¿Cómo es el Subaru XV GLP 2018?
El XV es el modelo de Subaru que goza de mayor éxito en nuestro mercado. Y razones no le faltan, por tamaño, estética, versatilidad de uso, dinámica, tacto general... Va bien en todos los terrenos, pero se le puede ‘atragantar’ un tanto la ciudad cuando se activan los protocolos por contaminación, salvo que llevemos la etiqueta medioambiental ECO de la DGT en el parabrisas.
Dos son la versiones que portan la etiqueta medioambiental ECO. La última en llegar ha sido una
variante híbrida 2.0i ecoHybrid, que combina un motor de gasolina de 150 CV con un propulsor eléctrico de 17. Este último se alimenta gracias a a la energía que le proporciona una batería de iones de litio de 0,57 kWh de capacidad y puede circular de manera eléctrica exclusivamente, pero apenas unos instantes.
¿Qué etiqueta DGT tiene el Subaru XV GLP 2018?
La segunda opción es una vieja conocida. Se trata de recurrir al
GLP (Gas Licuado del Petróleo), una fuente de
alimentación muy extendida en Europa durante décadas. En nuestro mercado pasa más de puntillas, a pesar de que tiene una red mucho más generosa que el GNC (Gas Natural Comprimido) a la hora de repostar.
En el caso del XV, la opción GLP se combina con el propulsor de acceso en gasolina 1.6i de 114 CV de potencia. La diferencia de precio entre ambas variantes ECO es de 4.550 euros, una cantidad importante, sobre todo cuando las prestaciones no son una prioridad, ya que el consumo es prácticamente un calco, 7,9 litros en el
híbrido y 8,0 en el bi-fuel o GLP.
Nos centramos ya en nuestro protagonista. La transformación del GLP incrementa el precio en 1.750 euros respecto a la
versión 1.6i de la que parte y comparte. Se trata de un Subaru, una marca de culto para muchos de sus incondicionales, así que todos
tranquilos porque conserva su legado de siempre: la disposición boxer de los cilindros (opuestos) y la tracción total Symmetrical S-AWD, dos aspectos innegociables en la marca japonesa.
La transformación pasa por algunos ajustes internos en el motor para que pueda funcionar, indistintamente, con gasolina o gas licuado, y la incorporación de un depósito de gas de 62 litros bajo el piso del maletero. Este sólo se puede llenar al 80 por ciento por motivos de seguridad y nos priva de llevar rueda de repuesto, algo que no hace mucha gracias cuando se trata de un SUV con buenas aptitudes camperas… También dispone de una válvula y un acoplador específicos para repostar GLP en el surtidor, junto al tapón de llenado del depósito de gasolina. Subaru señala que la autonomía con las dos fuentes de alimentación supera los 1.000 kilómetros. Más tarde veremos si es así.
Nos ponemos en marcha. Al arrancar siempre lo hace en modo gasolina, pero unos segundos después ya pasa a GLP si es la opción seleccionada. Y es que a diferencia de los vehículos alimentados por GNC, que siempre funcionan con gas hasta que se agota, en el XV bi-fuel el conductor puede elegir una u otra fuente tras accionar un mando situado en el lado izquierdo del conductor. Un sonido metálico de una válvula interna será la única pista que nos indique que hemos efectuado el cambio, porque en marcha es complicado adivinarlo.
El cambio, como el resto de la gama, es el denominado Lineartronic. En cristiano se trata de una transmisión automática con variador continuo que marca su personalidad, para bien o para mal. Y decimos esto porque va como la seda por ciudad o en un tipo de conducción tranquila, muy oriental, pero no es tan atractiva cuando queremos correr, como veremos más adelante. Los ingenieros han acoplado seis relaciones en su mapa electrónico, muy artificiales, hasta el punto de que no podemos cambiar de manera secuencial, ni en la palanca ni en unas levas que brillan por su ausencia.
Ya comentamos al principio que el motor rinde 114 CV a 6.200 rpm y ofrece 150 Nm de par máxima a 3.600 vueltas. Son unos números modestos si tenemos en cuenta que estamos ante un vehículo que pesa 1.425 kilos. Lo cierto es que en la urbe y por sus alrededores es una opción agradable, que funciona con progresividad y suavidad. La cosa cambia si tratamos de sacarle todo el rendimiento. Si le sacamos todo el jugo
alcanzaremos los 175 km/h de velocidad punta y registraremos 13,9 segundos en acelerar de 0 a 100 km/h. No son números que pongan los pelos de punta, pero suficientes para un conductor medio. El problema es que cuando pisamos el acelerador con energía, la rumorosidad se dispara. El cambio Lineartronic resbala en exceso y la aguja del cuentarrevoluciones sube de golpe hasta acariciar las 6.500 rpm, pero el incremento de la velocidad real del vehículo no va de la mano.
Ese efecto de que cada uno vaya por una lado incrementa los decibelios y no resulta demasiado agradable en cuanto a sensaciones. Ya hemos comentado que hay seis relaciones un tanto ‘ficticias’, pero
la transmisión sí que cuenta con un modo ‘Low’, que acorta esos desarrollos considerablemente. Digamos que es la opción ideal si abandonamos el asfalto, tiramos de un remolque o, incluso, en una conducción más deportiva en zonas muy sinuosas. Por cierto, el rendimiento circulando en gasolina o gas es prácticamente el mismo.
Medidas del Subaru XV 2018
Uno de los puntos destacados del XV es su magnífica
puesta a punto y agradable tacto general. En esta última generación creció en tamaño, hasta
los 4,46 metros de largo, 1,80 de ancho y 1,60 de alto. También incrementó la distancia entre ejes hasta los 2,67 metros, pero lo más destacado es la incorporación de la nueva plataforma modular Subaru, más avanzada y rígida que en la generación anterior. Además, se ha conseguido rebajar el
centro de gravedad y reducir los balanceos de la carrocería. Dicho y hecho.
Quizás no sea una referencia en su segmento dinámicamente hablando, pero la dirección transmite y el trabajo de la tracción total permanente es un plus en seguridad porque no se pierde tiempo a la hora de repartir la motricidad. El sistema Active Torque Vectoring, que juega con el par entre las ruedas del mimo eje, también ayuda a completar la trayectoria a la salida de las curvas con mayor eficacia, incluso sobre superficies resbaladizas. Por su parte, los frenos cumplen por tacto y eficacia, y los neumáticos 225/60 R17 firmados por Yokohama tienen un claro enfoque asfáltico.
Y decimos estos porque el XV también tiene una marcada personalidad off road, siendo una de las mejores opciones si necesitamos abandonar el asfalto con asiduidad.
Además de la tracción total y de una generosa altura al suelo de 22 centímetros, ofrece de serie el asistente X-MODE, que permite un avance óptimo sobre superficies con baja adherencia, como barro, arena o nieve. Se activa accionando un mando en la consola central y
actúa sobre el
control de tracción y la entrega de potencia, además de contemplar un práctico control de descensos.
¿Y el consumo?
Si activamos el modo GLP perdemos algún CV por el camino y el consumo se dispara algo respecto a la opción gasolina, pero salen las cuentas: el GLP cuesta 0,68 euros por litro, mientras que el coste de la gasolina es de 1,15 euros por litro en nuestra estación de servicio habitual. La rebaja durante el estado de alarma ha sido considerable, aunque más sensible respecto a la gasolina. La media durante la prueba fue de 7,9 litros, lo que se traduce en 9,08 euros cada 100 kilómetros. Si lo hacemos con GLP el consumo medio fue de 9,3 litros, y el coste de 6,32 euros. Y sí, la autonomía supera sin dificultad los 1.000 kilómetros.
Interior y maletero del Subaru XV 2018
Nos falta por analizar el interior de nuestro protagonista. Al acceder y sentarnos comprobamos que no es precisamente una ‘fiesta’ lo que nos encontramos. Está rematado con calidad, pero la puesta en escena es tirando a sobria. Cuestión de gustos solamente. El cuadro de mandos responde a una presentación más tradicional, con dos grandes esferas y una pantalla entre ellas, mientras que en el
salpicadero sí que encontramos dos pantallas, la inferior de 8 pulgadas y táctil con el acabado Executive Plus que nos ocupa.
No contempla navegador, por lo tanto si lo necesitamos no tenemos más remedio que recurrir al de nuestro smartphone, bien por Apple CarPlay o bien por Android Auto. Tampoco nos gusta la ubicación de algunos mandos de asistentes de conducción ubicados en el techo.
Las butacas delanteras resultan confortables y sujetan con eficacia lateralmente, gozan de regulación eléctrica y están calefactadas. Detrás brilla más por el espacio disponible para las piernas que en la cota de anchura, si bien el túnel central, muy voluminoso, resta confort a la plaza central. Por su parte, el maletero no es lo mejor del XV. En condiciones normales ofrece 385 litros, pero nuestra variante GLP incorpora un depósito extra de gas que obliga a elevar el piso del compartimente de carga. El resultado son sólo 260 litros hasta la bandeja.
Seguridad del Subaru XV 2018
Por último repasamos su avanzada tecnología, sobre todo en materia de seguridad.
Lo más destacado es el sistema EyeSight, de serie en toda la gama. Mediante dos cámaras frontales que funcionan en estéreo, este dispositivo engloba una frenada de emergencia anticolisión, un control de velocidad de crucero adaptativo, aviso de cambio involuntario de carril y mantenimiento de la trayectoria, aviso de avance del vehículo que nos precede y control del acelerador y de derrapaje. Además incorpora un control del ángulo muerto y una
cámara de visión trasera.
En su dotación de serie también contempla una completa oferta multimedia, un
freno de estacionamiento eléctrico, climatizador bizona, faros LED adaptativos, acceso y
arranque sin llave o un generoso techo solar.
Opinión y precio del Subaru XV GLP 2018
Nuestra unidad presume de un magnífico chasis, un tacto general muy agradable y una dinámica muy asentada. También es una de las mejores opciones del segmento si necesitamos salir del asfalto con frecuencia, con ciertos guiños off road al que no llegan muchos de sus rivales.
El propulsor boxer de cilindros opuestos con 114 CV no pone en apuros al bastidor porque su rendimiento es más bien modesto, pero su doble naturaleza GLP-gasolina provoca que salgan las cuentas y llevemos la etiqueta medioambiental ECO de la DGT. El cambio Lineartronic me gusta en conducción sosegada, pero no resulta demasiado agradable si queremos correr algo más.
El precio, con el acabado Executive Plus, el más completo, es de 30.450 euros, 28.750 si se aplica el descuento promocional. Con el acabado base Sport, ya muy bien equipado, la tarifa sería de 25.500 y 24.100 euros, respectivamente.