Cuatro modelos con acentuado estilo clásico pero con comportamientos de moto actual. Sobrias y elegantes, capaces de arrastrar las miradas de la gente por donde pasan.
Bonneville
La más manejable de todas gracias a sus 740mm de distancia al suelo, este modelo se reafirma como perfecta moto urbana, uniendo maniobrabilidad y una atractiva estética retro.
Su motor bicilíndrico en paralelo de 865cc y 69CV a 7.500 rpm ofrece unas prestaciones más que suficientes para circular tanto en ciudad como en carretera. Los consumos de la Triumph Bonneville en ciudad estarían sobre los 5,5 l/100Km, a 90 Km/h el consumo es más contenido 4,2 l/100Km y a una velocidad de 120 Km/h sube a 5,1 l/100Km. Su peso en orden de marcha es de 225 Kg y la capacidad del depósito de 16 litros.
La nueva Bonneville se distingue estéticamente a los modelos de años anteriores gracias a detalles como el conocido emblema metálico de Triumph en el depósito, su asa para el pasajero en color negro y ante todo los nuevos colores: Negro Phantom, Lunar Silver o Blanco Cristal y Azul Zafiro. Además, el bloque motor y la culata destacan por el acabado mecanizado de sus aletas de refrigeración que acentúa el carácter clásico del modelo inglés, mientras que el radiador permanece discreto y minimalista gracias a su acabado en color negro.
Su precio es de 8.395 €
Bonneville T100
El modelo que más nos recuerda a la década de los 60 con sus llantas de radios (delantera de 19 y trasera de 17), la forma de los escapes, las refinadas terminaciones de sus colores y los cromados nos trasladan a épocas anteriores. La altura al asiento (775 mm) es un poquito mayor que la Bonneville, el peso no varía y el motor y el consumo tampoco.
Su nueva gama de colores "Crystal White" y "Aurum Gold" se inspiran en la Bonneville de 1964, que se extiende a lo largo del depósito y los guardabarros. Además, este modelo también está disponible en una intemporal combinación de colores "Negro Jet" y "Rojo Cranberry".
Su precio es de 9.795 €.
Thruxton
Nadie puede negar, que a simple vista se palpa el espíritu de las carreras de los años 60, inspirada en la cultura Café Racer, la Thruxton es el modelo que mejor transmite el estilo de aquellas míticas carreras. Empujada por el inconfundible bicilíndrico de 865cc y 70 CV a 7.400 rpm de Triumph, la Thruxton se presenta con sus habituales llantas deportivas de radios con aro de aluminio, agresiva posición de conducción y suspensión trasera ajustable. Tiene un peso en orden de marcha de 230 Kg y una capacidad del depósito de gasolina de 16 litros.
Entre sus principales novedades para el 2014 cabe mencionar la revisión de sus silenciadores, que emiten un sonido aún más contundente, y la incorporación como equipamiento de serie de algunos de los accesorios que más cautivan a los enamorados de lo retro, el protector de cadena cromado y una pequeña cúpula decorada con una banda transversal en color dorado, a juego con el colín y el depósito. Esta nueva Thruxton estará disponible en dos colores: Negro Phantom y Verde Brooklands.
Su precio es de 9.995 €.
Scrambler
La Triumph Scrambler recupera el concepto back to black con el acabado en negro de distintas partes de la moto tales como: radiador, manillar, llantas, bujes y embellecedor del depósito del líquido de freno trasero, que complementan a los ya distintivos retrovisores negros y faro frontal pequeño.
La Scrambler 2014 cuenta con varios detalles que hacen de este modelo una moto aún más atractiva, tales como el cubrecarter anodizado en color gris y el nuevo asiento, decorado en la parte trasera con el logotipo en relieve de Triumph y con un nuevo diseño se logra una posición de conducción más relajada sin restar un ápice de estilo a su aspecto agresivo.
Es la más alta de todas con una altura al asiento de 825mm, su peso es de 230 Kg en orden de marcha, tiene 60 CV a 6.800 rpm y es la que tiene un consumo más contenido: en ciudad 5,1 l/100Km, a 90 Km/h desciende a 3,9 l/100Km y a 120 Km/h sube a 5 l/100Km.
El nuevo modelo se encuentra disponible en dos nuevos esquemas de color: un impresionante Azul Pacífico mate y una sorprendente combinación de Gris Lunar y Rojo Diablo.
Su precio es de 9.995 €.
Estas espectaculares Triumph Clásicas, tienen una mecánica moderna, con inyección electrónica, suspensiones y frenos modernos, pero lo que más me llamó la atención fue el tacto suave de sus motores, parece que son de mantequilla, nada bruscos, no dan tirones, entre semáforo y semáforo te das cuenta de lo finas que van. Sin duda alguna son máquinas nacidas para desenvolverse de maravilla por la ciudad, sin perder aptitudes en carretera. Las Modern Classics 2014 de Triumph son para disfrutar de una conducción suave, aunque a mi me hubiese gustado meter la Scrambler por una pista de tierra para emular a Steve McQueen en "La gran evasión" ¡locuras que a uno se le pasan por la cabeza!
Triumph, lo clásico está de moda.
No cabe duda que Triumph es una marca legendaria, con una historia que data de 1902, año en el que empezó a dar sus primeros pasos en la fabricación de motocicletas originales, reconocidas por su diseño y estilo. La marca británica se ha caracterizado por un trabajo de tradición y dedicación por el buen hacer, sin dar la espalda a las últimas tecnologías. Como resultado tenemos maravillosas motocicletas para disfrutar de las carreteras y revivir la esencia y la pasión por el motociclismo.
Triumph está asentada desde hace veinte años, en la localidad inglesa de Hinckley Leicestershire, fabricando multitud de modelos icónicos que destacan por su carácter, carisma y una perfecta combinación de diseño y tecnología. En la actualidad su extensa gama cuenta con 24 modelos, entre los que se pueden encontrar desde las motos Clásicas, Superdeportivas, pasando por las gamas Cruiser, Touring, Roadster y Adventure.
Actualmente, Triumph produce alrededor de 50.000 motocicletas al año, cuenta con más de 750 distribuidores en todo el mundo y en este instante se encuentra en un momento notable de expansión hacia nuevos mercados emergentes, como es el caso de Brasil, donde la firma británica tiene presencia desde el pasado año 2012.
Triumph ha mantenido vivo su espíritu clásico a lo largo del tiempo y se ha forjado su propia leyenda gracias a la calidad de sus motos y el estrecha relación con reconocidas estrellas del cine y la música de todos los tiempos. En los años 50 y 60, nombres como Steve McQueen y Marlon Brando consolidaron la leyenda de Triumph, mientras que los récords de velocidad en tierra y los éxitos en los circuitos forjaron el estatus icónico de modelos tales como Thunderbird, Bonneville, Tiger y Trident.
A día de hoy, la marca británica, no ha perdido ni un ápice de la fuerza que la caracterizó en sus primeros años, y que ha convertido en un símbolo de rebeldía, carácter y exclusividad. Este simbolismo no sólo se debe a sus motos, siendo una de las marcas preferidas por preparadores de todo el mundo, sino también a la amplia línea de moda y complementos de Triumph, la cual aporta una estética fácilmente reconocible. Camisetas, cazadoras, sudaderas, gorras, cinturones y un largo etcétera contribuyen a seguir acrecentando la leyenda de una marca que se ha convertido en un estilo de vida para muchos.
En 2014 Triumph vuelve a combinar ingeniería, diseño y esencia en su nueva gama de motos Modern Classic, acompañada de una extensa colección de boutique que rememora la estética rebelde que marcó una época.
A mediados del siglo XX, surgió la atracción por los modelos británicos, cuando numerosos personajes del ámbito público lucían con orgullo sus monturas inglesas. Sin duda alguna, el mejor embajador de la marca fue el actor norteamericano Steve McQueen que paseó la imagen de Triumph por todo el mundo.
Una frase que deja clara su personalidad y gustos de este apasionado de las motocicletas y adicto confeso a la velocidad:
"Cada vez que me pongo a pensar que todo es malo en esta vida, empiezo a fijarme en como se divierte la gente con sus motos, y eso me hace ver las cosas de otro modo"
Este gran actor, conocido por sus innumerables papeles en la gran pantalla e icono de Hollywood, tuvo una estrecha relación con la marca británica. Al mismo tiempo que cursaba sus estudios de interpretación, el joven McQueen, se ganó la vida entre otras cosas, como piloto de carreras de moto, participando en numerosas competiciones internacionales a los mandos de su moto preferida, la Triumph TR6 Trophy.
El actor norteamericano insistía para utilizar en las películas que protagonizaba sus propias Triumph. En nuestra retina queda marcada una de las películas más famosas de su filmografía : "La gran evasión" (1964) en la que aparecía escapando de los nazis en su TR6 dando el mítico salto hacia la libertad (que realmente hizo Ekins).
Steve McQueen no fue el único que se lucía con las increíbles Triumph de la época. Marlon Brando en su película "Salvaje" ("The Wild One") de 1953 marcó un antes y un después en la juventud del momento y se erigió como un claro ejemplo de la denuncia de un cierto malestar juvenil. Marlon Brando aparece en esta película con su propia Triumph Thunderbierd, con la que marcó los inicios y la estética de lo que sería la cultura "Cafe Racer", con su montura británica como protagonista.
Otro grande del cine en lucir Triumph fue el indomable y eterno rebelde James Dean y su TR5 en "Rebelde sin causa" en 1955.
El "Rey del Rock & Roll" Elvis Presley que habitualmente conducía máquinas americanas, hasta que un amigo suyo se compró una Bonneville 650, "El Rey" le pidió probarla. Cuando se bajó de la moto llamó al concesionario más cercano y compró nueve Triumph para compartirlas con sus amigos más íntimos.
Clint Eastwood tipo duro por excelencia, que apareció sobre una Bonneville en la película "La jungla humana" ("Coogan's Bluff").
Bob Dylan, Richard Gere, Robert Redford, Antonio Banderas y un amplio elenco de actores y actrices de la gran pantalla también lucieron con las míticas motocicletas Triumph.
En 2014 Triumph nos presenta renovadas, pero con el mismo estilo clásico y elegante sus Modern Classics.
Bonneville
Bonneville T100
Scrambler
Thruxton
Cuatro modelos con acentuado estilo clásico pero con comportamientos de moto actual. Sobrias y elegantes, capaces de arrastrar las miradas de la gente por donde pasan.
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