Al Volante
Y llegó la hora de ponerse a los mandos de este
compacto tan equipado y de rompedor diseño. Al final del anterior punto comentábamos que hemos podido testar el
Renault Mégane Zen
1.5 DCi de 110 CV, una opción mecánica de las más demandas dentro de su actual gama formada por 3 opciones
diesel de 90, 110 y 130 CV de potencia, y 3
gasolina de 100, 130 y 205 CV.
El motor diésel 1.5 DCi 110 CV con cambio manual de 6 velocidades
sorprende positivamente por su buena respuesta en un uso cotidiano, tanto entre el tráfico urbano, como en vías rápidas o carreteras secundarias. Su potencia resulta
más que suficiente para la gran mayoría de las ocasiones, entregando eficazmente su potencia siempre por encima de las 1.500
RPM, siendo algo más lento de movimientos por debajo de esa marca.
Su dirección, ajustable mediante el Multisense, dirige precisamente al vehículo sea cual sea el escenario, aunque en maniobras a baja velocidad la asistencia eléctrica peque un poco de falta de naturalidad. Con el modo sport seleccionado, el tacto de la misma es mucho más agradable y natural. La sonoridad es baja en comparación con otros diesel equivalentes.
El cambio es muy parecido al que montaba el Mégane III, siendo sus recorridos correctos, y con unas marchas de desarrollo largo, buscando la mayor eficiencia posible, algo que en efecto se ha conseguido.
Al final del test, realizando nuestro recorrido habitual de pruebas (70% carretera – 30% ciudad) obtuvimos
una cifra de consumo medio que se quedaba ligeramente por debajo de los 5 litros a los 100 km. Un dato realmente bueno teniendo en cuenta que aún tiene un importante margen de mejora al ir buscando un consumo real para el día a día, por lo que nos siempre se practicó una conducción totalmente eficiente ni se circuló siempre en modo eco.
Su consumo mixto homologado se sitúa en 3,7 litros a los 100 km.