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SEAT Mii; prueba dinámica

 El SEAT Mii, disponible tanto en tres como en cinco puertas, es el modelo más pequeño que existe actualmente en la oferta comercial de la marca española con sus 3,56 metros de largo. En este caso se trata de un producto que cuenta con dos primos-hermanos prácticamente idénticos a él, el Skoda Citigo y el Volkswagen Up. Que el grupo Volkswagen haya decidido crear tres automóviles casi iguales para tres marcas diferentes se debe a la lógica búsqueda de reducción de costes, pues al tratarse de un segmento de baja demanda no es fácil rentabilizar tres modelos distintos aunque éstos utilizaran muchos elementos comunes como ocurre, por ejemplo, con el Skoda Fabia, el SEAT Ibiza y el Volkswagen Polo.

 
SEAT Mii
 
Hace años SEAT ya ofreció un coche en este segmento, el SEAT Arosa, que, al igual que ahora, tenía un "alter ego" en Volkswagen, llamado Lupo. Como entonces, la marca quiere disputar el título de vehículo más vendido del segmento, aunque ahora el Fiat 500, actual líder, le pondrá las cosas mucho más difíciles. La oferta mecánica del Mii se basa en un mismo bloque de tres cilindros y 1.0 litros de cilindrada pero que se articula en dos potencias de 60 y 75 CV de potencia máxima respectivamente. Curiosamente en ambos casos el par máximo es de 95 Nm (unos 9,8 mkg) aunque la versión de 75 CV es capaz de ofrecer mejor respueta a elevados regímenes, convirtiéndola así en la opción lógica cuando, además de realizar recorridos ciudadanos, queramos hacer alguna que otra incursión por carretera.
 
El hecho de tratarse de una mecánica de tres cilindros no es un grave inconveniente en cuanto a vibraciones. Es cierto que éstas existen en mayor medida que en los motores de cuatro cilindros pero también es verdad que no son molestas y que son más perceptibles con la mecánica fría, mientras que al ir ésta cogiendo temperatura las vibraciones quedan más diluidas. Por cierto, que con ambas mecánicas se dispone del sistema stop start y se consiguen unos consumos relativamente contenidos (en torno a 6 litros reales) aunque, debido a un depósito de sólo 35 litros, se resiente la autonomía, lo que genera la sensación de estar ante un modelo de mayor consumo. 
 
 

 
Con una suspensión delantera tradicional McPherson y un eje trasero semi-rígido, el trabajo realizado en las suspensiones es más que satisfactorio para un vehículo urbano. De hecho, no se ha primado el confort en detrimento de la eficacia, resultando tener unas suspensiones incluso algo duras para lo esperado. El funcionamiento del cambio, siempre de cinco relaciones, es más que suficiente para las pretensiones del coche, con un buen guiado aunque no demasiado rápido para quienes gustan de hacer continuos cambios de marcha en carreteras viradas. Los balanceos son muy poco acusados en apoyos y la pisada es bastante franca aun cuando se trate de circular por autopista. El mayor inconveniente para el conductor se encuentra en un cuadro de mandos en el que la parte superior del velocímetro quedará oculta para quienes superen los 1,70 metros de altura.
 
 
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Publicado el: 01/12/2012
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