Seat León ST Cupra DSG 2017, prueba a fondo

El nuevo Seat León ST Cupra es la máxima expresión deportiva con pasaporte español. En su última puesta al día alcanzó la barrera psicológica de los 300 caballos de potencia, palabras ya mayores que se disfrutan de verdad al combinarse con un magnífico chasis, además de la versatilidad que brinda una carrocería de estas características. Esta maravilla la podremos disfrutar con cambio manual de seis velocidades, con caja DSG también de seis relaciones (nuestra unidad) y con DSG asociado a un sistema de tracción total 4Motion.

 

 

Es cuestión de gustos, pero si queremos tener un pura sangre, y además que lo parezca, nada mejor que incorporar el Pack Performance que porta nuestra unidad, llamativo por el color naranja con el que se rematan (también se puede en negro) detalles como las llantas de aleación de 19 pulgadas con neumáticos Michelin Pilot Sport Cup2 235/35 R19 y pinzas de freno Brembo. Este capricho tiene un coste de 3.223 euros en la carta de opciones.

 

El León ST Cupra mide 4,55 metros de longitud y estira la distancia entre ejes hasta los 2,63 metros para ofrecer una notable habitabilidad. Al abrir la puerta y acomodarnos en las magníficas butacas tipo baquet rematadas en piel y Alcántara hay un guiño que llama la atención. El mando de arranque 'Start Engine' nos recibe con pulsaciones en rojo, como advirtiéndonos de lo que nos espera.

 

 

Además del logo Cupra, en el interior se respira deportividad. El volante está forrado en piel con pespuntes en blanco, hay remates en fibra de carbono, los pedales se rematan en aluminio y en el cuadro de mandos el velocímetro alcanza los 300 km/h, curiosamente el mismo valor que su potencia. El conjunto se remata con un freno de estacionamiento eléctrico, una pantalla táctil de ocho pulgadas que recoge gran parte de la información multimedia del vehículo o una luz ambiente que dispone de ocho colores diferentes.

 

En las plazas traseras ofrece un gran espacio para las piernas y altura al techo, penalizando la plaza trasera por el voluminoso túnel central y las salidas de aire que se manifiestan al final de la consola central. Y detrás, un mundo. El maletero hace gala de un volumen de 587 litros, ampliables si se abate el respaldo trasero dividido en dos partes (60/40). El piso del compartimento de carga se puede situar en dos niveles y por debajo se encuentra el inevitable kit reparapinchazos. No faltan ganchos para bolsas o una toma de corriente de 12 voltios para incrementar el atractivo y la versatilidad de uno de los puntos fuertes de este vehículo.

 

 

No es el único. El motor, el cambio y el chasis también brillan con luz propia. Más aún, si cabe. El propulsor 2.0 TSI de cuatro cilindros presenta inyección directa o indirecta (para ofrecer el máximo rendimiento y el mínimo consumo en cualquier situación de uso), distribución variable, turbocompresor e intercooler. A los comentados 300 caballos de potencia añade un par máximo de 380 Nm, disponibles entre 1.800 y 5.500 rpm. De esta manera la respuesta es siempre contundente, recuperando con fuerza desde muy bajo régimen y acariciando las 7.000 vueltas si practicamos una conducción deportiva. Un amplio régimen de giro que facilita las cosas a la hora de divertirse.

 

Asociado a este motor nuestra unidad cuenta con la eficaz caja DSG de seis relaciones, un aliado perfecto por su rapidez y contundencia tanto en el día a día como si nos animamos con las levas que giran solidariamente con el volante.

 

Mención especial para el chasis, aspecto en el que toda la gama León se sitúa en el grupo de cabeza. En el Cupra, como es lógico, se apuesta por unos tarados específicos que se combinan con el Control de Chasis Adaptativo DCC que presume de unos amortiguadores controlados electrónicamente. También se ajusta el mapa de la dirección con asistencia progresiva (2,1 vueltas de volante entre topes) y se monta de serie un autoblocante electrónico tipo Haldex en el tren delantero. Con este elemento se puede pasar hasta el 100 por 100 del par a una sola rueda, trabaja tanto en aceleración como en retención y funciona en combinación con otras ayudas electrónicas, como el control de estabilidad ESC o el diferencial XDS+.

 

Los primeros instantes al volante del León ST Cupra DSG se realizan en ciudad. Es el momento de comprobar el funcionamiento del sistema de parada y arranque del motor Start/Stop, y con el modo Comfort activado en el asistente Cupra Drive Profile lo cierto es que estamos ante un vehículo perfectamente utilizable en el día a día, pese a su potencial bajo el capó.

 

Además también ofrece los modos de conducción Sport, Cupra e Individual. Con este último podemos jugar a ser pilotos por un día y elegir la puesta a punto que deseamos al cambiar a nuestro gusto los parámetros del motor, del cambio, de la dirección, de la suspensión, del bloqueo del diferencial delantero y hasta del control de velocidad adaptativo o la climatización.

 

Si en ciudad no desentona, menos aún lo hace en autopista o en carreteras viradas. En este último escenario, su hábitat natural, sencillamente lo borda por la precisión de todos sus elementos, el agarre, la motricidad y su elevado paso por curva, pese a ser un tracción delantera. Es increíble observar el elevado ritmo que se puede mantener sin que el chasis tenga una mala reacción, y los balanceos de la carrocería son meras anécdotas.

 

 

Con el modo Cupra activado el sonido del motor es una delicia, con un constante petardeo que sale del escape simulando la acción punta-tacón que nos indica que vamos de carreras. Lógicamente en un largo desplazamiento por autopista la sonoridad resultará molesta, pero en un tramo de montaña es impagable.

 

El consumo juega con un amplio abanico de cifras, dependiendo de uso y de cómo tratemos el acelerador. Homologa 6,8 litros de media. Durante nuestra prueba en ciudad ronda los 9,5 litros, en carretera a 90 km/h firma 6,2 litros y en autopista a 120 km/h de velocidad estable se mueve en torno a los 7,8 litros. Ponderando esas cifras el consumo medio durante nuestro extenso test fue de 8,2 litros.

 

Ahora llega el turno de valorar el pulso frente al cronómetro. Sus prestaciones son realmente sobresalientes y para comprobarlo acudimos a nuestro circuito de pruebas. Ya hemos comentado que la velocidad máxima está limitada electrónicamente a 250 km/h y es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 5,8 segundos y cubrir el primer kilómetro desde parado en 24,8 segundos, alcanzando en esos mil metros los 216 km/h.  Para que no se quede ningún caballo por el camino al acelerar desde parado es vital la función 'Launch Control'. Para ello es necesario desactivar el control de tracción, activar el modo Cupra, situar el cambio DSG en el programa deportivo, pisar el pedal del freno con el pie izquierdo y el acelerador a fondo con el derecho, esperar unos instantes... y sale disparado como un cohete sin perder tracción.

 

 

También las recuperaciones se producen en un abrir y cerrar de ojo. Supongamos que tenemos que adelantar un vehículo que circula a 70 km/h. Pues en modo Cupra pasar de 70 a 110 km/h se traduce en sólo 2,9 segundos y estaremos invadiendo el carril contrario solamente durante 75 metros. Eso es potencial y, también, seguridad.

 

Otra mención especial para los frenos. Recordar que portamos el Pack Performance con pinzas Brembo de cuatro pistones y neumáticos casi de competición, pero aun así sorprenden los 49,8 metros que ha necesitado para detenerse por completo al efectuar una frenada de emergencia desde 120 km/h. Sobresaliente por la distancia, por el tiempo registrado (tres segundos) y porque durante la acción se muestra noble como pocos. En este sentido iguala, e incluso supera, a algunos vehículo deportivos de clase más alta y precios muy superiores.

 

Y es que precisamente el precio tampoco resulta demasiado incordio si analizamos lo que nos ofrece por lo que desembolsamos. En este sentido el equipamiento resulta bastante completo, tanto en asistentes al conductor como en oferta multimedia o de conectividad. De serie disfrutaremos de elementos como un control de velocidad adaptativo, faros Full Led, siete airbags (incluido el de rodilla del conductor), sensores de lluvia y de aparcamiento delanteros y traseros, climatizador bizona,  asistente de arranque en rampa, control de presión de los neumáticos, ordenador de viaje, pantalla táctil de ocho pulgadas o equipo de sonido.

 

 

Habrá que pagar en la carta de opciones por asistentes como el de frenada autónoma en ciudad Front Assist que detecta también a peatones, la alerta por cambio involuntario de carril, el cambio inteligente de luces de carretera, el asistente de atascos o por la cámara de visión trasera.

 

En cualquier caso podemos adquirir un Seat León ST Cupra DSG por 34.370 euros, una vez aplicados todos los descuentos vigentes en la actualidad.