La marca de la estrella sigue manteniendo su firme
apuesta por el Salón de Ginebra, donde ha presentado varias primicias. El nuevo
Mercedes-Benz GLC es una de ellas, siendo esta cita su debut ante el público, pese a que ya se conocía desde días atrás su estética definitiva así como sus principales novedades estéticas.
Pese a que pueda parecer que fue ayer cuando el modelo llegaba para dar el relevo al incomprendido GLK, ya han pasado 3 años desde que este nuevo SUV medio, el Mercedes-Benz GLC, llegase al mercado. 3 años que se pueden resumir comercialmente en dos sencillas palabras: rotundo éxito.
Los principales rasgos del diseño del GLC se mantienen intactos con la llegada de esta actualización. Estéticamente habrá que afinar el ojo y jugar a las 7 diferencias a la hora de localizar las principales novedades visuales. Unas novedades que se centran especialmente en el frontal, donde encontramos nuevos faros y una parrilla rediseñada, así como en la zaga, con nuevos pilotos y un paragolpes ligeramente cambiado.
Al igual que sucediera con el restyling del C, su equivalente en el mundo de las berlinas, este nuevo GLC guarda para el interior los cambios más importantes. El volante es similar al del nuevo Clase A, encontrando en su panel multifunción hasta botones táctiles para el control de la instrumentación, que podrá ser completamente digital, y del sistema infotaiment, que cuenta ahora con un aspecto más panorámico, además de con el sistema MBUX.
La carga tecnológica del catálogo del renovado Mercedes-Benz GLC merece un capítulo especial. Además de contar con el aclamado sistema MBux, el SUV puede equipar
avanzados sistemas de ayudas a la conducción como el
Distronic (
control de crucero adaptativo), el control de ángulos muertos, frenada de emergencia, o el asistente activo de mantenimiento en el carril, preparándose para la conducción semiautónoma.
Más importantes son todavía las novedades mecánicas. La marca de la estrella
deja a un lado su icónico motor diésel de 2,2 litros, para introducir un bloque de 2 litros y 4 cilindros, estrenado con la actual generación del Clase E. Un cambio que eleva la potencia del
GLC220d, la versión más usual, hasta los 194 CV de potencia. Además, nace una nueva versión de acceso a la gama diésel, el GLC200d de 163 CV.
En la familia
gasolina contamos con dos opciones, ambas
mild hybrid. El GLC 200 abre la oferta gasolina con 197 CV, mientras que el GLC 300, la completa por arriba con 258 CV. Todas las mecánicas tienen en común la tracción 4Matic y el
cambio automático 9G-tronic.
Las primeras unidades del renovado Mercedes-Benz GLC llegarán a los concesionarios en la recta final del verano.