Otro de los bombazos presentes en Frankfurt se ha podido ver en el stand de
Opel. La firma alemana no quiso dejar pasar por alto la cita de casa,
escenificando allí la vuelta de los gloriosos GSI; una vuelta que llega de la mano de dos interesantes vehículos: el
Opel Insignia Grand Sport GSI y el Opel Insignia Sports Tourer GSI.
Del primero de ellos, del sedán, ya hablamos largo y tendido el pasado mes de julio, cuando Opel se adelantó a este salón revelando la práctica totalidad de los detalles del modelo. Sin embargo, se guardaban un interesante as bajo la manga, la carrocería familiar.
Una
carrocería familiar que apuesta por una mayor practicidad sin renunciar ni a un ápice de deportividad. Su estética refleja ese
espíritu GSI luciendo unos rasgos más afilados, cortesía de un
nuevo kit de carrocería, de nuevas entradas de aire, de las
llantas de aleación de 20” pulgadas, y especialmente de la doble salida de escape.
Más allá de lo puramente estético,
ambos Insignia GSI son dignos de esas siglas dinámicamente hablando. No en vano incorporan un chasis adaptativo
FlexRide, con el que podemos exprimir al máximo todo el rendimiento de su mecánica sobrealimentada de
2 litros que entrega una potencia máxima de 260 CV. Todo este potencial se reparte entre ambos ejes gracias al eficaz trabajo de una
transmisión automática de 8 velocidades.
Para los amantes del gasóleo también estará disponible una interesante mecánica biturbo de 2 litros y 210 CV, relacionada igualmente con una caja automática de 8 velocidades.
Ambas carrocerías buscan ser el perfecto aliado incluso para el día a día. Su deportividad se complementa con un completo equipamiento en materia de confort, seguridad y tecnología. O lo que es lo mismo, que no renuncian a los conocidos asientos AGR, ni a lo último en ayudas a la conducción, ni por supuesto a un completo sistema infotainment.