Como estaba previsto, 2020 será el año de la consolidación de la electrificación. También en Opel. La oferta actual salpica ya a tres de sus modelos, el Corsa-e y el Vivaro-e, totalmente eléctricos, y el Grandland X PHEV, ya con tecnología híbrida enchufable. Y antes de que finalice 2021 ocho serán los modelos electrificados del fabricante alemán, ya que se sumarán el nuevo Mokka, el Combo, el Combo Life, el Zafira Life y el nuevo Astra. Y para 2024, la gama completa de Opel estará electrificada, bien con eléctricos puros, bien con híbridos plug-in.
Hemos viajado hasta Berlín para probar el nuevo Corsa-e, su primer eléctrico actual.
El primero en producción fue el Ampera, en 2017, aunque las primeras simientes se pusieron ya en 1968, con el
prototipo Stir-Lec I, al que le siguieron el Elektra (1971) y el Impuls I en 1991.
Nuestro protagonista
comparte plataforma y tecnología con el Peugeot e-208. De una manera escueta, señalar que monta un motor eléctrico de 100 kW (136 CV) y una batería de iones de litio de 50 kWh de capacidad que otorga una autonomía de hasta 337 kilómetros en ciclo WLTP. Son apenas tres kilómetros menos que la del e-208; el
Renault ZOE, un rival que clava los números en cuanto a potencia y batería, ofrece hasta 386 kilómetros. La del Corsa-e está refrigerada por líquido y admite cargas de hasta 100 kW.
Medidas del Opel Corsa-e 2020
No hay apenas diferencias de tamaño con los Corsa térmicos. Mide 4,06 metros de longitud, 1,77 de anchura y 1,44 de altura. Sí que experimenta un pequeño estirón de 7 milímetros en su
distancia entre ejes y de 12 en sus anchos de vías. Además, como incrementa considerablemente el peso (la batería arroja 345 kilos debido a sus 18 celdas y 216 celdas),
se ha reforzado la suspensión en los dos ejes, así como el amortiguador de la dirección y el bastidor delantero. También se ha incrementado un 30 por ciento la rigidez torsional y se ha rebajado un 10 por ciento el centro de gravedad. Por último, las llantas son más aerodinámicas.
El propulsor síncrono arroja 136 CV entre 3.673 y 10.000 vueltas, y 260 Nm de par máximo. Esos números son suficientes para lanzar al Corsa-e hasta los 150 km/h de
velocidad máxima, debido a su limitación electrónica. Más atractivas son sus cifras de
aceleración, firmando 8,1 segundos en el 0-100 km/h y sólo 2,8 en alcanzar los 50 km/h desde parado.
Los mejores registros se logran con el programa Sport, que forma parte del asistente de conducción Drive Mode, junto a otro Normal y uno más ECO en el que prima la eficiencia. De hecho, si activamos este último la potencia se limita a 60 kW y el par a 180 Nm. En el Normal serían 80 y 220, respectivamente. Este mando se ubica en la consola central. Al actuar sobre uno u otro también se registran cambios en el mapa de la dirección y en la resistencia del pedal del acelerador.
Como es normal en este tipo de vehículos el cambio cuenta con una sola relación. Presenta una función ‘B’ que incrementa la intensidad de la frenada regenerativa que sirve para cargar la batería en frenadas o desaceleraciones. Si el modo ‘D’ retiene 0,6 m/s2 al levantar el pie del acelerador, el ‘B’ lo duplica con creces, hasta 1,3 m/s2. De hecho, cuando te acostumbras y realizas una conducción eficiente y predictiva, prácticamente no hace falta pisar el pedal del freno. Tendremos pastillas y discos para toda la vida.
Seguimos con la teoría. Nos falta por analizar los tiempos y características de la carga de la batería. El Corsa-e ofrece de serie un cargador a bordo monofásico de 7,4 kW. El acabado Edition dispone en opción de un cargador trifásico de 11 kW. Y toda la gama contempla de serie un enchufe de corriente continua, con el que puede utilizar estaciones de carga rápida de hasta 100 kW/500V. Esto se traduce en que en 30 minutos se puede cargar hasta un 80 por ciento de su capacidad.
El cable de serie modo 2 permite cargar hasta 1,8 kWh en una toma doméstica, operación que se alargará 30 horas y 30 minutos (10 kms por hora). El mismo cable con capacidad de hasta 3,7 kW (cuesta 550 euros) limita la operación a 17 horas (20 kms por hora). Con el cable tipo 3 de hasta 11 kW tardaríamos 5:15 horas (60 kms por hora), el mismo tiempo que la práctica opción de cable universal, que permite adaptar la carga en casa y en tomas públicas, opción que cuesta 1.180 euros. En una Wallbox tardaríamos 8 horas en una toma monofásica y alrededor de 5 en una trifásica.
Interior del Opel Corsa-e 2020
Todo esto son los números del Corsa-e. Ahora toca hablar de sensaciones al volante.
No hay diferencias en cuanto a habitabilidad con el resto de la gama térmica. Tampoco en la capacidad del maletero desde el piso y hasta la bandeja, con 267 litros. Si se abaten los respaldos llegará hasta los 1.042 litros Sí que pierde la posibilidad de montar rueda de repuesto porque sólo dispone de un pequeño hueco bajo el piso, para el kit reparapinchazos. Por eso cede unos 40 litros con respecto al resto de la gama Corsa.
Nos quedamos algo fríos al comprobar que el cuadro de mandos, totalmente digital, se nos queda algo pequeño, aunque dispone de toda la información necesaria y varias configuraciones, a las que se accede desde un mando giratorio en la palanca de la intermitencia.
Comenzamos la ruta. Iniciamos la ‘aventura’ con la batería al completo, aunque la autonomía marca 250 kilómetros (recordemos que la homologada es de 337). El primer tramo consta de 14 kilómetros, desde el aeropuerto hasta el centro de Berlín. Completamos la etapa en modo ECO, a una media de 31 km/h y con un consumo de 16,9 kWh, con dos personas y la climatización funcionando en una fría mañana. Curiosamente la autonomía que nos queda ha crecido, porque marca 260 kilómetros. El motivo es que siempre refleja el dato en función de la conducción realizada anteriormente.
Al final de la jornada, con tráfico urbano mayoritariamente y algo de desplazamiento por autopista, completamos 117 kilómetros, a una velocidad media de 28 km/h y con un consumo medio de 17,3 kWh. El ordenador nos dice que todavía nos quedan 140 kilómetros de autonomía.
Seguridad Opel Corsa-e 2020
El Corsa-e no sólo es eficiente. También se rodea de una fuerte carga tecnológica. Destaca el
sistema de iluminación IntelliLux LED, que monta unos sofisticados faros matriciales que ofrecen la máxima luz sin deslumbrar al resto de los usuarios.
Una cámara y un
radar instalados en el frontal son vitales para gestionar algunos elementos, como un
lector de señales de tráfico, un asistente de mantenimiento de carril, un control de velocidad de crucero adaptativo o una frenada de emergencia autónoma. También contempla un control del ángulo muerto, una alerta por fatiga del conductor, un asistente de aparcamiento, otro lateral y una
cámara de visión trasera.
Asimismo hay que destacar su fuerte carga en materia de conectividad, vital en un
vehículo eléctrico.
La pantalla táctil del salpicadero ofrece 7 o 10 pulgadas (según el acabado) y los sistemas multimedia son compatibles con Android Auto y Apple CarPlay. Además dispone de los servicios OpelConnect y e-remote, así como las aplicaciones myOpel y Free2Move, que permiten conocer el estado de salud del vehículo, programar la carga o la climatización desde el smartphone, o conocer los puntos de recarga en ruta, entre otras cosas.
Precios del Opel Corsa-e 2020
El Corsa-e ya está a la venta, con tres niveles de acabado y con un abanico de precios que oscila entre los 29.900 y los 32.750 euros.
Opinión sobre el Opel Corsa-e 2020
Nos ha gustado el confort y agradable tacto general del vehículo, sobre todo en conducción urbana, donde se pueden registrar consumos que rondan los 14 kWh de media.
Si activamos el modo Sport en el Drive Mode y aceleramos a fondo llegará a ‘perder’ rueda, sobre todo si la calzada está húmeda. También se mostrará solvente a la hora de realizar adelantamientos. Como suele ocurrir en este tipo de vehículos, la climatización, una velocidad elevada y las pendientes prolongadas recortan considerablemente su autonomía, aunque ofrece un margen suficiente. Es cierto que el Peugeot e-208 se convierte en su peor rival, porque comparte tecnología y ofrece un diseño y un talante más deportivos. También el ZOE es un adversario de cuidado, ya que su principal baza es su mayor eficiencia del sistema eléctrico, tecnología en la que
Renault lleva años de ventaja.