"Algo está pasando en mercedes", y tanto que está pasando, Mercedes acaba de presentarnos la versión del clase E firmada por AMG, el E63 AMG. AMG ha conseguido que este modelo sea capaz de mantener el alto confort de marcha que ofrece la clase E y además, si así se lo transmitimos a través del pedal del acelerador, es capaz de mostrarnos un carácter rabioso digno de coches con unas dimensiones y pesos mucho más deportivos. Los números hablan por sí solos: un motor V8 biturbo de 5,5 litros que obtiene la cifra de 525 cv y 720 Nm de par para la versión básica, subiendo a unos increíbles 585 cv y 800 Nm de par motor en la versión S.
Cuando el día anterior a la prueba nos comentaban los chicos de Mercedes que íbamos a poder probar semejante "trasto" no nos lo podíamos creer. Este es uno de estos modelos en los que todos los amantes de los automóviles desea poder conducir, una de esas joyas rodantes en los que sabes que el coche es capaz de poder circular mucho más rápido de lo que uno sabe realmente ir.
Nada más llegar al parking del hotel nos reciben 30 espectaculares modelos E63 AMG en distintas configuraciones berlina y estate para que pudiésemos catar las delicias de su motor V8. Cuando enciendes un coche con un motor como este en un parking y oyes ese precioso ronroneo de un motor de 8 cilindros en V puedes entender porque este tipo de vehículos levanta tantas pasiones. Es tal la furia que desata su motor que desconectar el ESP es algo solo recomendable para aquellos que cuenten con unas manos privilegiadas.
Estábamos convencidos de que casi dos toneladas de peso y cinco metros de largo no se llevaría muy bien con las curvas cerradas que pueblan las carreteras de montaña, pero nada más lejos de la realidad. Los ingenieros de AMG han puesto a punto la suspensión y el chasis del clase E hasta tal punto que no transmite para nada la sensación de estar ante un coche tan largo y pesado. Hay que llevar con tacto el pedal del acelerador ya que pasarse con el gas al salir de una curva puede ocasionar pequeños sustos si no se tienen las manos adecuadas. El E63 AMG es capaz de detenerse en un suspiro gracias a los frenos de seis pistones delante y cuatro detrás y además opcionalmente podemos equipar unos discos con compuesto carbocerámico que hará las delicias de los aficionados a las tandas en circuitos.
Tanto es el rendimiento del nuevo motor V8 biturbo que es capaz de alcanzar los 4,2 segundos en el 0 a 100, reduciendo esta cifra hasta los 3,6 segundos en el modelo E63 AMG S 4Matic; números impresionantes ya que la versión 4Matic S es igual de rápida que un Porsche 911 Turbo en el 0 a 100. El nuevo motor V8 biturbo de AMG en la versión E63 AMG homologa 9,8 litros a los 100km en ciclo combinado, aumentando esta cifra en el E63 AMG S 4Matic hasta los 10,5 litros/100km. Las emisiones de CO2 van desde los 230 g/km en la versión básica hasta los 246 g/km de la versión 4Matic S.
El mercedes E63 AMG cuenta con una caja automática de doble embrague de 7 velocidades denominada SPEEDSHIFT MCT. Desde el interior podemos variar la configuración con cuatro modos disponibles: confort, sport, sport+ y manual. Este es un cambio muy versátil, permite circular de una forma muy cómoda cuando viajamos usando el modo confort, en el cual prima la suavidad de marcha y el realizar los mejores consumos de combustible. Una vez seleccionado uno de los tres modos deportivos la caja entra en su forma de funcionamiento más rápido y dinámico, ofreciendo un tiempo de transición entre una marcha y otra de tan solo 100 milisegundos.
El comportamiento deportivo de este coche no nos hace pensar que estemos ante un vehículo de casi dos toneladas, en parte gracias al sistema de tracción total 4Matic del E63 que funciona con un reparto de tracción 33/67, es decir, 33% en el eje delantero y 67% en el eje trasero. El modelo S dispone además de un diferencial autoblocante en el eje trasero, lo que acentúa aun más el comportamiento radical de este modelo. En cuanto a la suspensión contamos con la tecnología AMG Ride Control, la cual se encarga de regular la suspensión según el modo de conducción que hayamos escogido: confort, sport y sport+.
Exteriormente destaca por sus cuatro escapes traseros por los que sale la preciosa melodía de su motor V8, y las enormes llantas de 18 o 19 pulgadas. Tanto los faros delanteros como los traseros cuentan con tecnología integral LED y con unos paragolpes y taloneras AMG que le dan un aire más deportivo y radical. En la versión S tenemos además un diminuto alerón de pestaña a modo de spoiler en la parte posterior y la posibilidad de pintar las pinzas de freno de color rojo.
En cuanto a sistemas de seguridad pasiva, este modelo viene equipado con la última tecnología desarrollada por Mercedes como es el sistema ATTENTION ASIST, que detecta síntomas de cansancio en el conductor, o el COLLISION PREVENTION ASSIST, el cual nos avisa de una posible colisión e incluso llega a frenarnos en caso de una colisión inminente. Uno de los sistemas que más nos ha llamado la atención es el llamado PRE-SAFE, el cual detecta peatones en la calzada y detiene el vehículo siempre que circulemos a menos de 50 km/h.
Como nota final, creo que el E63 AMG es uno de esos modelos en los que la pasión vence con fuerza a la razón. Un vehículo como este no es apto para aquellas personas que se preocupan por hacer el menor consumo para ir del punto A al punto B. Es un coche con el que disfrutas con todos los sentidos; trazando cada curva y escuchando rugir ese precioso sonido procedente de sus cuatro salidas de escape. Hoy en día y tal y como están las cosas económicamente hablando quizás sea una compra demasiado caprichosa, pero creo que si te lo puedes permitir no será una compra de la que te vayas a arrepentir, de eso estoy seguro.
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