Mercedes Benz ML, análisis asientos delanteros

 

Mercedes Benz no sólo es uno de los primeros fabricantes de automóviles, a día de hoy también es de esos que parece que buscan un camino propio teniendo muy poco en cuenta lo que hacen sus competidores o, al menos, eso parece. Así ocurre por ejemplo con sus llaves, que a pesar de ser codificadas e incorporar toda la tecnología posible siguen ubicándose en el lugar habitual de la llave aunque no dispongan de la forma tradicional de una llave. Basta con insertar la llave -sin girarla- para que el vehículo la detecte y sitúe automáticamente el volante y el asiento en su posición de memoria programada. Cuando el vehículo dispone de asientos con reglaje eléctrico y memoria ésta dispone de tres posibilidades, mientras que la elección de la postura más adecuada al volante resulta tremendamente sencilla con los botones en forma de asiento que encontramos en las puertas delanteras. Encontrar la mejor postura de conducción para afrontar cualquier kilometraje es sólo una cuestión de tiempo en un vehículo en el que el confort es absoluto en todas circunstancias.

 

 

Otra particularidad de Mercedes es la de aglutinar los mandos en la zona izquierda del conductor, en donde además de los limpiaparabrisas y las intermitencias también encontramos algunas funciones del control de crucero. Una palanca más pequeña permite también el reglaje eléctrico del volante para que en la zona derecha sólo encontremos otra palanca encargada del funcionamiento del cambio automático, de serie en toda la gama. Tanto a izquierda como a derecha del volante se sitúan las levas para poder cambiar manualmente. El conductor se siente absolutamente protegido en un entorno pensado para satisfacer todas sus necesidades sin que éste requiera ningún esfuerzo extra, y todo ello con una sensación de calidad y eficiencia muy por encima de la media.

 

 

 

La practicidad no se deja de lado en este vehículo, y la ausencia de una palanca de cambios de tipo tradicional permite ofrecer entre los asientos delanteros diversos espacios para dos vasos, un amplio hueco cubierto por un confortable reposabrazos o el mando para el control de un infotainment que no sólo es muy completo sino también tremendamente sencillo de utilizar. A la derecha del mando se sitúan además cuatro mandos para controlar algunos de los sistemas electrónicos del vehículo, como el comportamiento elegido para la suspensión neumática de regulación eléctrica, la altura del vehículo, el asistente al descenso de pendientes, o la posibilidad de variar la gestión mecánica general para realizar una conducción más económica o más deportiva.

 

El Mercedes Clase ML ofrece así, antes de arrancarlo, un espacio en el que el conductor puede hacerse una idea clara de lo que tiene entre manos; un automóvil claramente tecnológico en el que su imagen SUV no impide ofrecer el máximo confort y cuidado de sus ocupantes. Toda una declaración de intenciones para cuando toda esta tecnología se ponga en marcha.

 

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