Se acabó, al menos por el momento, la era de los planes PIVE. La octava entrega de este plan de estímulo a la adquisición de vehículos nuevos más eficientes y ecológicos acaba de agotar su dotación presupuestaria, apenas un día antes de que terminara su periodo de vigencia el próximo 31 de julio.
El éxito de las 8 ediciones del PIVE es un hecho innegable. Desde la entrada en vigor del primero de estos planes, en octubre de 2012, y hasta la fecha, aún con datos provisionales de IDAE, se habrían renovado acogiéndose a esta iniciativa 1.113.202 vehículos, lo que supone la salida de las vías de una idéntica cantidad de vehículos de más de 10 años de antigüedad, repercutiendo positivamente en la seguridad vial y en el medio ambiente, al ser los sustitutos mucho más seguros y menos contaminantes.
No obstante, la patronal sectorial FACONAUTO ha observado como durante estos casi 4 años del PIVE el envejecimiento del parque automovilístico español no se ha detenido. Sí, es cierto que el PIVE ha creado importantes beneficios al sector, y no solo económicos, también sociales con la generación de 15.000 puestos de trabajo, pero sin embargo no ha sido suficiente para frenar el continuo envejecimiento, situándose la edad media al borde de los 12 años.
Después de estos últimos años de recuperación, impulsados en gran medida por las 8 ediciones de este plan, el sector del automóvil mira con incertidumbre al futuro. Los buenos datos económicos que se registran en los últimos tiempos no podrían ser suficientes para mantener el ritmo de crecimiento en el mercado, haciéndose necesarias nuevas iniciativas que favorezcan la compra de vehículos. Sin embargo, el hecho de tener un gobierno en funciones es un claro freno a la hora de poner en marcha nuevas iniciativas, como comentó el propio presidente de FACONAUTO, Jaume Roura.