Si en las berlinas más grandes de Mercedes podríamos pensar que los asientos posteriores se destinan en ocasiones al propio dueño del vehículo que desea ser llevado por un chófer, esta circunstancia parece mucho menos probable en un SUV como el que nos ocupa (salvo que se trate de una película americana, en cuyo caso el malo malísimo irá siempre en las plazas traseras mientras sus secuaces conducen el vehículo y le dan protección). Afortunadamente, ni estamos en Hollywood ni somos -o al menos eso creemos- tan malos como los mafiosos que protagonizan todo tipo de persecuciones en coche a la americana, por lo que nos inclinamos más a pensar que las plazas posteriores darán acomodo a familia y/o amigos.
Nuestra habitual afirmación de que estas plazas están diseñadas para dos se hace realidad de nuevo en este vehículo a pesar de que exista espacio suficiente para un tercer ocupante. Y es que la espalda de este otro posible ocupante no agradecería el paso de los kilómetros reposada en un respaldo claramente diseñado para las dos plazas laterales. La zona central está ocupada en el respaldo por el apoyabrazos y, a pesar de no existir un voluminoso túnel de transmisión en el suelo, el confort del ocupante central resulta siempre bastante precario. El respaldo de los asientos, reclinable y partido en secciones asimétricas 60/40, puede ser completamente abatido y situarse en el mismo plano que el maletero si plegamos los asientos traseros. La ventaja radica en contar con espacio y confort sobrados para los ocupantes laterales que, en el caso de ser niños y requerir SRI (Sistema de Retención Infantil) cuentan con unos anclajes Isofix perfectamente visibles y ubicados e incluyendo el top tether en la parte posterior.
Una de las grandes ventajas aportadas por un automóvil del tamaño y diseño del Mercedes ML está en la enorme capacidad de carga que puede llegar a alcanzarse. Si el tamaño del maletero es más que suficiente para llevar las maletas de todos sus pasajeros a un viaje de larga duración, la posibilid de abatir los asientos posteriores y dejar una superficie de carga totalmente plana y por zonas asimétricas permite que el Clase ML llegue a contar con hasta más de 2.000 litros de carga tremendamente aprovechables, un espacio en el que además se pueden llevar objetos de gran tamaño o no tan grandes pero sí largos, pues dispone igualmente de apertura para este tipo de objetos en el respaldo posterior.
La facilidad de utilización del maletero comienza incluso en las diferentes posibilidades de apertura que presenta, pudiéndose abrir a distancia desde el puesto de conducción, desde el mando o manualmente, contando siempre con apertura automática para abrir y cerrar el maletero con sólo apretar el botón pensado para ello. Dentro encontraremos además ganchos ubicados en diferentes lugares para una mejor estiba de la carga así como un espacio cuidado y tapizado en el que es cierto que a veces da algo de pena llevar objetos que puedan mancharlo. Para poder llevar animales o cargas más altas el ML también ofrece la posibilidad de ubicar una red por encima de la altura de las ventanillas para separar la carga de los ocupantes de un modo seguro. Por último, la presencia de una rueda de repuesto de tipo galleta casi tiene que ser aplaudida ante la ya cada vez más habitual existencia de kit antipinchazos o de ruedas de emergencia que requieren de ser hinchadas antes de montarse.