Con una imagen de SUV que no se corresponde realmente con sus cualidades mecánicas, el Renault Captur va en busca de muchos de esos usuarios que desean una imagen diferente y dinámica para un automóvil destinado a dar cabida a toda la familia o a obtener el espacio suficiente para llevar todos esos "juguetes" de la vida activa. Los 4,11 metros de longitud lo alejan de un Renault Clio de cinco puertas (4,06) aunque lo sitúan por debajo de la versión familiar o break (4,26 metros) y lo sitúan en competencia directa con modelos como el recientemente presentado Citroen C4 Cactus ,que utiliza la plataforma del Citroen C3, o del Peugeot 2008, que hace lo propio con el Peugeot 208.
Situado así entre su competencia podemos hablar de un automóvil bastante bien realizado en estas plazas posteriores, con altura y longitud más que suficientes aunque con las carencias lógicas de anchura si lo que buscamos es acomodar a tres ocupantes. Un pequeño defecto del modelo está en la utilización de anclajes Isofix poco visibles y engorrosos de uso, aunque en su favor debemos decir que también existen en la plaza delantera derecha, por lo que es posible situar tres SRI en el vehículo. El deseo de buscar soluciones estéticamente diferenciadoras ha hecho que se haya optado por unas gomas tras los asientos delanteros en lugar de las típicas bolsas, lo que a nuestro juicio es una solución poco acertada que limita mucho la utilidad de uso. Además, tampoco encontramos un buen espacio para dejar impedimenta en las puertas posteriors, haciendo que situar pequeños objetos en las plazas traseras pueda llegar a ser un verdadero incordio para los ocupantes. Afortunadamente disponemos de una pequeña bandeja extraíble entre los asientos delanteros que podremos utilizar desde atrás.
Muy buena idea es sin embargo el hecho de contar con regulación longitudinal del asiento posterior, con lo que la capacidad de carga puede variar dependiendo de nuestras necesidades puntuales permitiendo mayor confort o más maletero según las circunstancias. Sin contar con reposabrazos, los asientos posteriores sí son abatibles asimétricamente, lo que habitualmente ni siquiera constataríamos si no fuera porque uno de sus rivales, el C4 Cactus, se permite el lujo de "presumir" de carecer de dicha utilidad. El confort climático del modelo está limitado al flujo de aire que pueda venir desde las plazas delanteras y a las pequeñas salidas de aire bajo los asientos delanteros, aunque sí contamos con ventanillas posteriores eléctricas.
Haciendo gala de un cuidado estudio en cuanto a la faceta más práctica del uso, la tapicería de las plazas posteriores puede, al igual que la de los asientos delanteros, extraerse para ser lavada o cambiada mediante un sencillo sistema de velcros y cremalleras. En el maletero nos encontramos con un suelo que puede dividirse gracias a una bandeja rígida pensada para poder ser ubicada a dos alturas e incluso situarla inclinada en vez de horizontal. El maletero no ha sido tan cuidado en cuanto a la posibilidad de llevar bolsas, pues sólo encontramos un gancho en el lateral, mientras que el kit antipinchazos de serie puede ser sustituido por una rueda de repuesto de tipo galleta previo pago de unos 80 euros. El hecho de contar con la bandeja rígida divisoria en el maletero permite que, al abatir los asientos posteriores, podamos ubicar dicha bandeja a tal altura que obtengamos un piso plano del maletero, beneficiando con ello la carga de determinados objetos además de poder ubicar al mismo tiempo pequeños bultos ocultos y bien almacenados bajo la propia bandeja.