Para satisfacer la demanda actual de mercado desde Subaru no han considerado aumentar la oferta de mecánicas. De esta manera el Outback mantiene en su oferta sólo dos motores, el de gasolina de 2,5 litros y el diÉsel con 2 litros de cilindrada, aunque lógicamente la necesidad de cumplir con la normativa Euro VI ha hecho que se revisen en profundidad, prometiendo desde Subaru que la motorización de gasóleo se ha revisado en un 90%, mientras que en la de gasolina las variaciones se han "quedado" en un 80%.
El diésel ofrece 150 CV de potencia con un par máximo de 350 Nm desde 1600 hasta 2800 rpm y el gasolina se sitúa en 175 CV con un par motor de 235 Nm a 4000 rpm. El consumo de ambos modelos puede calificarse de muy contenido considerando sus potenciales, ofreciendo 5,6 litros de consumo medio en el modelo de gasóleo y 7 litros para el gasolina. Hay que destacar aquí que en todos los casos se cuenta con tracción total permanente, suponiendo un lastre que el Outback parece llevar sin preocupaciones.
El motor de gasóleo puede combinarse con un cambio manual de seis relaciones o con el Lineartronic con siete marchas, mientras que la motorización de gasolina sólo está disponible con el cambio Lineartronic pero en este caso con seis relaciones. En la versión diésel y combinado con el cambio Lineartronic el consumo medio se eleva medio litro (6,1) ofreciendo además una respuesta muy mediatizada por un cambio que, como ya hemos comentado, es suave pero no demasiado rápido.