Peugeot 3008 HYbrid4, el híbrido diésel

El Peugeot 3008 HYbrid4 hace su aparición en el mercado para ser el primer diésel híbrido del mundo. Algunos puristas dirán, no sin cierta razón, que el verdadero primer diésel híbrido del mundo fue el Audi Duo de 1997, pero dicho modelo fue prácticamente un prototipo del que los más optimistas dicen que se comercializaron 100 unidades y que según la mayoría de los datos se quedó en alrededor de 60 debido a un precio que lo convertía en un objeto de curiosidad más que en un vehículo de comercialización real, como lo refleja además el hecho de que no aparezca siquiera en los listados de precio de la marca de aquel entonces.

• Auto: El sistema de gestión decide la mejor combinación entre motor de combustión y motor eléctrico, pudiendo circular solamente en eléctrico, solamente con el motor diésel o combinando la fuerza de ambas mecánicas. Si funciona únicamente el motor diésel el 3008 tiene tracción a las ruedas delanteras, si sólo funciona el eléctrico la tracción será a las ruedas posteriores y si existe una combinación de ambos estaremos ante un vehículo con tracción a las cuatro ruedas.
   
• ZEV o Zero Emission: Como su propio nombre indica la posición de Zero Emission implica que el motor eléctrico es el único que impulsa al 3008, contando entonces con propulsión trasera.
   
• Sport o Boost Effect: En este caso el motor eléctrico viene a apoyar al motor diésel para ofrecer todas las prestaciones de un conjunto que ofrece 200 CV de potencia máxima y un par motor máximo de 450 Nm. En estas circunstancias el 3008 dispone de tracción a las cuatro ruedas. Con este modo seleccionado también varían las leyes del cambio automático, pasando a realizar los cambios más rápidamente y a regímenes más elevados para dar prioridad al dinamismo.
   
• 4WD: Al igual que en el caso del Boost Effect el modo 4WD reparte la fuerza entre las cuatro ruedas, aunque en este caso no se trata de ofrecer elevadas prestaciones sino de realizar un reparto adecuado de la fuerza para maximizar la capacidad de tracción del vehículo. Aun cuando la carga de las baterías pudiera ser muy baja siempre existe un mínimo de potencia disponible (8 kw que vienen a ser unos 11 CV) para asegurar la energía suficiente para acometer las situaciones más comlicadas, como por ejemplo la puesta en marcha.