El
Dieselgate está trayendo muchas consecuencias, no sólo para
Volkswagen y las marcas de su grupo, sino para todo
el sector de la automoción en su conjunto. Muchas de estas consecuencias son negativas, como es
el desprestigio que están acaparando en general los motores diésel hayan sido o no manipulados, no obstante hay algunas buenas, como la que os narramos en estas líneas.
El grupo PSA
Peugeot Citroën da un paso adelante respecto al resto de fabricantes y hace público mediante un comunicado, no sólo que
los vehículos de sus marcas no han sufrido ninguna manipulación que falseara las emisiones en su momento de la homologación, sino que además
publicará el consumo en condiciones reales de uso en sus principales modelos.
Lo primero no es ninguna novedad, son varias las marcas que han salido a la palestra con comunicados similares que desvincularan a su firma de posibles engaños. La importante novedad se encuentra en el segundo punto de la citada comunicación. Por todos es sabido que las cifras de consumo medio homologado ofrecidas en la actualidad, poco se ajustan a las que logran los clientes una vez se ponen al volante tras adquirir el vehículo. Y no, no es que seamos poco eficientes al volante, tiene otra explicación.
La verdadera causa de la disparidad de cifras entre los consumos homologados y el uso real es que esta homologación se lleva a acabo bajo la normativa europea NEDC, que contiene un protocolo de prueba en laboratorio. Al tratarse de una prueba realizada en laboratorio se encuentra totalmente optimizada, algo que es se ajusta a la legalidad y es conocido por las autoridades, pero que en la conducción en uso real en carretera abierta es poco más que imposible de realizar.
De ahí que sean muchos los detractores del ciclo NEDC, y ya se esté pensando en un sustituto que sea más representativo de un uso real. Ese sería el procedimiento WTLP, cuya implantación ya se está discutiendo, contando con el apoyo de PSA, que apoya plenamente su introducción desde 2017.
Mientras tanto, el grupo pondrá en marcha, en cuánto sea posible, un plan con el que se harán públicos los consumos en uso real de sus principales vehículos, contando además con la supervisión de un organismo autónomo independiente. Desde aquí no podemos más que felicitar a PSA por esta decisión, con la que se hace gala de una gran transparencia.