduce más información, como un lector de señales de tráfico que nos avisa de los límites de velocidad por donde circulamos.

El sentido práctico también se multiplica al presumir de unos huecos en las puertas más generosos y una consola central más útil gracias al estreno de un freno de estacionamiento eléctrico, mucho más actual y que libera un espacio precioso en esa zona. Ahí encontramos un mando giratorio con mandos satélite que sirven para gestionar la información de la pantalla de siete pulgadas del salpicadero. Esta es táctil sólo cuando el vehículo está detenido, por motivos de seguridad.
 
imagen lateral mazda3
 
No hay cambios en cuanto a la oferta mecánica se refiere. Los motores con tecnología SKYACTIV-G de gasolina 1.5 de 100 CV y las dos variantes del bloque 2.0, con 120 y 165 CV, siguen tal cual. También los turbodiésel 1.5 de 105 CV y 2.2 biturbo de 150 CV, pero en estos últimos sí que se han introducido tres tecnologías enfocadas a ajustar la respuesta del motor en condiciones de carga ligera (High-Precision de Boost Control), a reducir las vibraciones (Natural Sound Smoother) y a limitar la rumorosidad (Natural Sound Frequency Control). Si a esto sumamos un mayor esmero en materia de insonorización del conjunto, al incorporar materiales aislantes adicionales en las puertas o en el túnel de transmisión, el confort acústico en el habitáculo ha ganado puntos.

Para el cambio se apuesta por cajas manuales o automáticas con convertidor de par, ambas de seis relaciones. Esta última está disponible en los dos diésel y en el gasolina de 120 CV. La transmisión automática estrena la función Drive Selection que consta de un mando junto a la palanca que permite accionar el modo Sport. Al hacerlo se cambian las características del rendimiento del motor y del salto entre marchas para mejorar el rendimiento. Este asistente no está disponible en los diésel.
 
imagen delantera mazda3 sportsedan
 
También el chasis ha recibido mejoras para reforzar el comportamiento dinámico y el confort de marcha. Los cambios afectan a los amortiguadores y a la barra estabilizadora, pero la gran novedad es la incorporación del denominado G-Vectoring Control. Este avanzado control vectorial de par utiliza la información del motor, de la transmisión y del chasis para optimizar la tracción en curva. También monitoriza la posición de la dirección y del acelerador, transfiriendo el peso al eje delantero e incrementando, por lo tanto, el agarre del neumático delantero exterior.

Tuvimos ocasión de probar todas estas mejoras del Mazda3 durante la presentación internacional a la que tuvimos ocasión de acudir. Elegimos la versión de gasolina 2.0 de 120 CV con cambio automático. Nos gustó el confort de marcha y agrado de conducción en ciudad y sus alrededores, y también nos sorprendió el cambio de carácter al accionar el mencionado modo Sport. Al hacerlo todo va más rápido y nos permite sacar más 'jugo' al propulsor. Si apostamos por cambiar de manera secuencial, lo haremos con todas la consecuencias, ya que no cambiará por sí mismo como sí hacen otros rivales para proteger la mecánica. Si apuramos llegará al corte, pero no subirá de marcha. Quizás lo menos atractivo sea que en conducción deportiva la sonoridad del conjunto se incrementa más de lo que esperábamos.
 
imagen trasera mazda3 cinco puertas
 
Cuando tengamos ocasión de probar este modelo con mayor rigurosidad y sobre nuestro recorrido habitual podremos dar más datos sobre la eficacia real del sistema G-Vectoring Control, puesto que el excelente chasis del Mazda3, ya sin este elemento, era toda una garantía. También tuvimos ocasión de probar la versión 2.2 diésel de 150 CV con caja manual en un trazado más urbano. Nos encantó su baja rumorosidad, su capacidad de respuesta a bajo régimen y un consumo que apenas marcaba 6,5 litros de media.

No tuvimos ocasión, afortunadamente, de comprobar los nuevos y evolucionados sistema que incorpora en materia de seguridad. La adopción de una nueva cámara frontal ha traído consigo mejoras evidentes. Por ejemplo, el sistema de asistencia a la frenada en ciudad avanzado ahora reconoce también a los peatones y amplia su rango de acción entre 4 y 80 km/h. Igualmente, la frenada de emergencia SBS ahora funciona entre 15 y 160 km/h. Como ya hemos comentado también incorpora un sistema de reconocimiento de señales de tráfico (identifica los límites de velocidad y prohibición) que se refleja en el Head up Display.
 
imagen frontal del mazda3
 
Los faros Led Adaptativos (ALH) evitan los deslumbramientos a los vehículos que circulan de frente o por delante al apagar los módulos correspondientes sin desconectar las largas. Además, la luz de cruce cuenta con un haz más ancho y en autopista, a partir de los 105 km/h, se eleva el eje óptico para ver mejor más lejos. Su dotación se completa con elementos como un asistente de cambio involuntario de carril, un control del ángulo muerto generado por los retrovisores, un detector de fatiga del conductor, así como avanzadas plataformas en conectividad.

El Mazda3 se comercializa con tres niveles de acabado, Pulse, Style y Luxury, y la gama de precios oscila entre los 17.750 y los 25.265 euros en gasolina, y entre los 22.625 y los 28.765 euros en diésel. Las variantes SportSedan tienen un incremento de 500 euros. A esas cantidades hay que aplicarles unos descuentos de 1.700 euros en la gama gasolina y de 2.200 en el diésel más potente.

La gama del renovado Mazda3 ya está disponible, salvo en el caso del diésel de entrada, que llegará en febrero de 2017. 

 
Etiquetas: Mazda, Mazda3, compacto
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Publicado el: 02/12/2016
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