Las marcas de automóviles, a pesar de que su principal negocio se encuentra en la comercialización directa de automóviles en el mercado (vaya obviedad), también suelen contar con divisiones deportivas y de competición que gestionan las actividades deportivas en las que se encuentra inmersa la compañía y que, en ocasiones, desarrollan versiones de modelos más agresivas y con más prestaciones, que están destinadas, desde su gestación, únicamente para su utilización en circuito cerrado y en una carrera con otros adversarios.
En el caso de Porsche, la división deportiva se llama Porsche Motorsport, y acaba de presentar su último trabajo, el nuevo 911 GT3 Cup, que se basa en la versión convencional (de calle) de este automóvil, pero que incorpora diferentes elementos que lo convierten en un modelo específico para la competición. La firma alemana recuerda que el 911 GT3 Cup es el modelo de carreras más exitoso de su historia, del que se han fabricado cerca de 2.400 desde 1998.
Esta variante de competición únicamente se podrá utilizar en el campeonato Porsche Mobil 1 Supercup durante el próximo año. El nuevo misil de la corporación de Stuttgart usa una motorización de gasolina de 3.8 litros y seis cilindros, que desarrolla una potencia máxima de 460 caballos, lo que supone una cifra 10 caballos por encima de los registros de su predecesor.
Otro de los aspectos que ha sido revisado y modificado de forma considerable en comparación con la versión normal del 911 GT3 ha sido el sistema de frenado, con el objetivo de aumentar la potencia de frenada, ante una conducción de competición en circuito. El habitáculo ha sido reforzado para proteger de la mejor forma al piloto, al tiempo que el interior ha sido vaciado y sólo dispone de baquet deportivo y de refuerzos de la estructura.
El nuevo Porsche 911 GT3 Cup, al igual que el modelo al que sustituye, se fabrica en la factoría que posee la marca alemana en Zuffenhausen, en la misma línea de montaje que la versión de calle del modelo. El precio de venta en el mercado alemán de este coche de competición se sitúa en 181.000 euros en su opción básica.
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