Ramargo, a propósito del artículo referido al
Seat León, me preguntaba con toda lógica cuáles eran las grandes diferencias entre contar con una suspensión multibrazo o con un eje torsional. Tal y como él mismo apunta, la suspensión multibrazo pesa más, es más complicada y ofrece mejor guiado, mientras que el eje torsional es más sencillo y barato. Además, el usuario medio, en una conducción normal, encuentra pocas diferencias entre uno y otro.
Todo lo que comenta es cierto, incluyendo el hecho de que será difícil encontrar diferencias entre ambos sistemas para conductores incluso expertos. Sin embargo, y por poner un ejemplo muy reciente, el
Toyota Auris cuenta con un eje torsional trasero en toda la gama salvo en la
versión diésel de 180
CV, que monta un eje multibrazo. Es decir, la mayor
potencia requiere ese sobreesfuerzo económico para no quedar en evidencia. El mejor guiado del sistema más complejo viene además acompañado por un mayor confort, puesto que un eje torsional implica que las ruedas traseras no son totalmente independientes.
Por supuesto no podemos olvidar otro aspecto importantísimo, y es que no todas las
suspensiones multibrazo son iguales al igual que tampoco lo son los ejes torsionales. En fin, que si yo tengo que optar por una u otra opción lo tengo claro, prefiero la multibrazo (que funcione bien, por favor)