David Ayala

Un resumen a lo bestia
 
Un apasionado de los automóviles que, además, tiene la suerte de haberse dedicado profesionalmente a ellos. Comencé como becario en una revista de transporte, continué como analista de producto en una Marca, pasé excelentes momentos aprendiendo a ser probador con Arturo de Andrés. Pasé a trabajar posteriormente en Nextcar como subdirector técnico, y me pasé a Internet para compartir mis conocimientos con todos aquellos a quienes puedan interesar.
  • Siempre me han gustado los coches
  • Desde 1995 trabajo en el sector de automoción
  • Dos años trabajando para una marca, el resto en prensa (escrita, radio, periódicos, internet)
  • Digo lo que pienso, aunque a veces no piense lo que diga (el verbo decir puede sustituirse por escribir)

Y ahora, si te has quedado con ganas de saber más, aquí tienes un "ladrillo" importante ;-)

Viviendo en el rastro, en Madrid, mi mayor pasión cuando apenas levantaba dos palmos del suelo era acercarme a las ventanillas de los coches y comprobar la velocidad máxima que marcaban los velocímetros. Dada mi inocencia infantil tenía meridianamente claro que si las cifras máximas llegaban a los 220 era porque, efectivamente, el coche podía alcanzarlos. Ahora parece una tontería, pero hace varias décadas la inmensa mayoría de vehículos dejaba sus cifras máximas en los 160, unos pocos la situaban en 180 y los "verdaderamente deportivos" lucían orgullosos cifras superiores a los 200 km/h. Me conocía todas las marcas y todos los modelos del mercado, lo que ahora casi he de calificar de fácil dada la reducida oferta de aquel entonces.


Pasaron algunos años y comencé a comprarme todas las revistas del motor que mi paga pudiera alcanzar. Autopista, Motor16, Top Auto, Automóvil, Motor Clásico... pero la que más me gustaba con diferencia era Automecánica, una verdadera biblia de tecnología automovilística con la que aprendí mucho de lo que hoy sé y leí cosas que se me han olvidado y espero algún día volver a recordar. Mi pasión por el automóvil me llevó a contrariar la firme decisión familiar de hacerme estudiar una carrera normal y no aquello de Diseño de Automoción que se me había metido entre ceja y ceja, por lo que estando matriculado en empresariales me presenté, sin conocimiento familiar, a unas oposiciones para entrar becado en una escuela de diseño en Madrid. Pasé la prueba de manera más que decente y comencé a compaginar empresariales y diseño... hasta que mi familia se enteró y me lo dejó muy clarito: o dejas esos estudios o te vas de casa. No me quedó otro remedio; me fui de casa. Apenas fue un mes de rebeldía en el que supe que podía ganarme la vida vendiendo libros a "puerta fría", pero aunque no comulgaba con la decisión de mis padres les echaba de menos y les quería, así es que volví al redil después de abandonar los estudios de diseño y también los de empresariales.

Llegado el momento de hacer el servicio militar tuve la mala suerte de ser enviado a Ceuta, y la buena de poder sacarme todos los carnets posibles salvo los de moto. Pasé el servicio militar conduciendo unos vetustos Pegaso e incluso los llamados REO que, según decían, habían servido en la guerra del Vietnam del lado de los americanos. A la vuelta me presenté a unas oposiciones como auxiliar de vuelo en Iberia y las aprobé, lo que me supuso trabajar durante cinco meses dando saltos de avión de un lado a otro de la geografía europea y ganando una paga mensual que jamás ha vuelto a tan alto nivel en ninguna de mis nóminas posteriores. Y estando en dicho trabajo surgió la oportunidad de realizar el Curso de Experto en Comunicación del Motor en Motorpress Ibérica. Lo que más impresionó a los profesores del curso fue el hecho de que dejara un trabajo tremendamente bien remunerado para estudiar algo que no sabía si podría reportarme siquiera un sueldo digno a posteriori. Como la juventud es temeraria yo ni me lo planteé, me parecía lo más sensato y lógico del mundo... hasta que al terminar el curso me topé con esa otra crisis que la situación actual parece haber hecho olvidar, la de 1992. Sin trabajo y sin esperanzas de encontrarlo me matriculé en Económicas y también en Administración y Dirección de Empresas hasta que pude trabajar como chófer en la reunión del FMI en Madrid. También trabajé vendiendo automóviles y, cuando todavía estudiaba administración de empresas en horario de tarde, uno de los profesores del Curso del motor me llamó para hablarme de una posibilidad de trabajo en la revista Transporte Mundial.

Durante tres años estuve compaginando el trabajo con los estudios. En la revista comencé sacando noticias de los periódicos y terminé siendo el responsable de pruebas de los vehículos comerciales pequeños, léase furgonetas y derivados de turismo. Después, al terminar mis estudios, uno de mis profesores me recomendó para cubrir un puesto de marketing en Daewoo. Así fue como pasé a formar parte del entramado de una compañía de automoción muy joven en la que comprendí la importancia de temas como competencia, precio, márgenes de beneficio, cuota de mercado o cierres de mes, todo un sueño para muchos estudiantes y toda una pesadilla para mi, pues estar encerrado entre cuatro paredes realizando sesudos estudios de marketing me parecía tremendamente menos enriquecedor que probar furgonetas e ir a presentaciones.

Quiero creer que mi buen hacer en Transporte Mundial llevó a que Guillermo López, entonces director de Autovía, me llamara personalmente en el año 2000 para ofrecerme un puesto en su revista en sustitución de José Manuel Pichardo, que había cometido la "locura" de comenzar en ese extraño medio llamado internet una web con el curioso nombre de KM77 junto con Javier Moltó. No podría haber caído en un lugar mejor para aprender y disfrutar con mi trabajo. Como jefe directo tenía nada menos que a Arturo de Andrés, verdadero maestro de todo aquel que quiera aprender algo del pasado, presente y futuro del automóvil, mientras que la imagen desgarbada de Guillermo ocultaba a un Director modélico que apoyaba a los suyos y les dejaba hacer su trabajo para que crecieran con él. Fueron los mejores cinco años de mi vida laboral, probando vehículos de todo tipo, conociendo las marcas, aprendiendo de mis jefes y de mis compañeros y disfrutando cada día de un trabajo que había sido siempre mi sueño. Al igual que los sueños, el mío terminó de pronto por varios motivos, aunque eso es otra historia, y decidí marcharme a NextCar como redactor jefe, revista en la que estuve dos años y que no terminó de cuajar.
 
El fracaso comercial de la misma me obligó a buscar un futuro por mi cuenta que encontré con la creación de Periodistamotor y, algo después, de MotorGiga. Hoy soy fundador y responsable editorial de MotorGiga, una web que engloba al blog Periodistamotor y que ya ha superado el millón de páginas vistas y está en torno a 500.000 usuarios únicos al mes, teniendo también un canal de Youtube (youtube.com/Motorgiga) que es líder en su segmento de mercado en España. No os voy a engañar, echo de menos los tiempos en los que sólo me dedicaba a probar coches y a escribir sobre ellos, porque ahora mis labores son mucho más amplias, pero soy afortunado, muy afortunado, otros colegas de profesión no han sabido o no han podido adaptarse a estos nuevos tiempos y buscan infructuosamente una tabla de salvación. Para mi esa tabla han sido Red Giga y todos los usuarios que mes a mes confían en la profesionalidad e imparcialidad de Periodistamotor y MotorGiga, no soy políticamente correcto, pero puedes estar segur@ que soy tremendamente sincero.

Otros datos de interés:
 
Colaboraciones
 
Entre los medios con los que he trabajado están: Autovía, Transporte Mundial, Autopista, Automóvil, Marca Motor, Marca (periódico), El Periódico de Cataluña, Cadena Ser, Intereconomía, La Gaceta de los Negocios, Autorevista, Nextcar, Bike, Avion Review...
 
Redes Sociales
 
Mi cuenta de Twitter: @periodistamotor
 
Mi cuenta de Facebook: Es personal, soy de esos tipos raros que se dedican a esto y utilizan Facebook para sus amigos.
 
 
Competición

Desearía poner aquí un enorme listado de competiciones y pruebas automovilísticas en las que hubiera participado y ganado, pero me faltaron tres cosas básicas para triunfar: tiempo, dinero y talento. Aun así, aquí están las pruebas y los resultados que he conseguido en las participaciones que las marcas de coches han tenido a bien invitarme.

Año 2000: 6 horas de resistencia Hyundai, 1er clasificado Prensa y 13ª absoluto de 42 participantes, formando equipo con Alberto Díez, Ramiro Mansanet y Francisco Morillo (http://www.autopista.es/noticias/todas-las-noticias/articulo/mot7969.htm)

Año 2004: Carrera de la Copa Mazda5, 1er clasificado Prensa formando equipo con Máximo Sant.

Año 2006: 500 kms de resistencia Hyundai, 1er Clasificado Prensa y 6ª absoluto formando equipo con Ramón Ortiz y Chimo Ortega.
 
Año 2013: 24 horas Ford, 1º Clasificado absolutoformando equipo con: José Luis García (actor, embajador de la ONG), Darío Barrio (cocinero, embajador de la ONG), Juan Carlos Breso (Continental), Pipo López (As), Tomás de Cos (As), Manuel Gómez Blanco (El País), Rogelio Camargo (Alta Gama), Xavier Vilanova (Garatge Central), Antonio Chicote (Ford) y el lastre del grupo, yo mismo :-)

En otras participaciones en pruebas de consumo de Ford no me acuerdo la clasificación porque, entre otras cosas, no fue buena. Sí recuerdo que en Valencia tuve el honor de formar equipo con María de Villota y sí, ella era más rápida y consumía menos que yo.

También he participado en varias competiciones de consumo de diversas presentaciones y he ganado alguna, pero eso entra más en lo anecdótico.
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