Llantas de imitación, o como lo barato puede salir caro

Por Carlos Antón Adán

Las imitaciones llegan a todos los sectores más inimaginables. Este mundo va más allá de la moda, alcanzando sectores como el tabacalero, o incluso el de la automoción, del que hoy os exponemos un ejemplo perfecto. Pero no os penséis que las imitaciones siempre buscan reproducir artículos de cierta entidad económica. Sin ir más lejos, a muchos seguro que les sorprende que uno de los productos más imitados a lo largo y ancho del globo sea el típico bolígrafo BIC.

Sin embargo el caso de las imitaciones de piezas de automoción, por ejemplo llantas, puede tener importantes consecuencias, y no sólo para nuestro bolsillo, sino también para nuestra seguridad. Mercedes-Benz Australia ha sido la encargada de hacer esta interesante comparativa real en la que vemos las diferencias entre unas llantas originales AMG multiradio y su imitación equivalente.

A simple vista, tal y como nos muestran en el vídeo, las diferencias son mínimas entre una y otra. Prácticamente se diferencian en un mal acabado de unas inscripciones en la parte interior de las llantas de imitación, por lo demás aparentemente son idénticas. Entonces, ¿dónde están las diferencias que justifiquen el mayor precio de las originales respecto al de las de imitación?. Muy sencillo en los materiales empleados y en su elaboración.

Las diferencias hablan por si solas en cuánto se las somete a una misma prueba. Ambas se montan en un mismo Mercedes-Benz CLA 45 AMG Shooting Brake al que someten a un mismo en una pista de pruebas. Dicho test consiste en pasar un bache importante a una velocidad de 50 km./h., y los resultados no dan lugar a duda, las llantas originales ganan por goleada, saliendo indemnes de este bache, mientras que las imitaciones no logran superarlo, y acaban rompiéndose.

La conclusión es clara, lo barato sale caro. Si bien es cierto que las imitaciones son bastante más asequibles, su calidad no está a la altura de las originales. Quién nos dice que lo que nos muestran desde Mercedes Australia no nos pueda pasar circulando por nuestras carreteras, algunas de ellas muy mal conservadas y con abundantes irregularidades en el asfalto. Además, si esto sucede a una velocidad tan baja ¿que sucederá si atravesamos ese bache al doble de velocidad?. Yo desde luego no quiero comprobarlo en mis propias carnes.

Autor: Carlos Antón Adán