En los negocios, como en la vida misma, apoltronarse, quedarse estático, no lleva a ningún lugar. El sector del automóvil, como buen negocio, funciona de la misma forma, estando siempre en continuo movimiento, no sólo en el ámbito del producto con nuevas tecnologías y diseños, también en la faceta comercial, seleccionando minuciosamente los mercados en los que estar presente.
PSA parece estar dispuesto a dar un importante salto respecto a su operativa actual, como apuntan desde Automobilwoche. El medio alemán habría intercambiado algunas palabras con Carlos Tavares, el CEO del grupo automovilístico, quién habría desvelado que la compañía estaría sopesando un nuevo proceso de expansión internacional, teniendo ahora mismo en mente dos mercados: Estados Unidos e Irán.
Respecto al mercado norteamericano, el mismo Tavares admitía ante el ya mencionado medio que el regreso de Citroën y Peugeot a Estados Unidos, un mercado en el que dejaron de comercializar en 1974 y 1991 respectivamente, se presenta algo complicado. Ambas firmas no disponen de una red de concesionarios, ni tampoco una planta de producción en el país, por lo que los costes logísticos serían claves, suponiendo a su vez un sobrecoste que elevaría el precio de venta de los vehículos, restándoles competitividad.
Una opción más factible sería la de la entrada de DS en Estados Unidos. La firma más exclusiva de PSA busca globalizarse tras su completa implantación en Europa y China, entrando incluso en este complejo mercado. Según Yves Bonnefont, el máximo representan de DS, su marca sería el candidato natural para el regreso de PSA al mercado norteamericano.
De cualquiera de las maneras, podríamos salir muy pronto de dudas. El 5 de abril podría desvelarse algún detalle más, cuando sea desvelada la estrategia de expansión internacional del gigante galo del automóvil.