La inserción de la palabra Tourer dentro de la denominación del Zafira implica que estamos ante la última creación de la marca germana en el segmento de los monovolúmenes medios. Con 4,66 centímetros de largo este vehículo ofrece mucho más que su predecesor, y eso se hace aún más patente al analizar su interior.
Como en todo vehículo de última hornada que se precie las regulaciones del puesto de conducción son múltiples, con regulación del volante en altura y profundidad, reglaje en altura de los cinturones delanteros, asiento del conductor con regulación lumbar además de contar en los dos asientos delanteros con regulación de altura e inclinación de banqueta y altura completa de todo el asiento. Para el reposacabezas se cuenta con un curioso sistema que permite acercarlo o alejarlo sin necesidad de mover todo el conjunto.
Un ligero fallo en la ergonomía del modelo, al menos a nuestro juicio, se encuentra en la ubicación de los elevalunas eléctricos, que están situados en la puerta pero algo retrasados con respecto al conductor, obligando así a una posición forzada para poder utilizarlos. En sentido favorable se encuentra sin embargo el ya tradicional volante de Opel, con pocos botones pero suficientes para manejar los sistemas más habituales del vehículo, a la derecha para manejar muchos de los elementos del infotainment y del teléfono mientras que a la izquierda se maneja el control de crucero. El ordenador de a bordo se controla por su parte con la misma palanca destinada a las intermitencias y luces, ubicada también a la izquierda del volante.
En la zona central del salpicadero la ya también tradicional consola central de Opel puede resultar algo engorrosa al principio, aunque unas lecciones rápidas nos permitirán controlar su manejo con pocas dificultades. Un mando central tipo ratón con uno giratorio a su alrededor se convierte en el principal elemento de control del conjunto, aportando además una muy buena sensación de calidad a todo el conjunto. Como elementos añadidos de control en el Zafira Tourer encontramos también por detrás de la palanca de cambios el freno de mano de accionamiento eléctrico y algunos sistemas de ayuda a la conducción como el asistente al aparcamiento, el control de estabilidad, la función de conducción eco y el asistente de cambio de carril.
Un elemento que será bienvenida por muchos usuarios será el apoyabrazos central delantero, que además de ser móvil y contar con un útil hueco con tapa, puede incluso quitarse completamente para dejar una zona entre asientos más despejada o para transportar impedimenta en su interior si así lo deseamos. Bajo él se ubican dos posavasos de diferente diámetro y un gran hueco con cortinilla. Todos estos elementos son bastante polivalentes, pudiendo cambiar su ubicación y permitir diferentes configuraciones a gusto de los usuarios. Para completar la modularidad y practicidad del Zafira Tourer encontramos una guantera superior en el lado del acompañante además de la tradicional y, bajo ambos asientos delanteros, sendos huecos con cortinilla en los que dejar libros u otros objetos.
Para proporcionar un aspecto de mayor calidez en el interior el Opel Zafira Tourer añade una retroiluminación en color rojo situada en varios lugares estratégicos, como la consola central entre los asientos delanteros o en varios lugares de las cuatro puertas. Este tipo de equipamiento se está volviendo cada vez más habitual, habiéndolo ya observado en otros modelos como, por ejemplo, la última generación del Ford Focus.